JUAN DE DIOS MORENILLA
Desgraciadamente, ha vuelto ocurrir. Por enésima vez otraciudadana ha sufrido un fatídico tropiezo en la Gran Vía de Caravaca por eldiseño y deficiente terminación de la controvertida reforma de la calzada del principal vial de la ciudad, ejecutada en la legislatura anterior. La existencia de un incomprensible y traicionero falso bordillo construido entre el asfalto y la línea de aparcamientos adoquinados de esta concurrida avenida,con un resalte en toda su longitud, ha provocado innumerables caídas. En esta ocasión las consecuencias del accidente han sido graves pues una señora mayor tropezó el pasado jueves con este peligroso falso bordillo en un paso de peatonessituado al principio de la Gran Vía. En su caída se golpeó violentamente contra el suelo,provocándole fractura de muñeca, lesiones en la cara y otras partes del cuerpo.Las sucesivas caídas con consecuencias dolosas han sido comunicadaspor los vecinos en numerosas ocasionesa la policía local -quienes han recogido varios heridos del mismo lugar por idéntica circunstancia-, a responsables de Servicios del Ayuntamiento y a distintos concejales del Gobierno Municipal, sin obtener resultado alguno. Si la Seguridad Social hubiera pasado factura al Ayuntamiento de Caravaca por las costosas atenciones médicas dispensadas a los accidentados, a buen seguro que hace años este fatídico paso de cebra ya hubiera sido ordenada su reparación -bien barata- por el gobierno local.