JAIME PARRA
Al acceder en diciembre de 2019 al cargo de presidente de la DOP Calasparra, José Martínez se marcaba como objetivos el mantenimiento de la calidad, la promoción y, sobre todo, que el agricultor obtuviera rendimiento económico de su trabajo.
A pesar de que hemos atravesado una pandemia y vivimos una guerra en Europa y una crisis energética, la DOP Calasparra no se ha apartado de su rumbo y, a finales de 2022, ya se advierten avances muy positivos.
“Conseguimos”, enumera, “el proyecto del Grupo ArrozInnova, también el mantenimiento de la subvención para instalación de feromonas por tercer año consecutivo y estamos trabajando en un programa de salvaguarda para el cultivo a través de un PDR especifico para el Arroz en la Región. En cuanto a la calidad, nuestros agricultores y nuestros molinos nos ofrecen un producto único, y la promoción en este 2022 que ahora termina ha sido tremenda, más de sesenta actividades dentro y fuera de España con un gran impacto”
¿Los resultados en tanto por ciento en productividad, calidad y reducción de fertilizantes gracias al proyecto ArrozInnova están siendo los esperados en las parcelas donde se desarrolla?
Precisamente ahora estamos haciendo balance del primer año del GO ArrozInnova y podemos adelantar que son muchas las conclusiones positivas que nos arrojan los primeros datos.
El 2 de febrero presentaremos el trabajo realizado este año y las conclusiones que tanto técnicos, investigadores como agricultores han sacado, un proyecto de innovación y sostenibilidad totalmente necesario para nuestro producto.
¿De qué otras formas se apoya desde la Consejería de Agricultura al arroz de Calasparra?
La comunicación con la Consejería es continua, rara es la semana en la que no tengo contacto con Antonio Luengo. Creo que nos encontramos en un momento en el que la administración regional es consciente de la importancia que tiene el “Coto Arrocero” para los agricultores y para el mantenimiento de un ecosistema perfecto entre agricultor y el entorno.
Como antes indicaba, estamos trabajando en un proyecto a medio y largo plazo que debe ser el empujón definitivo para consolidar nuestro cultivo.
¿Cómo ha sido la cosecha en este 2022?
Estamos muy contentos con los resultados de esta cosecha, puesto que si la extrapolamos con los datos a nivel nacional podemos hablar de la mejor cosecha de los últimos años en términos de rentabilidad del cultivo. Con 20 hectáreas menos que el año 2021, los agricultores han sido capaces de sacar casi los mismos kilos, esto refuerza el dato de que se han aumentado los rendimiento por hectárea, siendo un año catastrófico a nivel nacional en el sector. En el bomba hemos sido capaces de aumentar los rendimientos un 23% con respecto a 2021.
¿Algún peligro que se vislumbre en el futuro cercano para el arroz de Calasparra?
En la agricultura siempre surgen peligros e incertidumbres, pero tendremos que afrontarlas conforme vayan surgiendo. Sin duda, asistimos al trabajo más duro del mundo, el del agricultor, y a veces no recompensado como merece.
Creo que la sociedad no ha sido capaz de valorar el trabajo del sector primario en nuestro país, y eso es clave, la concienciación social para el mantenimiento de nuestras cosechas.
¿Se está produciendo un relevo generacional entre los agricultores?
Las trabas, las incertidumbres y la indefinición hacen complejo el que hoy los jóvenes se quieran dedicar a la agricultura, pero en el Coto Arrocero contamos con nuevas generaciones implicadas en el cultivo, debemos aprender de nuestros mayores pero incorporar a los jóvenes, el futuro depende de ellos.
Entre octubre y noviembre se han celebrado las II Jornadas Gastronómicas del Arroz, ¿cómo ha visto su evolución desde la primera edición?
Creo que es una fecha consolidada en el calendario y que además Calasparra ha apostado muy fuerte por dar visibilidad al Día Internacional del Arroz. Siempre lo he dicho, ojalá algún día lleguemos al 31 de octubre como festivo en Calasparra, eso significará la consolidación definitiva y el mejor homenaje a nuestra historia.
Este año han premiado desde la DOP a la cooperativa del Campo Virgen de la Esperanza, ¿qué importancia tiene esta y otras cooperativas para el municipio?
En las zonas rurales la “economía social” las “cooperativas” ejercen un papel fundamental, primero como motor económico y como motor de cohesión social en el entorno rural. Es la economía circular en su máxima expresión, ser dueños del cultivo y ser responsables del producto final, por ello hay que apoyar al sector cooperativo en las zonas rurales, los sesenta años de la cooperativa nos demuestran su importancia y el valor añadido que esta ha dado al municipio.
El coto arrocero entre otras muchas razones destaca por la conservación de una gran diversidad biológica, ¿valoran desde la DOP la edición de un libro ilustrado que recoja su fauna y flora?
Ese libro esta en el horno. Esperamos poder presentarlo la próxima primavera puesto que su borrador está terminado. Consideramos que es fundamental poder cifrar la flora y fauna que conviven con el agricultor. Ha sido un trabajo tremendo, biólogos, naturalistas, fotógrafos, ingenieros, agricultores…. Más de veinte personas han trabajado en el proyecto que como digo muy pronto verá la luz.
