Ya en la calle el nº 1040

La importancia de la buena postura

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Juan Martínez Piñero

Fisioterapeuta del Centro de Día Mayrena – APCOM

 

Algunas veces, al pasar por un escaparate, ves tu reflejo y te das cuenta de que tienes una postura extraña. Piensas: “¡Quémal ando!, o ¡Qué encorvado voy!Tener una buena postura es saludable. Muchas personas no tienen unos hábitos corporales correctos que pueden pasar factura y repercutir de manera negativa en la salud. Las malas posturas pueden traer graves problemas músculo-esqueléticos a medio o largo plazo, que se pueden encontrar principalmente a nivel de la columna vertebral. Los posicionamientos articulares del cuerpo (por ejemplo, la posición de la cabeza) pueden ser factores de riesgo para sufrir este tipo de patologías. Los principales defectos posturales que podemos ver a diario, y que por ser tan habituales pasan desapercibidos, son por ejemplo: llevar la cabeza avanzada, unos hombros adelantados, una curva exagerada de la columna, o llevarla muy rectificada, etc.

A menudo los dolores musculares se deben a desequilibrios posturales que derivan en una posición asimétrica del cuerpo que genera, a su vez, un gasto de energía excesivo. En estos casos, es muy importante reeducar la postura. Este trabajo es muy complicado porque implica conocer muy bien el propio cuerpo y ser capaz de integrar el esquema corporal.

Nos podemos fijar por ejemplo, en las personas que practican danza, que conocen a la perfección su cuerpo gracias a los muchos años de trabajo. Esto genera una armonía en sus movimientos que les da ese “porte” tan característico, y a veces tan envidiado, que les permite adaptar su postura a cualquier circunstancia.

Las técnicas que se usan para corregir estos problemas suelen ser globales y requieren un alto grado de participación por parte del paciente. Trabajan la conciencia corporal y la respiración para reequilibrar los ejes anatómicos. Estos métodos inciden sobre varios factores, como son los ambientales (trabajo), los emocionales (personalidad) o la propia predisposición individual que pueden ser los causantes de nuestro hábito postural poco higiénico. Las emociones juegan un factor primordial en nuestra postura. Hay patrones psíquicos que configuran nuestra postura, dando prioridad a unos grupos musculares frente a otros. Estos métodos nos enseñan cómo modificar la posición de los distintos segmentos corporales y acompasar el ritmo de la respiración con el objetivo de adquirir esa consciencia corporal necesaria. Después, es necesario trasladar los ejercicios que se aprendan al ámbito doméstico, para que por medio de la repetición, se interiorice la nueva postura, y se automatice.

No podemos olvidar que, como en otros campos, la prevención es tan importante como la curación. No hay que esperar a sufrir el dolor.

La consecución de un buen equilibrio corporal se dificulta aún más cuando hablamos de las personas con discapacidad, tanto física como intelectual. En este colectivo, a los factores comunes que podemos padecer todos por nuestro ambiente o nuestra forma de ser, se añaden dificultades debidas a problemas motores o dificultades en el aprendizaje.Además, se trata de un conjunto de personas que tienden a mantener una serie de posturas fijas durante un tiempo prolongado, lo cual, hace que sean más susceptibles de sufrir desequilibrios que provoquen asimetrías.

Pero si hay alguien que tiene que tomar muchas precauciones en este aspecto, es el cuidador. Una buena higiene postural y la correcta movilización previene lesiones en el cuidador y en la persona dependiente. Que el cuidador tenga unas nociones básicas para realizar correctamente las movilizaciones es vital, porque se trata de una actividad que, mal realizada, puede suponer la aparición de lesiones.

Podemos dar unas normas básicas de higiene postural que se deberían seguir a la hora de realizar estas maniobras. La primera norma es mantener la espalda recta y flexionar las rodillas, ya que la musculatura de las piernas soporta mejor el peso que la musculatura de la espalda. La siguiente regla es coger el peso lo más cerca posible de nosotros. También es importante tener cerca todo el material que vayamos a necesitar antes de realizar la actividad para evitar posibles accidentes y evitar maniobras bruscas.

Para ayudar a una persona a mejorar su postura, le comunicaremos siempre lo que pretendemos conseguir, le daremos el tiempo que sea necesario para realizar el ajuste y le ayudaremos sólo en lo que realmente necesite. Todo lo que pueda hacer por sí solo, debemos animarle a que lo haga porque así podrá interiorizar el aprendizaje de manera más consistente.

Hay que ser concienzudo y vigilar todas las posturas que se mantienen a lo largo del día y de la noche. Al caminar, al estar sentados, acostados en el sofá o en la cama, nuestro cuerpo adopta una posición que si no es correcta, puede perpetuar una situación nociva para el esquema corporal y la política de ahorro de energía que gestiona nuestro organismo, provocando distintos síntomas.

Si el cuerpo de una persona mantiene un buen equilibrio es fácil mantener una buena postura con el mínimo esfuerzo y garantiza un trabajo armonioso de todos los segmentos corporales. Un cuerpo con un mal balance, sería como un vehículo con las ruedas mal alineadas, que puede ir funcionando pero a la larga, esto provoca fallos en otras partes del coche. Así pues, uno de los beneficios de mantener una buena postura es evitar problemas en pies, rodillas, caderas, espalda, hombros y el cuello, que pueden ser el resultado de una mala posición durante muchos años.

Como hemos dicho, alcanzar esta “postura ideal” no es fácil. Cada persona tendrá que descubrir y reconocer su cuerpo practicando y ejercitando mucho, pero cuando alcance esa posición, cuando logré llegar a esa postura, lo sentirá. Con el deseo de mejorar la postura y los beneficios para la salud que esto conlleva, muchas personas están recurriendo a métodos y programas de ejercicios cada vez más comunes (como por ejemplo Pilates) que se preocupan de tonificar la musculatura y asegurar que tener una buena postura corporal se convierte en lo normal.

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