Ya en la calle el nº 1040

«Para completar el conocimiento que tenemos sería necesario excavar el poblado, del que apenas conocemos nada», Victoria Page, directora del Museo de Arte El Cigarralejo de Mula

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

MICAELA FERNÁNDEZ

Hace tan sólo unos días se inauguraba en el Museo del Vino de Bullas la muestra ‘El tiempo detenido’ que recoge el legado fotográfico de Don Emeterio Cuadrado Díaz. Virginia Page, directora del Museo de Arte Ibérico El Cigarralejo de Mula es una de las personas que más conoce al que se considerara uno de los padres de la arqueología. Junto a él participó en las excavaciones arqueológicas que se desarrollaron en el yacimiento ibérico de El Cigarralejo y actualmente contribuye a su salvaguarda, difusión y conocimiento a través del museo El Cigarralejo en el Palacio de la familia Llamas, marqueses de Menahermosa.

fachada museo cigarralejo
fachada museo cigarralejo

.- ¿Qué es ‘el tiempo detenido’, la muestra que acoge Bullas hasta el próximo agosto?
Es una exposición temporal e itinerante. Ya ha estado, además de en el museo del Cigarralejo, en otras sedes de la Región como museo de Salazones (Mazarrón), Teatro Romano (Cartagena), museos municipales de Jumilla, Cehegín o Alhama. Durante el 2018 viajará a otros puntos peninsulares como el Museo de Albacete.
La muestra recoge 42 fotografías que desvelan la vida personal y trayectoria profesional de D. Emeterio Cuadrado Díaz: fotos de su infancia, esposa e hijos, obras realizadas como Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos, como arqueólogo en diversos Congresos, viajes culturales y por supuesto en las excavaciones del Cigarralejo. Acaba con fotos de su legado, esto es La Asociación de Amigos de la Arqueología de Madrid y el museo de Arte Ibérico El Cigarralejo de Mula.
Completan la exposición una serie de objetos: elementos y útiles usados en las excavaciones del Cigarralejo, publicaciones señeras de D. Emeterio, réplicas de unos cuantos exvotos hallados en el santuario del Cigarralejo y, en esta ocasión, la familia Cuadrado ha prestado un pañuelo bordado a mano por las mujeres de los obreros que D. Emeterio tuvo en Bullas, para construir un túnel de más de tres kilómetros de longitud, dentro de las obras del Canal del Taibilla, para abastecer de agua a Cartagena. Obreros que, con su testimonio, lograron liberar de la prisión a D. Emeterio en la guerra civil.
.- Usted es una de las personas que mejor conoció a la figura de Don Emeterio Cuadrado arqueólogo, ¿qué puede contarnos de él?
Era un hombre excepcional y no solo por sus conocimientos en ambas profesiones Ingeniero y Arqueólogo, donde destacó sobradamente, sino por su buen hacer, puedo decir que fue una buena persona. Tengo muchos recuerdos y anécdotas de aquellos días, así como de cuando estuvimos montando todo el museo del Cigarralejo junto a Elena Ruiz y Carlos García Cano en el verano de 1992. Pero para mí lo más significativo es que sin apenas conocernos, sólo con las referencias de mi maestra la Dra. Ana Mª Muñoz Amilibia, nos acogió en su casa a los entonces estudiantes Ángel Iniesta, José Miguel García Cano y a mí misma –su equipo murciano-, para que pudiéramos asistir a sus excavaciones. No hemos de olvidar que todo este tiempo sufragó de su bolsillo todos los trabajos, hasta que en 1984, la Comunidad Autónoma se hizo cargo de los gastos mediante una subvención que se prolongó hasta 1988. Recuerdo como cuando nos telefoneó para indicarnos las fechas para excavar en el Cigarralejo en agosto de 1988, mi marido le comentó que desgraciadamente yo no podría asistir a las mismas, ya que acabábamos de ser padres. D. Emeterio se quedó algo apesadumbrado y a los pocos días llamo de nuevo satisfecho, para decirnos que había resuelto el problema; había rescatado su antigua cuna que dispuso en uno de los dormitorios de su casa en Mula, para que la pudiera usar mi hija, con lo que el problema estaba zanjado y yo ya podría ir a la que sería la última campaña arqueológica en Cigarralejo. Por supuesto, ambas asistimos y disfrutamos –como siempre- de una calurosa acogida por parte de su mujer Dª Rosario, quien nos trató siempre como si fuésemos uno más de la familia.
.- ¿Qué lleva a un Ingeniero de Caminos a centrarse en excavar un yacimiento arqueológico?
