Ya en la calle el nº 1040

Paseo otoñal en torno al Cerro del Carro

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

CRISTINA SOBRADO

Comenzamos andadura en las tierras altas de Caravaca, más concretamente en los Royos, desde donde partiremos para rodear su cerro testigo, el Carro, paseando por campos cerealistas y veredas casi olvidadas…
Así pues, iniciamos nuestro paseo en los Royos, junto a la fuente coronada con una cruz que hay a la orilla de la carretera, frente al ambulatorio y el local social. Nos encontramos justo en la Cañada Real del Cortijo del Espín. Andando unos pocos metros hacia la salida del pueblo en dirección oeste hacia La Junquera, veremos el abrevadero concejil de los Royos, que con una superficie de 1 hectárea está actualmente ocupado en parte por los edificios antes citados. Aprovechando el manantial se edificó también el lavadero comunal, que como curiosidad, tiene pilas individuales en vez de colectivas. Seguimos camino en dirección oeste, hacia La Junquera, por la carretera que aquí coincide con la Cañada Real y también con la calle Mayor. Dentro aún de la población, ya podremos ver una variada fauna: Gorriones comunes y chillones, Urracas, Tórtolas turcas, Estorninos negros… A los pocos metros de dejar atrás las últimas casas, aparecen acompañando nuestro andar con sus vuelos cortos, Cogujadas, de color tierra, que seguro se posarán cerca mostrando una pequeña cresta. Los márgenes a ambos lados del asfalto son amplios, pero no alcanzan los 75’22 metros que le corresponden como Cañada Real. El Cerro del Carro se ve delante a la derecha, imponente con sus dos cumbres. A uno y otro lado, sembrados cerealistas en diferente grado de desarrollo, y zonas incultas de barrancos, que se abren a partir de pequeñas cascadas formadas al romperse la costra caliza próxima a la superficie del terreno. En estas zonas incultas aparecen otras especies de fauna como, la Abubilla, y con algo de suerte, durante todo el paseo podremos observar una de las aves de mayor envergadura de nuestros cielos: el Buitre leonado.
Continuamos en dirección a La Junquera hasta tomar un camino de tierra, el 2º que sale a la derecha (aproximadamente a los 3.460 mts) poco antes del camino asfaltado del Retamalejo, que sale a la izquierda, y teniendo a la vista el Ventorrillo de los CaCerro del Carroballos y La Torre Girón. Tomamos pues por este camino a la derecha, en ligera subida, para llegar muy pronto ante unos corrales de ganado, primero a la izquierda y luego otro a la derecha; es el “Porche de los Caballos”. Desde aquí el camino se desvanece y durante algunos cientos de metros deberemos intuir cuál es su trazado ya que en parte ha sido labrado, sin embargo si seguimos en la misma dirección, manteniendo a la derecha el pie de monte del Cerro del Carro, y a la izquierda los sembrados y la Cañada de Tarragoya, acabaremos encontrando de nuevo y de manera nítida y fácil el camino. Llegamos a una hilera de grandes Chopos, aquí el arroyo corre junto al camino, en este punto se puede cruzar hacia Las Peñicas o dar una vuelta por el cauce y conocer mejor esta interesante zona húmeda. De fondo puede oírse el reclamo del Buitrón, la potente voz del Pito real, o el aflautado reclamo de los Mirlos. Si nos fijamos en los troncos de los Chopos, será fácil localizar algún agujero de unos 80 mm de diámetro que habrá sido tallado por el Pito real, pájaro carpintero también conocido como “caballico del agua”. Continuamos el camino en dirección al cortijo de Los Morales, donde nos encontramos con un abrevadero muy peculiar, ya que es como una balsa con un lateral en rampa para que las ovejas puedan entrar a beber. Está abastecido por una fuente adyacente que surge de la propia roca y conectado por un canal de construcción poco habitual. En esta zona de nivel freático próximo a la superficie del suelo, crece un bosquecillo de Álamos blancos con ejemplares impresionantes.
Aquí no será raro oír el reclamo de algún Carbonero común (chi-chipan, chi-chipan) o un Herrerillo común. Seguimos aproximándonos a las casas, llevamos 6.880 metros, y al llegar a la altura de una torre del tendido eléctrico vemos que sale un camino a la derecha que asciende por la ladera; va en dirección a Los Royos rodeando el Carro, que como punto de referencia sigue a nuestra derecha. Continuamos por este camino y tras pasar junto a una antigua era que apenas ya se reconoce, el camino se bifurca; escogemos el de la izquierda que coincide con un tendido eléctrico, a la derecha seguimos teniendo el Cerro del Carro y al fondo a la izquierda se adivina la carretera que llega a Los Royos. La ladera está poblada de vegetación arbustiva, y aquí puede verse alguna Curruca cabecinegra, escabulléndose en vuelo bajo entre la vegetación. Pronto se suaviza la pendiente y empieza a llanear entre sembrados, al fondo se ve un depósito de agua hacia el que nos dirigimos, también aparece a nuestra vista el cementerio y la torre de la ermita, y por fin, los Royos. Se continúa hasta pasar por la puerta de la ermita y luego bajar por unas escaleras hasta el punto de inicio (8.680 metros aproximadamente).

CÓMO LLEGAR A LOS ROYOS
Desde Caravaca de la Cruz, nos incorporamos a la C-330 dirección Barranda, hasta el cruce de la Venta Cavila; giramos a la izquierda para incorporarnos a la RM-711 dirección Lorca. Pasamos la Almudema, y a un 1 km aprox., encontramos un cruce antes de un largo puente en paralelo a otro con muchos arcos ya abandonado sobre la rambla Tarragoya, aquí giramos a la derecha por esta pequeña carretera, la C-18, que nos llevará hasta los Royos (30’9 kms desde Caravaca, y unos 32 mnts).

DEBEMOS FIJARNOS EN…
Los campos de cereal, un cultivo tradicional bastante respetuoso con el medio, y que actúa “casi”como un ecosistema natural: la Estepa.
La Rambla Tarragoya, con múltiples notas de color gracias a los árboles caducifolios que en esta época cambian su estado y color…tintes de otoño que embellecen una rambla ya de por si interesante por los valores ambientales que aún atesora. Zona importante para las aves en paso migratorio.
El Carro, una de las mayorLas Peñicasses elevaciones de la zona (1269 msnm), y sin duda, punto estratégico en el pasado. Conserva una interesante vegetación en todas sus laderas.
Espectaculares manantiales naturales. No en vano, el topónimo de los Royos parece ser una derivación de “los Arroyos”.

RECOMENDACIONES BÁSICAS
Ruta ideal para hacer en familia y con niños, sin grandes desniveles ni firmes malos, incluso los primeros kilómetros por la Cañada Real del Cortijo del Espín, son de asfalto.
• Botas de montaña o zapatillas de treking y pantalón largo.
• Según estación y climatología, ropa adecuada y chubasquero.
• Mochila (para guardar la ropa que nos sobre) con comida y bebida.

DATOS TÉCNICOS Y MIDE
Grado de dificultad: Baja.
Cartografía: Hoja 931-1 Los Royos. 1:25.000 Mapa Topográfico Nacional. I.G.N.

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