PEDRO ANTONIO HURTADO GARCÍA
Si les damos el nombre de Natividad Macho Álvarez, seguramente podamos estar hasta confundiéndoles, pero si les decimos que la verdadera denominación de la cantante española de tronío y actriz íntimamente ligada a países tan próximos, en lo afectivo, como México y Argentina, por todos conocida como Nati Mistral, su nombre artístico, estamos convencidos de que la situación se torna diferente. Su perfecta y bien depurada dicción, así como su brillante y limpia pronunciación, le sirvieron para convertirse, por añadidura, en protagonista de recitales poéticos con textos complejos y brillantes de autores clásicos que, en su voz, sonaban a gloria, igual que sus canciones se convertían en música celestial. Nati Mistral (13-12-1928, Madrid-España/20-08-2017, en la misma capital española) debe su apellido artístico a un “capricho” de su madre, profunda admiradora de la chilena poetisa Gabriela Mistral, de quien adoptó el apellido artístico con el que siempre se identificó. Mujer de un único hombre, Joaquín Vila Puig, industrial barcelonés con el que se casó en 1959 y que falleció en 1995, feliz matrimonio que no tuvo hijos.
Nuestra sección rinde tributo, en forma de obituario, a los personajes del mundillo musical. Y Nati Mistral no puede quedar ajena a ello, porque, aunque también era actriz de lujo, supo alternar teatro y canción y lo que es la mezcla de ambos géneros, es decir los musicales escénicos, de los que fue una de las principales impulsoras en España, llevando obras musicales a los mejores escenarios de nuestra “piel de toro”.
Frecuencia hospitalaria
Una hospitalización tras otra, prácticamente, ha sido su nota dominante en los últimos diez meses, hasta encontrarse con su fallecimiento a los 88 años de edad. El pasado día 27 de Octubre de 2016, se produjo su primer ingreso hospitalario reciente, con motivo de un derrame cerebral que le dejó en estado extraordinariamente grave y, aunque abandonó el centro hospitalario, sus ingresos en edificios de esa naturaleza no han cesado desde entonces. Ha “podido” con la totalidad de géneros teatrales: comedia musical, drama, zarzuela o teatro clásico, además de música y cine. En el terreno dramático protagonizó “Fortunata y Jacinta”, “Divinas palabras” o “Bodas de sangre” y, en 1983, reapareció, tras varios años alejada de los escenarios, con “Isabel, reina de corazones”.
Shakespeare, Lorca y Antonio Gala
Ha trabajado por la profesión y ha defendido a los compañeros más necesitados. Antonio Gala, autor de la obra titulada “Café Cantante”, escribió un texto con mordaz dedicación a la situación que la corrupción nos ha dejado en España, hasta tal punto que declaró, el escritor, que “España entera es el ‘Café cantante’”. Y las actrices elegidas, para el reparto completo, Nati Mistral y Ángeles Martín, quienes se meten en la piel de las protagonistas de la obra, estrenada el día 14 de Agosto de 1997 en el “Teatro Consulado”, de Bilbao, “una comedia ardiente, convertida en tragedia anunciada, salpicada de crímenes, pero repleta de gozo, alegría y buen humor”, en definición del propio Gala, autor que, por vez primera, ha llevado al papel una obra exclusiva para dos personajes, diseñando un lenguaje distinto para cada una de las dos actrices. Define como un “ejercicio de estilo” esta “experiencia interesante”, como también la califica. Y no faltan condiciones como “popular, divertida y malhablada”. Nati Mistral, además, rindió tributo, en forma de homenaje, a los poetas, marco para el que eligió el madrileño “Teatro Albéniz”, convirtiéndose en la actriz española que en más ocasiones interpretó a García Lorca, además de estrenar, en 1998, el espectáculo titulado “Simplemente Lorca”.
“El sueño de una noche de verano”, de William Shakespeare, representó su primera obra como experimentada de la escena. En materia musical, fue a los 15 años, cantando un fado, cuando ganó un premio en “Radio Madrid”. Recibió una propuesta de contratación para la compañía de Lola Flores y Manolo Caracol, para formar pareja artística con Tony Leblanc. Triunfó en Alemania y gozó de éxitos en los años ’50, gracias a las revistas musicales “Te espero en el Eslava” o “Ven y ven al Eslava”.
En la “Expo de Sevilla”
Le vimos, nos deleitó y nos sorprendió, por su dominio escénico y su sentido de la noble competitividad, expresada, por ella, en forma de colaboración con sus compañeras de cartel, en 1992, en el “Auditorio de la Expo”, de Sevilla”, en el espectáculo “Azabache”, junto a las no menos veteranas Juanita Reina, Imperio Argentina y Rocío Jurado. Nuestra calificación personal: “Impresionante e inolvidable”.
Cine, premios y canciones
Aunque protagonizó unas diez películas, sus apariciones en la gran pantalla se tornaron infrecuentes. Sin embargo, sus galardones, premios y reconocimientos fueron notables, copiosos y de reseñado alcance. En cuanto a la música, que es lo nuestro, destacan canciones como “Bajo los puentes de París”, “Flor de té”, “Agua que no has de beber”, “Mala entraña”, “Guitarra, dímelo tú”, “Tata Dios”, “Paisajes de Catamarca”, “No soy de aquí”, “Balada para un loco”, “El Corralero”, “Bien se ve”, “Yo vi llorar a Dios” y, adicionalmente, ha hecho una de las versiones más castizas y sentidas de la zarzuela titulada “La Gran Vía”. Descanse en paz toda una señora. Buenos días.
