Ya en la calle el nº 1040

Primer convenio, pero “seguro que no será el último”, entre la Fundación Cajamurcia y la Fundación Robles Chillida

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

PEDRO ANTONIO HURTADO

El primer convenio que firmamos en el Noroeste murciano entre cualquier colectivo y la FUNDACIÓN CAJAMURCIA, con cargo al presupuesto del recién estrenado año 2015, ha sido con una Fundación de reciente nacimiento, aunque ya lleva algunos años enfrascada en su c{jcomments on}onstitución y más de uno otorgando valiosísimas becas de investigación y estudio que biPrimer convenio, pero “seguro que no será el último”, entre la Fundación Cajamurcia y la Fundación Robles Chillidaen merecen el más alto de los elogios, la consideración más distinguida y el apoyo de todo tipo de instituciones por la encomiable labor que está desarrollando este incipiente, pero noble y muy bien gestionado colectivo. Hablamos de la Fundación Robles Chillida, con cuyos dirigentes nos sentamos en mesa redonda, dicho en el aspecto físico, para firmar el citado primer convenio de 2015 y primero, igualmente, con esta Fundación, aunque bien es cierto que “no será el último”, como ya está comprometido, tal como proclamó, en una reunión previa, en las instalaciones de “Las Claras”, en Murcia, sede de la propia FUNDACIÓN CAJAMURCIA, Pascual Martínez Ortiz, Gerente de la misma.

En el acto de la firma citada, comparecieron, tal como ofrece la imagen captada por José Esteban Caro Azorín, de izquierda a derecha, el tesorero de la Fundación Robles Chillida, José Antonio Martínez Moreno; Amador López García, Presidente, así como el asesor legal, Pedro Andrés Ruiz Mulero, cerrando, por la derecha, Antonio Calixto García Sánchez, Director de la oficina de la entidad financiera, denominada Caravaca-Juan Carlos I, y el autor de esta crónica en su calidad de Director de Zona de CAJAMURCIA-BMN en el Noroeste murciano.

Historia, creación y desarrollo

Al tratarse del primer convenio que firmamos con esta organización, cabe referirse un poquito a su historia, creación y desarrollo. Así, pues, apresurémonos a mencionar a su fundador, Elías Manuel Robles Chillida, quien durante toda su vida se dedicó, en cuerpo y alma, a la investigación, lo que le ha valido a las nuevas generaciones que le han sucedido para poder disfrutar de un enorme legado de trabajos y estudios realizados, como fruto de esa entrega y esa creencia en desarrollar ampliaciones de la ciencia en beneficio de los demás y de quienes vayan llegando a la vida. Los dos grandes apartados a los que dedicó su tarea investigadora podemos centrarlos en los vertebrados e invertebrados. Se licenció en farmacia por la Universidad Complutense de Madrid (1963). Ejerció como farmacéutico en Valencia (1963-1967), volviéndose a Madrid para desarrollar esa vocación suya que le impulsaba a mantenerla viva y apostar por ella seria y muy decididamente. Dedicó, sin dudarlo, diez años de estudio al campo de los vertebrados. realizando su tesis doctoral en el Departamento de Parasitología del Instituto Español de Entomología, perteneciente al Centro Superior de Investigaciones Científicas. Tal tesis fue leída en 1969 con la calificación “cum laude” por unanimidad. Emprendió estudios concienzudos y muy decididos relacionados con la morfología ultramicroscópica de tejidos animales. No contento con los logros alcanzados, inicia unos intensos estudios sobre Morfología Ultraestructural y Funcional en el campo de la Zoología, esencialmente en el sistema nervioso periférico, realizando un valioso trabajo sobre formaciones sensitivas epiteliales y cuticulares en invertebrados, lo que le valió, igualmente, para ser considerado un gran profesional de la ciencia y un enamorado de su profesión al que le gustaba ayudar a cuantas personas quisieran invertir su tiempo en esa ardua pero muy ilusionante tarea, como él mismo la definía. Nació en Caravaca de la Cruz (1934-2010) y se convirtió en todo un ejemplo de dedicación incansable en el campo científico al que dedicó, prácticamente, toda su vida que, dicho sea de paso, estuvo plagada de valores científicos, por lo que resultaría muy prolijo e interminable quererla exponer aquí, porque el espacio no nos lo permitiría, pero sí podemos resumirla en la de un hombre colmado de valores, lleno de generosidad, como demuestra el mandato de la creación de la Fundación Robles Chillida para convertirla en su obra póstuma, así como también era poseedor de una formación científica que ha servido en muchos departamentos de investigación mundiales y que pertenecen a un caravaqueño que llevaba el conocimiento en las venas y la ciencia en el corazón.

