La derecha y la negación de la Historia

ANTONIO LUIS TERRONES RODRÍGUEZ

Es de justicia hacer justicia, y por eso es muy importante hablar de la memoria histórica con mucha responsabilidad, pues es un asunto que requiere, entre otras cosas, por supuesto, responsabilidad. Lo cierto, es que a partir de la entrevista, que le hiciera este mismo periódico, a Víctor Peñalver, el historiador que investiga la represión franquista en la comarca del noroeste de la Región de Murcia, me animé a pensar la relación entre los conceptos “pasado” y “derecha”, y también la construcción que hace la derecha del pasado. Luego pensé que sería hasta incluso bonito, que tratáramos, los y las jóvenes, temas de este tipo, porque eso denota que estamos poniendo en valor precisamente algo de lo que hablaba unas líneas más arriba, y es algo tan fundamental para cualquier tiempo, como la responsabilidad. Quiero unicamente incitar a la reflexión y para ello voy a lanzar unas “pinceladas” encima de este papel. Mi objetivo es invitar a pensar con altura de miras y con rigurosidad, algo que precisamente no es lo que hace Don Francisco Abril, concejal del PP en Cehegín, que se dedica, cuando salen temas sobre la memoria histórica en la prensa, a escribir cosas en internet, concretamente en twitter, un tanto… por así decirlo, ridículas y que no aportan nada al asunto tratado.

Es sabido, que la historia es a menudo escrita desde los sectores más recalcitrantes de nuestra sociedad, esos sectores que quieren ocultar la realidad histórica para que no nos atrevamos a pensar y a hacernos preguntas sobre qué había en el pasado, es decir, qué aconteció. La ideología neoliberal, que es la hegemónica en estos momentos, es la propia de los dueños de bancos, empresas energéticas, esos que hacen añicos lo público, y esa que también es la propia de los que están en el gobierno del Estado español. Pues bien, la derecha neoliberal en el Estado español está en todo momento, con sus políticas en materia de historia, oscureciendo franjas de la realidad en virtud de sus intereses y por eso siempre quiere escribir la historia desde los despachos y gabinetes de sus fundaciones neofascistas, que reciben subvenciones de las arcas públicas, un ejemplo es FAES. La derecha sabe que cuando está negando la memoria, está negando la biografía de la humanidad, y esa biografía incluye muchas luchas sociales por la democracia que se dieron, y que ahora también se están dando. Es importante esto, y requiere detenerse y pensar, porque en la memoria se encuentran siempre implícitos ejemplos para no pensar sin más lo que existe, es decir, para atreverse a cuestionar, a desafiar el presente, a hacerse preguntas, a pensar. Porque para cuestionar el presente es imprescindible tener memoria, porque como he dicho, la historia está llena de ejemplos. Y es que lo que la derecha no quiere, y nunca ha querido, es que nos atrevamos a cuestionar, porque para cuestionar hay que pensar, y en eso la memoria juega un papel fundamental, por eso saben muy bien lo que están haciendo cuando nos niegan la memoria.

No podemos perder de vista esta perspectiva, porque estaríamos frente a un presente que se hubiera convertido en un instante aislado y sin referentes, y esto bloquea nuestra capacidad de cuestionamiento, que es precisamente la que puede subvertir la realidad. Porque en el momento en el que la derecha está negando el pasado, está dejando al presente aislado y sin referentes, y eso supone dejar fuera de foco las luchas que estamos llevando a cabo en el presente, y dejar fuera de foco significa aislarlas, estigmatizarlas, condenarlas como si fueran propias de gente que está fuera de tiempo y de lugar, que es lo que hace precisamente la derecha cuando criminaliza protestas como: el 22M, el 15M, las huelgas de trabajadores y de estudiantes, las del movimiento feminista por la defensa de los derechos de las mujeres, las de la PAH parando desahucios, etc. La estrategia de la derecha, de negar la memoria ha sido siempre muy eficaz, y tenemos que ser conscientes de ello, porque buscan que el estado de cosas permanezca, eso que los ingleses llaman el stablishment. Y esto supone que nada cambia, y que nada cambie supone que la ideología neoliberal, esa que desahucia, que condena a las familias al paro, a la juventud a la emigración, a las mujeres a no ser soberanas, etc, perdura en el tiempo, provocando sufrimiento y escribiendo la historia, a su manera, para seguir garantizando los privilegios económicos del régimen del 1978 que nos gobierna, a costa del sudor y el sufrimiento de la gente.
La derecha, por así decirlo, “deshistoriza” la historia porque borra muchas páginas y eso implica olvidar las luchas previas por la democracia que se dieron, y que ahora también estamos repitiendo. Es esa historia “light” que desactiva el potencial subversivo de las luchas históricas, como si en todo el desarrollo histórico solo hubieran existido unos ganadores y no hubieran existido unos perdedores y unos pueblos a un lado y a otro, que son los que realmente nos ayudan a entender la historia y la realidad.

Espero haber cumplido el propósito de estas líneas, que era el de invitar a pensar, porque lo que no quieren es que pensemos, porque si pensamos somos capaces de subvertir la realidad y de construir una democracia digna. Y es que para pensar de forma valiente y responsable, hay que tener en cuenta la historia, y la historia, muy a pesar de lo que sostiene la derecha, no puede ser jamás borrada. Pensar es el paso previo para el cuestionamiento de la realidad, y el cuestionamiento de la realidad es el paso precio para la transformación social, por lo tanto, pensar la realidad y comprenderla sin perder el referente de las luchas históricas, es un acto hasta revolucionario. Sapere aude.