Ya en la calle el nº 1040

Procesos de envejecimiento en el Centro Especial de Empleo de APCOM

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Rosario Sánchez González – Fulgencio Rodríguez Andreu
(Centro Especial de Empleo Ecojardín –Asociación APCOM)
El centro especial de empleo ECOJARDIN acaba de cumplir su mayoría de edad.Hace 18 años que este centro iniciaba su andadura con una plantilla formada por seis trabajadores con discapacidad y un encargado cuya misión era cuidar y mantener los espacios ajardinados del municipio que el Ayuntamiento de Caravaca había cedido para ello a través de un Convenio. A partir de aquí vinieron sus momentos de máximo esplendor, donde cada día surgía una tarea nueva, un cliente nuevo, se diseñaron y construyeron jardines, y cada año se ampliaba la plantilla de trabajadores.

Rosario Sánchez González – Fulgencio Rodríguez Andreu
(Centro Especial de Empleo Ecojardín –Asociación APCOM)
El centro especial de empleo ECOJARDIN acaba de cumplir su mayoría de edad.Hace 18 años que este centro iniciaba su andadura con una plantilla formada por seis trabajadores con discapacidad y un encargado cuya misión era cuidar y mantener los espacios ajardinados del municipio que el Ayuntamiento de Caravaca había cedido para ello a través de un Convenio. A partir de aquí vinieron sus momentos de máximo esplendor, donde cada día surgía una tarea nueva, un cliente nuevo, se diseñaron y construyeron jardines, y cada año se ampliaba la plantilla de trabajadores.
Se aumentaba la plantilla porque las circunstancias así lo requerían. Además cuando empezamos a construir jardines y a hacer trabajos fuera, nos dimos cuenta que podíamos hacermás cosas, por ejemplo un vivero en el que cultivar plantas parasuministro propio.Y así pusimos en funcionamiento el vivero. Años después se inaugura la Floristería en el casco urbano, con lo que se da un paso más en la creación de empleo y en el crecimiento del centro.
Durante estos 18 años han pasado por el centro especial de empleo más de 30 trabajadores con discapacidad.De ellos alguno ya se ha jubilado, otros han encontrado un puesto de trabajo en la empresa ordinaria o han montado su propio negocio,y otros estuvieron con nosotros cubriendo bajas o periodos de vacaciones.Actualmente hay una plantilla de 18 trabajadores. La mayoría de ellos se dedica a la actividad de jardinería.
Tras estos 18 años de funcionamiento muchas cosas han cambiado, una de ellas la media de edad de los trabajadores que actualmente es de44 años. Si tenemos en cuenta que según el INE la edad media de la población activa en España es de 40 años, para una empresa ordinaria supondría una plantilla con una edad dentro del rango. Sin embargo, para nosotros supone unhecho muy importante a tener en cuenta.
Los datos que encontramos a nivel internacional indican que en las personas con discapacidad intelectual su proceso de envejecimiento inicia antes que en el resto de la población, se considera que una persona mayor de 45 años puede ser considerada como una persona que presenta características asociadas al proceso de envejecimiento.
De los trabajadores con discapacidad intelectual el 45% tiene una edad entre los 40 y 45 años y el 22% se encuentra en el tramo de los 47 a los 57 años. Como ocurre en el resto de la población, hay quien se ve más afectado y quien parece haber hecho un “pacto” con alguien para que la edad no pase por ellos. Lo que si es cierto es que empezamos a encontrarnos algunos casos que inician este proceso.
A nivel legislativo se han adoptado medidas para facilitar la jubilación de trabajadores con discapacidad.La edad de jubilación exigida en cada momento puede ser reducida en el caso de trabajadores con una discapacidad igual o superior al 65% o, también, con una discapacidad igual o superior al 45%.
La norma también rebaja el periodo del cómputo de la cotización de 30 a 25 años, y además permite a los trabajadores con discapacidad acceder a su pensión aunque no alcance el periodo de cotización mínimo mediante la cotización directa o contributiva de los años que le resten para alcanzarlo.
Desde el propio centro especial de empleo ya se han adoptado algunas medidas para estos casos tales como la realización de actividades que requieran un esfuerzo físico leve (trabajos en el vivero, riegos, podas manuales), evitar trabajos con maquinaria (por el esfuerzo físico que conllevan y los riesgos que implican) así como facilitar y colaborar en procesos de valoración y tramitación externos.
Somos conscientes de que esto no es suficiente así como de que en un corto plazo de tiempo nos vamos a encontrar con más casos a los que habrá que facilitar un tránsito adecuado a su nueva situación y una salida digna libre de las perversiones de la jubilación.
La jubilación marca el fin de la vida laboral, en la que hay un rol social muy concreto, con unas actividades y unos hábitos de uso del tiempo muy marcados y una productividad efectiva. El cambio de estos hábitos, suele ser brusco y aunque es un acontecimiento anhelado también lo es temido. Representa el descanso, el poder usar el tiempo como nos apetezca, el poder disfrutar del ocio a nuestro antojo; pero a la vez es temido porque igual no sabemos qué hacer con tanto tiempo libre y podemos tener la sensación de no valer ya para nada.
Lo primero que se nos viene ala mente al escribir este artículo es ¿Cómo me gustaría a mí que fuera mi jubilación? ¿Cómo me gustaría estar cuando me jubile? ¿Qué me gustaría hacer? ¿En qué me gustaría ocupar mi tiempo libre?Quizás, y siempre con la mejor de las intenciones, familias y profesionales, tendemos a decidir por las personas con discapacidad sin tener en cuenta qué piensan y qué es lo que ellos quieren. Nuestro trabajo empezará formulando las preguntas anteriores a los propios trabajadores con discapacidad.
Nuestro objetivo más inmediato es establecer un plan de actuación basado en Principios Éticos y de Calidad de Vida para dar respuesta a estas situaciones. Pero tenemos que tener en cuenta que la calidad no se improvisa, por ello son necesarios unos principios básicos de actuación:
– Todoslos procesos tendrán como referente criterios éticosuniversalmenteaceptados.
– Personalización de cada uno de los procesos, teniendo muy en cuenta la opinión y criterio de la persona con respecto a las alternativas y a todos los cambios que vayan a afectarle.
– Procurar la permanencia en el ámbito laboral el mayortiempoposiblesiempre que seabeneficiosopara la persona y ésta manifieste su interés por continuar trabajando.
– Realizar deforma gradual su ausencia delcentro de trabajo.
– Garantizar unaocupación de su tiempolibre:digna,positivay acorde a sus peculiaridades, garantizando solucionesinclusivas, normalizadoras y nosegregadoras.
– Derecho a una jubilación justa y adecuada a sus peculiaridades.
El marco de la “jubilación” ha de suponer para el trabajador una nueva etapa de su vida debidamente diseñada con su colaboración y con las garantías de un apoyo permanente, con unas prestaciones económicas justas y dignas.
Tenemos el reto de generar respuestas idóneas para que los trabajadores con discapacidad puedan disfrutar de un proceso de jubilación que les permita obtener altos niveles de calidad de vida. Durante mucho tiempo han sido excelentes trabajadores, han cumplido a la perfección con las obligaciones de su puesto y merecen apoyos y oportunidades para esta etapa de su vida.

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