Ya en la calle el nº 1040

La historia de la pasión por la meteorología del moratallero Antonio López Moreno

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Jesús Amo Pérez

”Podríamos considerar que el interés que la meteorología suscita en mí, despierta de manera definitiva hace ya algo más de una década. Todo viene ligado y de él se desprende, aunque guardando una estrecha relación con otra de mis grandes aficiones, la agricultura. El mero hecho de que nos encontremos en el sureste peninsular, por todos bien sabido que se trata de una de las zonas mas desfavorecidas por la escasez de lluvias y por lo tanto, más afectadas por la sequía, hace que mi afán por la recopilación de datos térmicos y registros pluviométricos se haga cada vez mayor”, quien habla es el meteorólogo aficionado Antonio López Moreno.

Jesús Amo Pérez

La historia de la pasión por la meteorología del moratallero Antonio López Moreno”Podríamos considerar que el interés que la meteorología suscita en mí, despierta de manera definitiva hace ya algo más de una década. Todo viene ligado y de él se desprende, aunque guardando una estrecha relación con otra de mis grandes aficiones, la agricultura. El mero hecho de que nos encontremos en el sureste peninsular, por todos bien sabido que se trata de una de las zonas mas desfavorecidas por la escasez de lluvias y por lo tanto, más afectadas por la sequía, hace que mi afán por la recopilación de datos térmicos y registros pluviométricos se haga cada vez mayor”, quien habla es el meteorólogo aficionado Antonio López Moreno.
Fue en octubre de 2014 cuando pasó a ser integrante del nutrido grupo Meteochat SE, donde un elenco de amantes de la naturaleza, la fotografía y la meteorología están en contacto continuo por red social, informando e intercambiando opiniones de todo aquello que acontece a cada lugar que habitamos. “Hacemos exhaustivos seguimientos de las situaciones inestables y hasta realizamos meteoencuentros (jornadas de convivencia) por toda la geografía de la Región de Murcia y comunidades limítrofes, ya que hay representación de las mismas dentro del grupo. A partir de ese momento y con una gran familia como la que he descrito, mi amor y pasión por esta ciencia, va ‘’in crescendo’’.
-En comparación con datos de otros años ¿Qué puede decir de este invierno?
-No digo nada nuevo si destaco -a este invierno por haber sido “atípico e inusual”. Tanto las temperaturas mínimas como máximas se han mostrado bastante por encima de la media y sólo la decena del 11 al 20 de enero, con una media de las mínimas de 2’9°C, ha estado dentro del umbral esperado y razonado para la época. Ahora cuando ya culmina su periplo intenta maquillar sus desdenes con un comienzo de marzo en consonancia a lo que hubiera de haber sido, pero vamos que ni aún así hay nada más lejos de la realidad.
En cuanto a la precipitación, ni que decir cabe que no ha sufragado ni tan siquiera un riego por estos lares del Noroeste murciano, con un presente tan árido y sediento; otrora saciado de beneficiosa lluvia y abundante nieve.
Tan solo el viento a acudido fiel a su cita (y es que este no yerra), y con él llegaron las ventiscas de hielo para dejar un sutil velo blanco en las sierras y pedanías altas de Moratalla y Caravaca, pero que no llegó ni a vestir ni a tapar las vergüenzas de éstas.
-Viendo la evolución del clima este año ¿Qué cabría esperar de esta primavera?
-En la primavera, que es junto con el otoño la estación más generosa en cuanto a acumulados de precipitación se refiere, tenemos la gran oportunidad de resarcirnos de este tedioso y desagradecido invierno que ya casi toca a su fin. Por lo tanto y aunque pueden ser normales las calmas anticiclónicas en esta época, estas suelen mostrarse poco estables y duraderas. Una vez dicho esto, esperemos que la primavera nos ofrezca ese balón de oxigeno y nos muestre su lado más inestable, que por ende es su lado más racional. Y todo esto, antes de la llegada del siempre largo y tórrido estío.
-¿Son fiables los pronósticos?
