Si tus sueños no te asustan es que no son lo suficientemente grandes (Mohamed Ali)
Sebastián Soria Martínez
Siendo pequeño, recuerdo en mi casa de la calle Martín Muñoz, como unos amigos de mis padres, le preguntaron a mi hermano mayor, (éste no tendría más de 10 años, yo siempre, cinco años menos): ¿qué es lo quería ser de mayor? Y su respuesta fue clara y sin titubeos: ¨- quiero ser piloto de un avión militar. Recuerdo las risas de estas personas ante la respuesta tan contundente del ahora, Sr. Coronel-Director de la Academia General del Aire de San Javier, y el semblante serio de mi hermano, pues entendía que la respuesta no era de broma. Esa pequeña conversación, es uno de tantos recuerdos que tengo grabado en mi memoria,”. – ese sí que era un sueño suficientemente grande para asustar a cualquiera”.
Yo no puedo hablar de su profesionalidad en el ámbito castrense, ni de cómo ha ejercido o sigue ejerciendo su profesión militar por las distintas etapas, categorías y destinos que ha realizado. Me consta que es un grandísimo profesional, pues reúne ese carácter de superación, enorme ética y una pasión desmedida por su profesión y por nuestro país. Quizás a sus paisanos, amigos y conocidos, lo que más le conmueva sea el “resultado”: el haber sido piloto de caza, el haber pilotado distintos aviones militares por medio mundo, el haber estado en zonas de conflicto bélico, actualmente conocidas como misiones humanitarias, o quizás, su paso por las distintas categorías militares, desde su ingreso como cadete en la Academia General del Aire de San Javier, para años más tarde, el “destino militar”, otorgarle la gran responsabilidad de dirigirla, con el actual grado de Coronel, siendo el primer murciano que ostenta dicho nombramiento. Pero éste no será ni mucho menos, tu fin de meta, estoy seguro que no pasará muchas “lunas”, para alcanzar ese grado de General del ejército del Aire.
“Cuando se hace un estudio imparcial de las personas exitosas se llega a la inevitable conclusión de que la persistencia, la concentración de esfuerzos y la determinación del propósito son las principales fuentes de sus logros”. (Napoleon Hill, escritor estadunidense).
Lo que sí estoy legitimado en este caso, es poder escribir, sobre los valores que, a mi juicio personal, el ILMO. Sr. Coronel, D. Pascual Soria, ha tenido siempre, valores que lo transmitió a su entorno; primero a sus cuatro hermanos menores, y después a sus tres hijas. Podría hablar de valores personales: su honradez, de ética, de ser una persona sencilla, de ser responsable “a más no poder”, de su persistencia y superación. Todo suma, para que una persona pueda alcanzar grandes logros, incluso la elección de la persona con la que compartes la vida, es fundamental para conseguir la estabilidad necesaria, en los continuos cambios de residencia y destinos, ya sea en España o en el extranjero, y en ese aspecto mi cuñada Anabel Robles ha sido un apoyo y un pilar importantísimo, en la vida profesional y familiar de mi hermano.
Simplemente, resaltar que detrás de la persona que porta ese uniforme que actualmente ostenta esas tres estrellas de ocho puntas, se encuentra un gran ser humano, que cada vez que tiene oportunidad, regresa a su casilla de salida, a su ciudad, Caravaca de la Cruz, con su familia y amigos.
Lejos quedó su etapa escolar en el colegio Santa Cruz, posteriormente su paso por Instituto San Juan de la Cruz. En su etapa de juventud, el haber pertenecido a la Banda de Música de Caravaca o el haber participado en numerosas temporadas como portero de balonmano del equipo caravaqueño, muchas de esas temporadas tuve la suerte de jugar con él, junto a mi otro hermano, Eduardo.
Son ejemplos de las numerosas inquietudes que siempre ha mantenido y quizás el reconocimiento que este viernes próximo le hace el periódico “el Noroeste”, debería ir enfocado a ser ejemplo para nuestros jóvenes: de como el hijo mayor de una familia humilde, sin ninguna conexión militar, se propuso un objetivo de futuro, lo persiguió hasta conseguirlo; con mucha responsabilidad, esfuerzo y tenacidad, pero aún más importante es que una vez logrado, ni el paso de los años, ni el desgaste por las distintas categorías y destinos, ha mermado ese carácter de superación, honestidad esfuerzo y responsabilidad, en ese caravaqueño, donde siendo yo un niño, un día le escuche decir en voz alta: “quiero ser piloto de un avión militar”.