CARLOS MARTÍNEZ SOLER
Dígase de antemano que todavía no he visto El ministerio del tiempo, pero que esta serie concurra en el tiempo con la que hoy nos ocupa, Bajo Sospecha, hace presagiar que se avecina un futuro prometedor para la ficción española en 2015.
Los que me conocen saben bien que no soy gran admirador de nuestras series patrias, no trago para nada El Príncipe, La que se avecina, Con el culo al aire, etc., productos muchos de ellos nacidos bajo la vitola de originales y novedosos, pero que no dejan de ser un refrito mal ejecutado de obras ya vistas. De hecho, los títulos españoles que me haninteresado han sido pocos: Crematorio, Pulseras Rojas, Cuéntame y El tiempo entre costuras. Productos todos ellos muy bien facturados, con un diseño de producción sobresaliente y con un plantel actoral notable. Algunos pensarán que esto sólo no basta, pero visto lo visto en nuestra televisión, es más que suficiente para destacar por encima del resto.
Bajo Sospecha, obra promocionada y publicitada a bombo y platillo por Antena 3, nace de las entrañas de Bambú Producciones, productora responsable entre otras cosas de relatos como Velvet y Gran Reserva. Lo que no se le puede negar a esta empresa es que sus series tiene una acabado excelente y como no podía ser de otro modo,Bajo Sospecha también lo tiene. Sus escenarios, ambientación, fotografía, música…, están más que cuidados y esto para mí ya es decir mucho.
Al margen de su acabado técnico, por comparar podríamos decir que Bajo Sospecha es la Broadchruch española, salvando las distancias claro está, pero quien haya visto ya algún capitulo no me negará más de una similitud: desde el caso principal (desaparición de la niña), pasando por una población desconfiada, 2 policías con dispares modus operandi, hasta llegar a ese juego tan interesante de hacernos creer que todos esconden algo y que pueden ser el culpable.Si bien su primer capítulo no empezó del todo bien, en él se apreciaba un interés desmesurado por intentar abrir múltiples puertas que probamente luego no se cerrarán. Su segundo episodio ha subido un poco el listón, aclarando en cierta medida el bosque de sombras en el que se adentra esta serie. A esto tenemos que unirle, todo sea dicho, que el último capítulo no tuvo ni una sola pausa publicitaria, fruto tal vez, y no es por «pensar mal», de la perjudicial contraprogramación existente en nuestro país, pues no me van ustedes a negar que obras como ésta y El ministerio del Tiempo coincidan en el tiempo no deja de ser cuanto menos algo criticable.
Por ahora Bajo Sospecha me atrapa, me creo su halo de misterio y suspense, tengo interés por descubrir más y porque se resuelvan esos silencios y medias verdades que asolan el relato, eso sí, lo que no me trago es a Blanca Romero, lo siento mucho, pero pocas veces he visto a una actriz con tan poco carisma, esperemos que al igual que la serie ella también crezca con el discurrir de los capítulos.