Mª Ángeles Moragues Chazarra
El murciano Pascual Gar
cía no es ya ningún desconocido en el plantel literario nacional español. Ni el ensayo, ni la poesía ni la narrativa ni tampoco los artículos periodísticos se han resistido al talento e ingenio de este autor de ingente variedad bibliográfica.
Ahora, en 2014, ha hecho público El arte, las palabras y las horas en ediciones de la Universidad de Murcia, Editum, y tras la leontina y la paleta de la portada ilustrativa, realizada por Francisca Fe Montoya, encuentra el respetado lector un vasto legado de un total de veintisiete escritos autoriales que prometen desde el título. Pascual García articula este volumen en tres divisiones de clara diferenciación temática en las que confluyen pintores, escritores y el mismo autor. Y donde no pasan desapercibidos para el más exigente lector artículos de la enjundia de “Solidaridad y Literatura” donde el autor aúna sendos motivos en aparente disonancia y, sin embargo, tan en consonancia y de tanta actualidad social y que constituye un ensamblaje, prodigioso donde los haya, en el que a través de una analepsis de las obras más emblemáticas de nuestra Literatura hispánica reflexiona acerca de la ancestral institución del matrimonio y su esencia literaria. Mención especial merecen el pensamiento y las líneas dedicadas a obras como El ingenioso hidalgo D. Quijote de La Mancha y Cien años de soledad o el estudio cuidado y esmerado sobre El relámpago inmóvil de Pedro García Montalvo de cuya creación narrativa es un profundo conocedor.
Más de trescientas páginas redactadas, una memoria intemporal en las que la voz del mismo escritor descolla en la última parte y, con una impronta propia, sella testimonios vivenciales tales como su paso por la Universidad de Murcia y el recuerdo de quienes motivaron su vocación de creador de ficciones. A ello es imprescindible unir el uso de un registro lingüístico pulcro y preciso que dota de estilismo formal a los renglones escritos. Renglones en los que, las más de las veces, tropieza el lector con expresiones de enjundia sentenciosa que marcan el carácter y el tono de algunos de estos escritos, si bien la astucia narrativa de Pascual García sabe, también, contraponer el uso de textos de más ligero contenido para no perder la atención de quienes a su escritura se acercan.
Así pues, merece la pena acercarse a esta rica variedad de piezas breves para encontrar momentos de grato entretenimiento en una lectura amena y momentos en una lectura honda. El dominio del detalle significativo o la precisión para insuflar interés en cualquier aspecto, por minúsculo que sea, determina el desarrollo continuado de El arte, las palabras y las horas, obra de un escritor intenso enraizado ya en la Literatura actual.