-Los pronósticos tienen una fiabilidad en torno al 90-95% hasta las 72 horas vista. A plazos más largos el porcentaje baja a un 50-60% hasta las 144 horas vista y a un porcentaje menor a más horas. El primer modelo implementado fue un modelo barotrópico que solo podía prever, con poca anticipación, el tránsito de ondas de Rossby a 500hPa. Esto fue allá por los años 50. Creo que en los años 60 ya se implementó el primer modelo baroclínico con algunos niveles más (pocos). En los años 90 se implementaron los modelos de área limitada y los de mesoescala.
La evolución de los modelos siempre ha ido emparejada con la evolución de la informática ya que poner en marcha un modelo requiere grandes recursos en cálculo que solo potentes máquinas pueden proporcionar. Siempre podremos mejorar los modelos, pero habrá un límite porque es inasumible tener que observar a escala de metros la atmosfera para tener el mejor análisis de partida.
-Con las nuevas tecnologías ¿Ha cambiado el modo de ver las predicciones meteorológicas?
-La meteorología ha asumido las teorías del caos (de hecho la atmósfera es un sistema altamente caótico, no lineal) y todos los profesionales dedicados a esto abogan por una predicción probabilista, que se ha de saber comunicar al público, pero que es la mejor que se puede ofrecer, pero el espectador aún no termina de captar este mensaje (quizás no se le ha transmitido bien) y sigue queriendo predicciones deterministas.
Otra manera heterodoxa de ver las predicciones meteorológicas la podríamos obtener en la ‘’astrometeorología’’, y es que una de las muchas utilidades de la astrología pudiera ser el pronóstico meteorológico a largo plazo. De esta manera podría contribuir y complementar al sistema de predicción ortodoxo actual. No obstante, aún queda mucho camino por recorrer a este respecto.
-El clima actual ¿Está teniendo algún impacto sobre los cultivos agrícolas?
-El cambio climático (o calentamiento global) parece resultar ser una evidencia que ya prácticamente nadie se atreve a negar, aunque lógicamente quede puesto de manifiesto en este tema que aún hay muchos cabos sueltos por atar.
El impacto causado en la agricultura puede tener su relación más directa con el ascenso de las temperaturas y el descenso en las precipitaciones que está provocando un mayor déficit y estrés hídrico. A todo esto hay que sumar que la sensibilidad de los recursos ante este hecho es muy alta, hasta llegar a la pérdida de las cosechas en algunos casos.
Como venimos observando cada vez tenemos menos lluvias, pero más intensas (hasta devastadoras en muchos casos), con la consiguiente repercusión que ello supone.
Los problemas originados por el Cambio Climático se acrecientan por la degradación de los suelos debido a una mala gestión de los mismos.
Está empeorando los efectos sobre el ciclo hidrológico y la erosión.
Las zonas más críticas son las áridas y semiáridas como las de nuestra región, en las que las aportaciones pueden reducirse hasta un 50% sobre el potencial actual.
-¿Sería importante que toda la sociedad tomara conciencia sobre el correcto aprovechamiento del agua?
-Qué duda cabe, la concienciación y el buen uso/aprovechamiento del agua es el mejor aliado de un recurso tan escaso como elemental para la vida.
Me consta que aquí en la Región de Murcia, son diversas las instituciones que ya han sido premiadas y reconocida su labor por su compromiso con el ahorro del agua. No obstante, mientras se pueda seguir mejorando, no nos podemos conformar con el camino ya recorrido ni bajar la guardia.
-¿Están teniendo alguna consecuencia las elevadas temperaturas sobre el comportamiento de insectos polinizadores como las abejas?
-Yo particularmente creo que no, o por lo menos ahora mismo y/o como para catalogarlo como consecuencia directa. Las anomalías aún las considero sostenibles e incluso con algo de compensación.
Por el contrario, se debería de indagar igual o más en el uso de pesticidas en prefloración (cuando se hace fumigación en madera para eliminar insectos y hongos antes de los primeros brotes). En términos generales el uso de agroquímicos está perjudicando a la población de abejas de unos años a esta parte. No obstante y a pesar de mi humilde opinión, los factores climáticos tampoco deberían ser excluyentes, ya que todos concurren en una causa común (disminución de la población de abejas), pero siempre unos son más determinantes que otros.

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