Se encontraba por la zona realizando las obras del Canal del Taibilla, es decir, que su profesión le hizo estar en continuo contacto con el campo, lo que le permitió descubrir numerosos yacimientos arqueológicos, no solo el Cigarralejo. Recordemos por ejemplo La Encarnación (Caravaca), La Bastida de Totana o La Almoloya de Pliego, estos dos últimos re-excavados recientemente y puestos en valor por un equipo catalán, pero fue Emeterio Cuadrado el primero en excavarlos y dar la notica sobre los mismos en sus publicaciones. Era una persona muy culta que inmediatamente se puso a investigar y estudiar los hallazgos, para acabar realizando unas magníficas publicaciones pioneras en muchas cuestiones en la época como el ritual funerario, los arreos de montar ibéricos y un largo etc.
No es un caso aislado, como ejemplo más paradigmático tenemos a los hermanos Siret. Luis Siret fue un Ingeniero de Minas y al igual que don Emeterio descubrió varios yacimientos arqueológicos, siendo hoy considerado uno de los padres de la arqueología, especializándose sobre todo en la Edad del Bronce peninsular
.- ¿Se arrepintió en algún momento?
Creo que disfrutó siempre de y con la arqueología. De hecho al jubilarse como ingeniero, momento en el que se encontraba en la plantilla del Canal de Isabel II, regaló toda su biblioteca, para poder dejar espacio libre en casa, espacio que ocuparía inmediatamente con los libros de arqueología, su gran pasión. Durante las excavaciones, oí alguna protesta de sus hijas, quienes se quejaban que de jovencitas pasaban todo el mes de agosto en Mula –con el calor que hacía- excavando en el Cigarralejo, en vez de ir a la playa o a otro sitio. D. Emeterio siempre decía “y lo que yo me divierto…”
.- Pensaron en algún momento que aquella zona seca y difícil acceso albergaría un yacimiento de las características que encontraron?
D. Emeterio descubrió primero el santuario sobre 1945. Al prospectar la zona, en la ladera del monte encontró una pequeña figura tallada en piedra, en forma humana decapitada. Inmediatamente se dio cuenta de la importancia del hallazgo y de que en lo alto del cerro, debía encontrarse el santuario. Le dedicó tres campañas de excavaciones en las que exhumó un gran edificio cultual y una favissa o pozo ritual con cerca de los 200 exvotos u ofrendas dejados en el mismo por los fieles. En 1948 comenzó el trabajo en la necrópolis, al descubrirla casualmente un agricultor que se disponía a plantar un almendro y en vez de encontrar una orza llena de oro, vio con decepción que estaba llena de cenizas y huesos. Creo que sí fue consciente de la importancia de los descubrimientos ya que inmediatamente compró el terreno donde se ubicaba la necrópolis y le dedicó 40 años de trabajos ininterrumpidos. Pidió los correspondientes permisos y a partir de ahí sufrago los gastos. Como ya hemos comentado, D. Emeterio encontró muchísimos yacimientos de todas las épocas a lo largo de nuestra Región, el escoger precisamente el Cigarralejo, fue sin duda, porque lo consideró de gran interés.
.- ¿Cómo definiría a Don Emeterio Cuadrado arqueólogo?
Desde los años 40 desarrolló una fecunda labor arqueológica, plasmada en una ingente producción científica prehistórica y sobre todo de la cultura ibérica. Un gran –el mejor- especialista en arqueología ibérica que ha asentado las bases para el conocimiento que actualmente tenemos de esta cultura: el ritual funerario, la tipología de los enterramientos, la espiritualidad del hombre ibérico, los arreos de montar del caballo, así como cualquier objeto que conforma la cultura material ibérica; la tipología de la cerámica ibérica fina, de cocina, de barniz rojo, las importaciones, el armamento, las fíbulas o imperdibles y un largo etcétera. Sus publicaciones aún hoy en día siguen siendo de referencia obligada para cualquier estudio de la protohistoria peninsular.
Fue el primero en excavar con metodología científica en un yacimiento arqueológico, aplicando sus conocimientos de ingeniería, lo que hizo que su documentación de campo fuera muy depurada y precisa, al igual que su posterior trabajo de laboratorio (inventario, dibujo, restauración, ….)
Nunca permitió que su colección se dispersase, cediéndola finalmente al Estado con la condición de que todos los materiales permanecieran en Mula, su lugar de procedencia, y que se creara un museo para custodiarlos.

