JAIME PARRA
Hace apenas un año, Blas Jiménez tomó las riendas de una empresa que se encontraba a punto de desaparecer al retirarse, sin relevo, su anterior propietario.
Desde entonces la plantilla de Prensametal, empresa dedicada a la fabricación y distribución de estufas metálicas y hornos de máxima calidad, además de trabajar todo tipo de carpintería metálica. ha aumentado de uno a ocho trabajadores.
De una empresa destinada al cierre a un negocio puntero
Lo primero que hizo Blas Jiménez, con la finalidad de moderninzar la empresa, que se encuentra en Barranda, fue renovar todas las instalaciones.
“El objetivo es llegar a ser punteros en el sector, para ello vamos a hacer productos nuevos y a aumentar el ámbito de ventas”, explica Blas Jiménez, quien piensa aplicar los conocimientos y la red de contactos que le han proporcionado sus otras empresas para alcanzar su meta.
Un año marcado por la Covid-19 que no ha afectado las ventas de Prensametal
Prensametal se encuentra en el proceso de potenciar su marca comercial a nivel nacional, una transformación que tarda años y que, además, se ve dificultada por el hecho de que con la crisis sanitaria producida por la Covid-19 este año no se han celebrado ferias donde exponer su producto.
Sin embargo, Prensametal, cuyo ámbito de actuación se encuentra en España y Portugal, está vendiendo mucho más de las previsiones que tenían, tanto que no les ha dado tiempo aún a fabricar producto nuevo con un diseño más actual.
Taller de fragua: un servicio esencial para la comarca
Pese a que a Blas Jiménez le resultaría más sencillo dedicarse tan solo a la producción en cadena de estufas y hornos, ha mantenido el taller de fragua, el único en una comarca que depende de la agricultura y de la ganadería.
“Tenemos más de 1.500 clientes, que si se ha roto un apero, que si un tractor… lo más cómodo hubiera sido cerrar la puerta; tengo dos personas exclusivamente para el taller de fragua y no damos abasto”.
Blas Jiménez por último señala que se ha embarcado en esta aventura, no por ambición económica, sino porque le gusta marcarse nuevos retos, como es el de continuar dando trabajo en Barranda y el de transformar en unos años una empresa abocada al cierre en una de las más exitosas de este país.
