MARIANA PÉREZ ALMAGRO/@skullsladytattoogallery
Y si desde hace siglos las jefas y jefes de tribus, faraones, Reinas y Reyes lucían con orgullo sus tatuajes, ¿por qué ahora debe ser causa de escándalo social?
Actualmente el tatuaje está tan normalizado que el 70% de la población mundial tiene como mínimo uno, ¿por qué no nuestros políticos? Vladimir Franz, abogado, profesor, artista y político checo tiene el 90% del cuerpo tatuado. Justin Trudeau, el Primer Ministro de Canadá esta tatuado. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid tiene tatuada una rosa. Alberto Garzón lleva tatuada la constelación de Perseo y el actual ministro del Interior, Marlaska, luce en la muñeca derecha un geoglifo de un poeta chileno. Pero sin duda la que más me gusta es la actual Ministra de Exteriores de Nueva Zelanda. En 2.016 Nanaia Mahuta, a sus 46 años, pasó a la historia como la primera mujer política en el mundo, miembro de un parlamento, en llevar tatuado un moko kauae. Ministra de Exteriores y anteriormente de Desarrollo Maorí, Aduanas, Juventud, Medio Ambiente y Turismo. La historia de su moko está marcada por el aniversario de la muerte de su padre, hijo adoptivo del rey Koroki y hermano mayor de la reina Te Atairangi Kaahu. Incorpora patrones tradicionales de su tribu, los Ngati Maniapoto. No hay dos tatuajes maoríes iguales, cada diseño es único y personal. Su moko no sólo ha servido de inspiración para otras mujeres maoríes en conservar sus raíces y tradiciones, sino como Nanaia cuenta en una entrevista, como mujer maorí quiere que su hija sepa, que todo está al alcance de su mano, solo ha de estirar el brazo y cogerlo. Otras mujeres maoríes, transmitieron su orgullo a Nanaia cuando ella asistió por primera vez con el moko al parlamento, políticamente correcta, mostrando con orgullo sus raíces, su significado único y la fuerza de sus ancestros que la protegerán siempre.