Pablo Lorencio, militante de Juventudes Socialistas de Cehegín.
Aún no se sabe cuánto durarán, desde Burete hasta Valentín y Gilico, las pataletas y lloriqueos del PP de Cehegín al haber confirmado la señora alcaldesa en sus propias carnes que, por su cara bonita, no va a obtener sus más de 3400 eurazos brutos al mes sin consultar con nadie de la oposición. Un infantilismo, por parte de los populares, que sobrepasa con mucho la sagrada escritura entre los acólitos o hooligans del PP de darle al botón de “compartir” a todo lo que suban en sus redes o las institucionales del Ayuntamiento (cuyo uso se han atribuido a su antojo y cinismo).
Se ha conseguido, tras la intensidad de los llantos, movilizar a asalariados del Gobierno Regional y a intervenir al PP de la Región, mucho más de lo que ya de por sí le gustaría, en Cehegín.
Dejando a un lado, por supuesto, lo personal, he de advertir que en este artículo se criticarán estrictamente las capacidades como gestores políticos de los concejales que pretenden liberarse y estar cobrando un sueldo público: a la política se viene llorado de casa.
Y es que la propuesta realizada el pasado miércoles en el Pleno nos recuerda a los cehegineros muchísimo a aquellos tiempos en los que un señor alto con bigote, cuyo paradero actual es desconocido pero su actividad no tanto, recogía al mes auténticos dinerales públicos a cambio de, únicamente, seguir endeudando al pueblo. Bueno, todo sea dicho, las fiestas y castillos de cohetes eran magníficos; las oportunidades de trabajo, no tanto. De aquellos polvos, estos lodos: el Ayuntamiento está endeudado hasta las trancas y no puede pedir nuevos préstamos. Está intervenido.
Y siguiendo tales conductas; hasta aquí hemos llegado: el antecedente más inmediato de sueldazos, curiosamente, fue la legislatura pasada. Don Jerónimo Moya Puerta, junto con sus tres compañeros, alzaba la mano al mismo tiempo que doña Alicia del Amor y los cuatro concejales del PP para cobrar la friolera de 6833,34 € brutos al mes entre los dos. Todavía, según un concejal del Grupo Popular ceheginero que se ha quedado sin “paguita”, tenemos que dar las gracias a doña Alicia por haberse bajado el sueldo a los 3033,33 € brutos al mes a cambio de no haber aparecido apenas, ni ella ni el concejal de Obras y Servicios, por el Ayuntamiento en los dos últimos años de la pasada legislatura. Hago constar el salario en bruto porque las contribuciones a la Seguridad Social también las incorpora el sueldo para los que se “lo ganan y trabajan”.
Dejo claro el pasado: el Partido Popular nunca ha votado a favor de ninguna de las liberaciones del Partido Socialista. Ni siquiera cuando solamente estuvo liberado el alcalde, Pedro Abellán, durante la legislatura de 1983 al 87, habiendo 10 concejales más del PSOE.
A tanto llega el nivel de demagogia del PP y de XCehegín que, según los populares, el Partido Socialista ha pactado con XCehegín para que la alcaldesa no cobre su dineral, y según el autodenominado partido de los cehegineros, el Partido Socialista acordó con el PP un malvado pacto para evitar que su “amado y brillante” líder, Jerónimo el Magnífico, consiguiera la alcaldía. ¿Con quién ha pactado, entonces, el PSOE de Cehegín? A ver si se aclaran.
Sin embargo, ni sirviéndose de la mentira y el ultraje pueden tapar la realidad de que ellos fueron quienes pactaron, con intermediario incluido, y que por el Pantano de La Cierva todas las mañanas se ve obligado a pasar un cochazo de más de 50.000€. No solamente es ridículo el posicionamiento de ambos partidos, sino que a mí me daría absoluta vergüenza.
Aún quedan en la ecuación dos importantes asuntos. Por un lado, los votos positivos a la propuesta del PP. Por otro, las liberaciones parciales.
A pesar de que prácticamente la mayoría de los habitantes de Cehegín todavía no sabe si el idioma que usa para expresarse el concejal de Vox, Juan Carlos Amor, es el francés, el marroquí o el chino mandarín, ahí están: regalando su irrelevante voto en la aritmética de concejales de la actual Corporación, sin ponerle ni siquiera un precio simbólico, al PP. Pero sabemos cómo funcionan los populares, lo que te regalan hoy, no os preocupéis, mañana os lo cobrarán. Pues bien, no han tardado en pasar la factura de su apoyo, atribuyéndose a sí mismos un sentido de estado y de pueblo alejado de lo humano.