Un riquísimo patrimonio arquitectónico en manos de la propia Fundación Robles Chillida

Son varios los apartados en los que la mencionada Fundación desarrolla su actividad. Por un lado, se trata de una entidad que atesora un gran patrimonio inmobiliario, con indiscutibles y muy bien calificados valores arquitectónicos en la mayoría de los casos, cuya meta es recuperarlos y ponerlos en valor para uso público, hallándose en Caravaca de la Cruz varios de ellos de muy relevante calado que, seguro, recuperarán su fisonomía inicial gracias al trabajo ímprobo y denodado que está desarrollando el conjunto de componentes del Patronato que lidera la muy elogiable tarea de esta entidad benéfica. Pero, además, ya se han sucedido dos ediciones de relevantes becas en el mundo de la investigación que han recibido notables profesionales murcianos, aunque, como anécdota oportuna, tenemos que decir que, en la segunda y hasta ahora, última edición, las cinco agraciadas fueron mujeres, mientras que el primer año estuvo compartida, por sexo, la distribución de tales becas o reconocimientos que, pese a gozar de una cabeza visible, todos los beneficiarios se refirieron, en los distintos actos de entrega de los mismos, a sus equipos como generadores del mérito por el que habían conseguido tales distinciones. A los dos actos de entrega de premios a la investigación, que han tenido lugar hasta ahora, hemos sido invitados y podemos decir que han constituído una auténtica solemnidad, celebrados en la desacralizada y conventual iglesia de La Compañía de Jesús, con una selección de invitados realizada con tanto esmero que han estado representados todos los sectores de la sociedad caravaqueña: empresarial, cultural, político, formativo, económico, comercial, deportivo, servicios, etc., etc. Y ha presidido, siempre, el Rector Magnífico de la Universidad de Murcia, entidad que colabora muy directamente, junto al resto de las demás universidades de nuestra Comunidad Autónoma, con la Fundación Robles Chillida en la búsqueda de los valores a premiar a través de estas considerables y muy atractivas becas a la investigación.

Premios “María Chillida Choza” en memoria de la madre del fundador, Elías Manuel Robles Chillida

Tampoco se descuidan las iniciales vocaciones intelectuales de la Enseñanza Primaria. Mediante ello, la Fundación recompensa el esfuerzo del alumnado en las pedanías de Caravaca de la Cruz, siguiendo el ejemplo de la madre del fundador, maestra en la pedanía de los Royos, en cuyo recuerdo se entregan los premios que llevan su nombre, “María Chillida Choza”, en diversas modalidades, todo un símbolo de amor a la enseñanza y reconocimiento al trabajo bien hecho en su divulgación. Estos premios están dirigidos a las alumnas más destacadas, a nivel académico, que hayan cursado los estudios de Primaria en cualquiera de los centros escolares de las pedanías de Caravaca de la Cruz, tal como estableció en su legado el fundador, Elías Manuel Robles Chillida, mecenas y promotor de esta iniciativa que basa, en este apartado, la memoria de su madre, claramente influenciado por el ejemplo que ofreció su progenitora a lo largo de su tarea pedagógica, especialmente en los muchos años que la ejerció en Los Royos.

Una Fundación, pues, que ha llegado para quedarse y muy satisfecha que puede estar, por ello, toda la sociedad caravaqueña al contar con otro nuevo colectivo que se suma al apoyo al estudio, a la investigación, a la recuperación arquitectónica y a todos esos valores de los que, directa o indirectamente, todos nos beneficiamos. Buenos días.

Pedro Antonio Hurtado García
es Director de Zona de CAJAMURCIA-BMN
en el Noroeste murciano

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