.- El yacimiento todavía cuenta con un espacio sin descubrir, ¿será posible en algún momento que se pueda conocer toda la historia de El Cigarralejo?
Efectivamente, para completar el conocimiento que tenemos del Cigarralejo, sería necesario excavar el poblado, del que apenas conocemos nada. Sólo los pocos restos de muros de piedra que se vislumbran en superficie y que corresponden a la última fase de ocupación de este interesante asentamiento ibérico. Falta también por excavar una pequeña parte de la necrópolis y los alrededores del edificio considerado como santuario, ya que en otros santuarios ibéricos de nuestra Región, se han encontrado pequeños deambulatorios o caminos en espiral que permitían a los fieles llegar al mismo, otras construcciones que pudieron pertenecer a las personas encargadas del culto, etc.
.- ¿Cuáles fueron los momentos más destacados de aquella excavación?, ¿cuál fue el hallazgo más importante?
Fueron muy destacadas la aparición de las denominadas “tumbas principescas” nº 200 y 277, por la calidad y cantidad de objetos hallados en su interior, formando parte del ajuar funerario. El tamaño de la cubierta de piedra también era excepcional, para una tumba ibérica. Recuerdo con especial cariño cuando descubrimos La Dama del Cigarralejo, muy deteriorada, fragmentada y casi irreconocible, hasta que se descubrieron los pies sobre una peana. A partir de ahí, nos pusimos a mirar con gran interés todas las piedras de la zona, por si se nos había pasado algún fragmento esculpido.
.- Los exvotos de El Cigarralejo son quizá el aspecto más conocido y difundido de El Cigarralejo utilizado incluso como marca de Mula, ¿cuáles son los objetos más destacados a su parecer localizados en el yacimiento?
Es difícil escoger uno o varios objetos. Hay muchos elementos muy interesantes y valiosos por la información que aportan para el conocimiento de la cultura material ibérica, ritual funerario, sociedad, espiritualidad, etc. en su conjunto, es el mejor museo para estudiar las armas ibéricas. También para conocer cualquier objeto usado en la vida cotidiana, las cerámicas ibéricas o las de importación, procedentes de distintos puntos del Mediterráneo, … dada la abundancia de los mismos.
Quizás destacaría el carrito esculpido en piedra, tirado por dos mulas, la placa de plomo con escritura en greco ibérico, y el vaso de Las Granadas y de los Puñales y las cabecitas de oro que forman parte de una joya, ya que se tratan de piezas únicas, que no podemos encontrar de momento en otros museos.
.- La vieja casa junto al yacimiento donde durante décadas sirvió de refugio del sol y la lluvia a las personas que trabajaban en la excavación sigue en pie, ¿debería de ser un lugar donde se reconozca la labor histórica de Don Emeterio?
Sería fantástico si el yacimiento pudiera ponerse en valor, rehabilitándolo y reconstruyendo unas cuantas sepulturas, para que todos los visitantes vean in situ como fue el paisaje funerario de la necrópolis del Cigarralejo en el s. IV a. C. Sería un complemento ideal a la visita al museo. Por supuesto, dentro de la puesta en valor, del conjunto, integraría la casita que podría servir como un pequeño centro de interpretación para explicar cómo era el día a día en el yacimiento, mientras duraban los trabajos de excavación.
.- ¿Qué se siente al poder recorrer a diario las vitrinas que recogen todo el trabajo de décadas?, ¿añora el trabajo de campo?
Una gran satisfacción de que en Mula podamos disfrutar de este magnífico museo.
A veces sí que añoro las excavaciones, fue una época muy bonita de mi vida, en la que además del trabajo hice buenos amigos en Mula, amigos que hoy forman parte de la directiva de Asamic. Nuestra Asociación Amigos del Museo, que colaboran en mantenerlo vivo y en que la actividad del mismo no decaiga, además de conseguir acercar al museo a un público, al que de otra forma me hubiera sido imposible acceder.
.- Debería ser la figura de Don Emeterio Cuadrado más conocida en Mula?
Si, aunque la figura de don Emeterio es muy conocida entre los mayores, incluso a nivel mundial en el campo arqueológico. Pero creo que no lo suficiente entre los más jóvenes. Es fundamental darlo a conocer y sobre todo no lo olvidemos, que mantengamos viva su memoria, ya que le debemos un gran legado. Además de muchísimos estudios que ha asentado las bases para el conocimiento principalmente de la arqueología ibérica, reseñar como ejemplo la creación del museo de Arte Ibérico El Cigarralejo, una de sus labores más meritorias que cierran como colofón toda una vida de trabajo, esfuerzo y de generosidad. Quizás la que ha calado más hondo en la sociedad muleña.
No está de más hacer un recordatorio periódico a su gran labor, puesto que el agradecimiento no tiene caducidad, de ahí que hayamos querido homenajearlo con esta exposición itinerante que muestra una parte ínfima del archivo fotográfico de Emeterio Cuadrado, hoy conservado en el Archivo General de La Región de Murcia.

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