Ante eso, y un poco más a la derecha, está Matías Gabarrón. El concejal de Gestiona Cehegín ya ha tenido que corregir al PP de Cehegín tras su comunicado en su página de Facebook (corran, puede que lo borren todo) para aclarar que «en ningún momento calificó de “justas” esas liberaciones».
Pero más allá de eso, como ciudadano sé que el Ayuntamiento de Cehegín, en la actualidad, está en un momento crítico, y hay que reducir gastos superfluos. Pero un Ayuntamiento no es una empresa; es imposible defender 3 años gastando lo mínimo y renunciando imperativamente a no contratar ni a una sola persona nueva para los numerosos problemas que surgen, día a día, en la rutina del gobierno municipal.
Pero, sobre todo, no entiendo qué razón de reducción de gasto público lleva a Matías a votar a favor de la liberación del concejal de Obras y Servicios, Pedro Lorencio, al 75%. Este dato supone 2375,00 € brutos al mes por no trabajar la jornada completa y dando por hecho que no se especifica cuántas horas, de manera exacta, han de trabajar los concejales “parcialmente liberados”. Una patraña, una tomadura de pelo: ¿se imaginan cobrar un salario así por trabajar 30 horas a la semana?
La falta de experiencia en política municipal, por parte de Gestiona Cehegín, le puede conducir a haber defendido esta postura. No así por parte del PP, que de sobra deberían saber que el concejal de Obras y Servicios debe asistir con frecuencia a cada una de las obras que estén en marcha en el pueblo, para su supervisión y servicio. Aún varios vecinos (5 casas afectadas) están esperando los arreglos de sus hogares, por ejemplo, en la calle de La Fortuna, ocasionados tras la realización de las obras en vía pública para instalar la tubería de gas. Se le filtran a nuestros paisanos aguas que están echando a perder sus viviendas y el Ayuntamiento se ha limitado a instalarles una bomba de agua para verter el líquido afuera. Llevan así desde 2021, peleándose entre la Concejalía y la multitud de empresas subarrendadas para ver quién no tiene la culpa y echar balones fuera.
Por estas razones se hace más que obvio defender la dedicación en exclusiva de este concejal al servicio de Cehegín, ahora bien, sin un sueldazo: el 100% de lo que se planteó en el pleno de la semana pasada serían 3166,66 brutos al mes. Y no son pesetas.
Para rematar, Don José Antonio Zafra Corbalán propone una liberación al 70%, lo que supone cobrar 2216,66 € brutos mensuales. Sus competencias: Turismo, Comercio y Hostelería (conjunta), Pedanías, Medio Ambiente y Montes (conjunta), Protección Animal, Consumo, Deportes y Seguridad Ciudadana. Pero es evidente que le falta la concejalía de Redes Sociales visto el tiempo al día y la intensidad que mantiene en ellas. Al margen, aunque desconocemos qué labores realizará en cada una de las competencias que formalmente se le otorgan, con 5 horas al día (supongo) estaría espachao según la liberación parcial que proponen. Habida cuenta de que las Pedanías gozarán de sus alcaldes pedáneos y de que la Seguridad Ciudadana se gestiona de manera eficaz por los efectivos de la Policía Local, hay argumentos más que de sobra para dejarnos de gastos de relleno. Aprovecho para recordar que todos los concejales del equipo de gobierno cobran por asistir a las labores propias de sus cargos. Es decir, Don José Antonio cobraría por realizar cada reunión o despachar el más mínimo asunto dentro de sus competencias. Nada más que añadir.
En definitiva, por más que la Alcaldesa y sus concejales luzcan fotos y publicaciones a cada paso que dan, no por su belleza ni estilo les caerá su sueldo del cielo. Este artículo no pretende más que tratar el tema de las liberaciones con un ligero sentido del humor, nada personal tengo contra doña Alicia, al contrario, me parece una gran persona. Pero gobernar no es tener una foto con el bastón de mando, ni lucir palmito, y menos en minoría. Esperemos que entre tanto escaparate y fachada se vendan tablas, capacidad de negociación, resolución, eficacia y mucha mano izquierda, porque si no es así, mal vamos los cehegineros. A la política se viene llorado de casa y con la firmeza y orgullo de servir a Cehegín.