PASCUAL GARCÍA
Como conozco al autor de esta novela, no puedo dejar de destacar el entusiasmo a raudales que desborda en cada una de sus empresas, no solo en la más discreta y recóndita de la escritura, sino también en su labor de director de revistas y programas culturales, organizador de eventos y seguidor de foros dedicados a un género literario, que en él es pasión y vida, aunque no debemos olvidar tampoco su labor de poeta.
Posee ya una amplia bibliografía creativa, entre la que deberíamos mencionar títulos como “Con paso lento”, “La maldición”, “A mi manera”, “la isla y otros relatos”, “Dulce amargor”, “Crepusculario o “El rey de las esfinges”, entre otros, pertenecientes al género narrativo y a la poesía.
La novela mítica, legendaria, con personajes extraídos a medias de la vieja epopeya griega y de la más novedosa épica gótica, constituye una obsesión literaria, que ha dado ya excelentes frutos, para el escritor de Molina de Segura, atento siempre a las novedades del género, trabajador incansable y lector privilegiado, amante de la palabra literaria, pero sobre todo, de la fábula exótica, de los personajes que la imaginación, la cultura y la historia fraguan en su mente como seres del espíritu.
En realidad, un escritor como Francisco Javier Illán constituye una rara avis en el panorama actual de la literatura y, a la vez, es un ejemplo no solo para los que se inician en el misterio de la le tura, a los que desde aquí les aconsejo alguno de sus libros, como el que nos ocupa, sino también para los que se atreven a adentrarse en la magia de la escritura, como lo hace él, con el ánimo arriesgado de afrontar una aventura diferente.
Desde el propio título, distinguimos los valores narrativos de un género que pretende entretener y crear a un mismo tiempo un universo de personajes, de paisajes y de acciones absolutamente novedosas: “Los cielos se abrieron como una descomunal cascada, la espesa cortina de agua impedía la visión a escasos pies de distancia.”
Construir un mundo nuevo, poblarlo con figuras y seres venidos de la pura imaginación, pero adornados con referencias culturales, literarias y mitológicas no sería suficiente, si no hubiera detrás de todo esto la intención de transmitir una idea particular sobre el mundo, sobre el ser humano en general y acerca de la literatura y de la poesía.
En esta nueva entrega de su vieja saga novelesca hallaremos, de nuevo, la pasión primera por la palabra y la alegría del creador para abrirse paso entre la espesura de la oscuridad y descubrir la luz.
EDITORIAL: QDIH