Ya en la calle el nº 1039

Que no se aparque en Caravaca el proyecto de la manzana Europan

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

FRANCISCO ROMERO

Dos proyectos me llenaban de ilusión en este panorama político agridulce de Caravaca: la recuperación para el pueblo del solar del antiguo ministerio de obras públicas en la calle Andenes, y la conocida como manzana Europán. El primero, entre otros muchos beneficios urbanísticos y estéticos, permitiría un aPresentando el proyectopeadero para dejar a los viajeros, con lo que mejoraría la visita turística a zonas y monumentos del casco antiguo, especialmente la Calle Mayor, y su consiguientedinamización comercial; por razones que desconozco, este proyecto, solicitado en lo que al apeadero se refiere desde los años previos al jubilar de 2003, no se llevará a efecto por ahora. El segundo, el de Europán, parece que, por fin, quizás se haga una realidad, tan necesaria como reivindicada por quienes habitamos este maravilloso barrio antiguo. Proyecto que surgió de lo que siempre consideré una gran idea: conseguir la adquisición de antiguos huertos particulares para dotar a esta zona de un jardín público y alguna posible dotación de servicios. Esta idea se alteró por problemas organizativos en direcciones generales de la Comunidad Autónoma, ajenos a quien promovió el plan desde Caravaca, e hizoque para la recuperación de este espacio se presentase un nuevo proyecto urbanístico que incluía viviendas, servicios y aparcamientos subterráneos. Dicho trabajo fue galardonado en la prestigiosa edición de los premios Europán, pero los vecinos no acogieron de buen grado que terrenos cedidos para jardines y servicios públicos se dedicasen en parte a viviendas, colmatándose una zona tan necesitada de espacios libres. Tampoco eran viables, por su alto coste, los aparcamientos subterráneos dada la morfología del terreno rocoso. El gobierno municipal que vino detrás, sin mirar color político, asumió la continuidad de esta tarea y recuperar las peticiones originarias del vecindario; hubo que convencer a técnicos y políticos de la Comunidad Autónoma de que, por muy bien mirado que estuviese aquel premio, debían cambiar planteamientos y acercarse a las necesidades reales de quienes allí vivían, los que mejor conocían sus mejoras y defectos, con todo mi respeto a los técnicos que discrepaban y con quien tantas conversaciones se mantuvieron. Con toda la pena que daba y da ver estos solares abandonados, personalmente prefería conservarlos así hasta que llegará una ocasión donde se pudiese adoptar el planteamiento original más o menos; sinceramente, cuando técnicos y cargos políticos de la Comunidad presentaban la disyuntiva de aceptación del proyecto premiado sin reservas, que incluía viviendas en medio, o la renuncia a cualquier otra solución, me reafirmaba en esperar mejor ocasión. Aquella idea que alentaron Antonio Martínez Reina y, muy especialmente, su concejal Montiel Vila, y queDomingo Aranda decidió continuar, por fin hoy parece acercarse a la realidad. Una vez que el actual alcalde hizo comprender a la Comunidad que el futuro de esta manzana no tenía por qué ir ligado ya al citado premio, por respeto a lo pactado con los propietarios y al sentir mayoritario de la población circundante, se abría el camino para un arreglo a través de los planes de obra y servicios u otro tipo de subvenciones, y un buen intento implicando a la inversión privada lo dirigió Orencio Caparrós, pero, como otras tantas cosas, lo aparcó la crisis. Ha costado lo suyo, pero puede ser un buen ejemplo de unanimidad en lo que al bien común conviene. Con todas las personas citadas tuve la suerte de hablar sobre este tema y, con las lógicas discrepancias, siempre recuerdo la sensatez y el sentido del bien común como premisa fundamental, en unos y en otros. Ahora toca en un momento tan crítico, ante el horizonte de las elecciones, en no obcecarse en la política de acoso a toda costa, de negar todo al enemigo político, y procurar que estos terrenos dejen de ser un inhóspito solar. Me desanimé un poco al ver que estos temas pasaban a segundo plano, como que importaba poco su realización o no tras décadas de espera,que lo importante es la «galería», y que se teñía el debate de presupuestos con un tono de populismo en torno alciertamente moderado sueldo del alcalde, quien no vino a hacerse rico en el ayuntamiento, ni a cobrar de lejos lo que entonces por su prestigio profesional percibía de la consulta, pero también era de esperar que su sueldo sea parecido a lo que como funcionario recibía de la Consejería, y ese desafortunado comentario que se oyóde que se quitase los trescientos euros y redondeara a dos mil es penoso, sobre todo viniendo de algunos que cobran más que él, y pusieron siempre el grito en el cielo con que se vulneraban sacrosantos derechos por los recortes a sus sueldos de funcionarios; me imagino que eso son mensajes de cara a sus parroquianos electorales más radicales, en fin, las urnas ya dirán si esos mensajes calan o no, pero dos excrecencias peligrosas tiene la democracia: la corrupción y la demagogia populista. Que impere la sensatez y la mal llamada manzana Europán se llame pronto Jardín o Parque de…

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