David Pérez Molina
La Calle de la Almazarica siempre ha supuesto un importante conector para la zona sur de Caravaca, conectando dos barrios como el de la Santa Cruz con la prolongación de la Gran Vía, sin tener que pasar por esta misma.
Para una calle tan valiosa y transitada, lo cierto es que el tiempo no ha sido amable con ella, dejando aceras demasiado estrechas y dañadas bordeando un asfalto estrecho y sin plazas de aparcamiento claras. Todo junto a un solar de 500 metros abandonado, que hace las maravillas en atraer insectos molestos y animales callejeros, algo menos que deseable para una calle que tantos niños transitan para llegar al colegio.
Por todo esto, no es de extrañar que desde el Ayuntamiento se hayan querido poner las pilas tras todo el ajetreo de las elecciones, comenzando las obras para la reforma de la calle en este final de junio.
Asfaltar, renovar la red del agua potable y reparar las aceras y ponerlas a la altura de la accesibilidad del resto de Caravaca no es el único objetivo de estas reformas, como nos deja saber el recién reelegido José Francisco García Fernández, quien se ha reunido con la prensa desde la propia calle. El otro gran proyecto es aprovechar el solar que tantos quebraderos de cabeza había dado a los residentes, negociando desde el ayuntamiento con los propietarios para construir un parking disuasorio para unos cincuenta vehículos aproximadamente.
Esta noticia no es sorprendente, pues como José Francisco apunta forma parte del plan de renovación urbanística del ayuntamiento, creando parkings en lugares parecidos por toda Caravaca en un intento de subsanar los problemas de aparcamiento que nuestra ciudad sufre desde hace tiempo a esta parte.
La obra forma parte del Plan Obras y Servicios 2022/23, y posee una inversión prevista de 50.000 euros, euros. Se tiene previsto que las obras sean express, terminando la reforma de la calle propiamente no más tarde de la primera semana de Julio.