Ya en la calle el nº 1036

La comunicación y la relación en la asistencia sanitaria con pacientes con discapacidad intelectual

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Sonia García y Antonia María Martínez. Enfermeras Centro de Día Mayrena, Residencia Nova y Piso Tutelado. APCOM.

Una de las principales funciones desde la enfermería de Centro de Día Mayrena es el acompañamiento de nuestros usuarios a hospitales, clínicas o centros de salud para su asistencia sanitaria.

Las personas con discapacidad intelectual no son enfermos, son unos ciudadanos más que en el ámbito de la salud y de la asistencia sanitaria pueden presentar singularidades y especialidades que el sistema de salud tiene que atender y dar respuesta.

La comunicaciónes un factor fundamental para mejorar la calidad de la asistencia, aumenta la satisfacción de pacientes y profesionales y da como resultado una mejora de salud. Por ello a continuación os ofrecemos una serie de pautas que tanto el personal sanitario como el que no lo es debe conocerpara mejorar la comunicación con los pacientes con discapacidad intelectual y con sus familiares:

Estos pacientes pueden tener algunas dificultades de comunicación oral, pero esto no quiere decir que sean incapaz de comunicarse, por ello:

-Si hablar con una persona con discapacidad le hace sentirse incómodo, tómese tiempo, muéstrese atento y hágale saber que se trata de una situación nueva para usted.

-La mayoría desean hablar y expresarse por sí mismas, déles tiempo para ello y sea paciente ya que por lo general necesitan más tiempo para comprender el lenguaje y expresarse.

-Cuando un paciente tenga dificultades de comunicación emplee material gráfico: fotografías o dibujos que muestren lo que les pide y el procedimiento que se va a seguir.

Escúchelo/a. Trátelo/a con dignidad y respeto, hable directamente a la persona, no hable en su presencia “como si no estuviera”.

-Si es un adulto, trátelo como tal (a ningún adulto le gusta que le traten como a un niño).

En general, tienen dificultades para comprender el lenguaje abstracto y los tecnicismos, y pueden tener dificultades para almacenar información, por ello:

-Emplee un lenguaje sencillo, accesible, use vocablos del lenguaje cotidiano.

-En la medida de lo posible no use tecnicismos, si tiene que hacerlo explique su significado.

-Hable con claridad, utilice frases cortas y concisas (en lenguaje debe ser preciso para evitar que el paciente pierda información).

-Acomode sus ritmos conversacionales, dando opción al paciente a intervenir.

-No abuse de preguntas que requieren respuestas cerradas del tipo SÍ/NO.

-Utilice un lenguaje positivo.

Les gusta comunicarse y sentir que a los demás les interesa lo que expresan, por ello:

-Intente hablar de temas relevantes para la persona.

-Personalice la conversación tanto como le sea posible, por ejemplo usando el nombre del paciente.

Se suelen sentir más a gusto cuando les rodea un entorno afectivo y positivo:

Hay personas con discapacidad intelectual que no toleran el contacto físico, aunque esto no quiere decir que no sean afectivas.

Prefieren que el entorno sea seguro y poder anticipar lo que va a pasar:

-Intente anticipar mediante palabras o, si es necesario, mediante material gráfico, qué tipo de pruebas o exploraciones se van a realizar.

Les puede producir ansiedad enfrentarse a situaciones nuevas, a personas que no conocen:

-Permita que exploren el material que se va a utilizar en el examen médico.

-Use objetos y material médico para representar al paciente los procedimientos a seguir (por ejemplo use un bolígrafo simbolizando una jeringuilla)

-Haga demostraciones de las técnicas no invasivas sobre sí mismo o sobre el acompañante.

Les gusta relacionarse con otras personas, a pesar de que a veces tengan dificultades para hacerlo:

-Dé una mayor importancia a la interacción social.

-Felicite al paciente cuando su comportamiento sea positivo.

Un aspecto básico de la comunicación con el paciente es el tema del consentimiento informado. Los pacientes con discapacidad intelectual, como el resto de los pacientes tienen derecho a ser informados sobre los procedimientos médicos que se van a llevar a cabo con su persona y decidir si se quieren someter a ellos o no. Muchas personas con discapacidad intelectual tienen capacidad para decidir sobre ello si se les ofrece la oportunidad y los apoyos necesarios. Por ello debe asegurarse de que el paciente:

  1. Es capaz de tomar este tipo de decisiones
  2. Está actuando voluntariamente (y no bajo presión) y
  3. Tiene la suficiente información para tomar la decisión.

En caso de que la persona no esté capacitada para tomar este tipo de decisiones, debe informar a la familiar para que lo haga

Por último los familiares son la principal fuente de información para ayudarle a comprender las necesidades y peculiaridades del paciente con discapacidad intelectual:

-Debe escucharlos y valorar su experiencia y conocimientos.

-Facilite a los familiares la información escrita y de forma clara, sencilla y simplificada.

-Crea un ambiente cordial y de comprensión, anticípese a las posibles dudas e invíteles a que hagan todas las preguntas que crean necesarias para resolverlas.

Confiamos en que esta guía suponga una aportación más en el logro de una asistencia sanitaria de calidad y, consecuentemente, en la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad y de sus familias.

 

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