MICAELA FERNÁNDEZ
José Páez es el máximo responsable de la Cofradía de El Niño Jesús del Balate. Como Hermano Mayor del Niño, junto a un comprometido grupo de personas, mantienen viva la tradición por la divina imagen.
La imagen del Niño de Mula es una de las más queridas por los muleños y poblaciones vecinas, ¿qué suponen estas fiestas patronales?
Suponen el reencuentro anual de los fieles y devotos con el Niño de Mula. Bajar desde su santuario y procesionar por sus calles un año más bendiciendo a todos, o la llegada del 10 de septiembre tan esperado por todos en el que pueden besar sus pies.
¿Cuál es la actividad en torno al Niño más destacada?
Todas son destacadas y, decantarme por una es muy difícil.
¿Cuál es la más complicada de organizar?
a bajada del día 8 y la romería del día 22, por los permisos a solicitar y por el dispositivo que hay que montar con Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, Bomberos, Ambulancias, Servicio de Limpieza… Agradecer a todos su colaboración y al Ayuntamiento al completo la ayuda que nos prestan.
¿Cuál definiría como una de las actividades más emotivas?
La Cruz de Impedidos. Llevar la Cruz del Niño a los enfermos impedidos y encamados, que no pueden salir de su domicilio para ver al Niño, y nosotros le acercamos la Cruz, es algo muy emotivo, verlos besar la Cruz y llorar, son momentos especiales.
De los actos del Niño, ¿qué no debería perderse nadie?
La noche del 20 a 21 de septiembre, la peregrinación nocturna, cuando muchos peregrinos de localidades vecinas, y no tan vecinas, llegan caminando o en bicicleta hasta Santo Domingo para venerar al Niño. ¿Cómo se encuentra en este momento la Cofradía? Se encuentra en un buen momento. Este año hemos tenido 40 nuevos ingresos como hermanos, algo difícil en los tiempos que corren.