GLORIA LÓPEZ CORBALÁN
Esta semana se ha estrenado en una cadena de televisión una serie que ha arrasado en Inglaterra Llama a la comadrona, basada en el libro que con el mismo nombre publicaría Jennifer Wort en el año 2002 y en el que contaba sus experiencias siendo una comadrona en la Inglaterra más deprimida del siglo XX. Todo un éxito.
No hace falta irse a Inglaterra para dedicarle este articulo a una excepcional comadrona, y mejor persona, que ha ayudado durante muchos años a nacer niños en Caravaca, incluidos los míos. Era su forma de ser, de explicar las cosas y su desparpajo lo que te ayudaba muchas veces a superar esa desconocida realidad que se avecinaba y que tú no sabías como atender, la que ella solventaba con “en África tenías que parir” y que te devolvía a tu sitio y te hacia entender que ninguna regla era más fuerte que el cariño. Aquí en Caravaca, cuando llamábamos a la comadrona, llamábamos a “la Maribel”, y seguramente, su vida también daría para una serie de televisión.
La protagonista de la exitosa serie de la BBC y autora de la trilogía en la que se basaría es Jennifer Lee, nacería el 25 de septiembre de 1935 en Clacton-on-Sea, Essex, mientras sus padres veranaban allí. Fue la suya una infancia normal y feliz en la ciudad de Amerscham, en Buckinghamshire y estudió en la escuela Belle Vue hasta los 14 años. Decidió, como todas las chicas de su edad, estudiar taquigrafía y mecanografía, lo que la llevó a trabajar como secretaría en una escuela de gramática de Amersham. Pero el trabajo de despacho era monótono y no le llenaba lo suficiente, por lo que decidió aprender enfermería. Cuando terminó de estudiar entraría a trabajar en el Hospital Royal Berkshire y de allí decidió trasladarse a Londres con apenas 22 años. Cuando la joven llega a la Casa Nonnatus, no sabe que es un convento; la han destinado allí para completar su formación como enfermera y especializarse en la profesión de comadrona. Bajo la mirada experta y humana de las religiosas que gobiernan el convento, Jennifer y sus tres amigas Cynthia, Trixie y Chummy traerán al mundo muchos niños. Su trabajo se desarrolla en uno de los barrios más pobres y que luego resultaría uno de los más castigados por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. Durante diez años trabajaría en los Hospital Elizabeth Garrett Anderson y en el Hospital Marie Curie ayudando a traer al mundo a muchos niños.
En 1963 Jennifer Lee se casa con Philip Worth, con el que tendría dos hijas, Suzannah y Juliette. En 1973 decide dejar paso a otras más jóvenes y emprende otra nueva faceta en su vida: la de concertista. Se licenció en el London College of Music y se dedicó a dar clases de piano y canto. Durante muchos años dio conciertos como solista y con distintos coros en Inglaterra y el resto de Europa. Los últimos años de su vida los dedicó a escribir sus experiencias como comadrona, y el que sería su testamento literario, In the Midst of Life , en el que cuenta la experiencia con la enfermedad terminal que le ganaría la batalla el 31 de mayo de 2011 y que se la llevaría sin saber el éxito que serían sus libros.
Es este un agradecimiento sincero a Maribel, esa comadrona que juntaba medicina, experiencia propia y cuidados ancestrales, acumulados en una vida dedicada a ayudar a venir al mundo a nuestros hijos.