JAIME PARRA
La historia de la repostería Doña Luisa es la historia de un sueño, y la protagonista es doña Luisa, sus hijos y su hermana, que abrieron este verano una repostería en Caravaca (calle Vicente Aleixandre, 1, bajo) donde vender tartas personalizadas y repostería dulce y salada completamente casera.
Una repostería que, en palabras de su gerente, Adriana Valverde se marcó el objetivo de innovar con productos que no se hallan en otras pastelerías de la ciudad, como los que se consumen en su Bolivia natal, país que abandonaron hace quince años para instalarse en España.
Un objetivo para el que toda la familia suma: Doña Luisa con sus creaciones culinarias; su hermana, encargada de la limpieza y el apoyo de doña Luisa; Adriana, además de gerente, lleva las redes sociales del comercio y sus hermanos, además de como inversionistas, apoyan uno, diseñador gráfico, con el diseño de las tartas y la estructura digital y el otro con sus recetas de empanadas que ya han ganado fama en Caravaca.
Especialidades
Entre sus especialidades destacan la empanadilla colombiana, hecha con masa de maíz molido rellena de ternera desmechada; y también la empanadilla salteña, cuyo origen se remonta al tiempo de la Colonia, cuando se elaboraba para los mineros en Potosí, y que se ha convertido en su producto estrella los fines de semana. Es una masa al horno con un relleno a base de pollo o ternera con verduras, quedando crujiente por fuera y por dentro jugosa.
Destacan además sus empanadillas de queso al horno, fritas… que se hacen directamente con proveedores locales de leche y queso.
Entre la repostería dulce destacan los alfajores argentinos: una masa suave con harina de maicena y un relleno de dulce de leche casero que hace doña Luisa y como adorno coco.
Otro de sus grandes éxitos entre los clientes de España es la tarta de tres leches.
Y tampoco se olvidan de los dulces tradicionales de España, gracias a la colaboración de la anterior dueña del bajo, doña Luisa prepara recetas como rollos de huevos y para esta Navidad dulces típicos. O de traer para sus clientes el mejor pan de la zona, el hecho en las panaderías Pancho y Josefita.
Mesas dulces y desayunos sorpresa
Como buenos emprendedores, han diversificado el negocio y preparan con una decoración maravillosa “mesas dulces” para eventos como cumpleaños, bautizos, comuniones y también “desayunos sorpresa” personalizados.
Tras la buena acogida que ha tenido su repostería en Caravaca, vislumbran un futuro en el que abrir más tiendas, no solo en este país, y poder ofrecer empleo a más personas.
Un sueño, el de la repostería doña Luisa, que se gestó en familia y que ha llegado a Caravaca para dar a conocer las bondades de la cocina de Bolivia.