Ana Fernández
Desde el miércoles 14 de agosto un amplio movimiento de protesta está teniendo lugar en el pueblo de Bullas por la decisión del equipo de gobierno del Ayuntamiento de apartar a Juani Sánchez de La Onda de Bullas, de la que ha sido voz durante 15 años, para enviarla al Museo del Vino. Los responsables de esta decisión han dado como única explicación que se trata de un caso más de la reestructuración que están llevando a cabo en la plantilla y, en sus comunicados, parecen dirigirse a lo que consideran literalmente un “grupúsculo” integrado sólo por miembros de gobiernos anteriores de signo distinto, familiares y amigos. Ambas cosas son falsas. Por un lado, el motivo de terminar con la trayectoria de Juani Sánchez en la radio es puramente ideológico, un paso más en el propósito, mostrado sin tapujos desde el principio, de acabar con cualquier atisbo de independencia en los medios de comunicación y convertirlos en un mecanismo más de propaganda. Por otro lado, los que apoyamos a Juani Sánchez somos un grupo variado de ciudadanos que lo único que pedimos es que se rectifique una decisión injusta e improcedente, por la que no sólo se verá perjudicada Juani, sino que nos veremos perjudicados todos en nuestro derecho a la información y a disfrutar de una voz querida en el pueblo. Y somos un grupo numeroso, creo que al menos mereceríamos algo más que el desprecio absoluto a nuestros argumentos: casi 1200 personas en facebook, y otras muchas que muestran su apoyo en la calle con pancartas, acompañándola en su primer día en el museo, recogiendo firmas o preparando nuevas movilizaciones, con el único lema de: “Queremos que Juani Sánchez vuelva a la radio”.