JAIME PARRA
Presidente de la asociación Betania, distinguido músico, entrevistamos al pregonero de las Fiestas de Cehegín, Juan Ibernón Durán, que esta noche 3 de septiembre en la Sala Camelot dará el pregón de inicio de las Fiestas Patronales de Cehegín.
¿Qué sintió cuando lo nombraron pregonero?
Cuando me lo propusieron fue una gran sorpresa, algo totalmente inesperado; no entendía por qué habían pensado en mí para pregonar las fiestas de mi pueblo. En ese mismo momento lo estuve pensando y valorando ya que suponía una gran responsabilidad y la necesidad de tener que dedicarle mucho tiempo. Pero, evidentemente, la respuesta fue positiva, puesto que, para mí, como para cualquier ceheginero, es un gran honor ser pregonero de las fiestas de tu localidad.
Es un pregón especial, además, con la vuelta a la normalidad en las Fiestas de Cehegín, ¿cómo asume el reto?
Cierto, después de dos años, progresivamente, se vuelve a la normalidad en todos los ámbitos de la sociedad, pero mi disposición y actitud frente a este cometido creo que son las mismas que si no hubiéramos sufrido el paréntesis por la pandemia por COVID-19. Estoy seguro de que todos los pregoneros han afrontado este “reto” con la misma responsabilidad y conciencia con la que lo hago yo este año. Eso sí, teniendo un emocionado recuerdo para aquellas personas que nos han dejado por culpa de esta enfermedad.
¿Qué significa para usted Cehegín y sus gentes?
Yo he nacido en Cehegín, me he criado aquí y vivo aquí, y todos mis ascendientes son igualmente de este pueblo. Por tanto, mi pueblo es muy importante en mi vida y creo que me ha condicionado en mi forma de ser, de sentir, de entender la vida. Sus gentes son mis vecinos, mis amigos, mi familia, con los que he compartido tantas cosas importantes a lo largo de muchos años. Sus gentes son como las gentes de cualquier pueblo que quieren prosperar y vivir en paz y armonía; no son distintas, son personas sencillas, con las que convivimos y esto las hace especiales para mí.
Con su música, ¿ha tratado usted de ser embajador de Cehegín?
Bueno, creo que yo no he sido consciente de ello, pero cada vez que he tenido que decir mi procedencia he sentido que era como poner una bandera de Cehegín en ese lugar. Y por supuesto, deletrearlo para que supieran bien cómo se escribe. Pero sí es cierto que ha habido algunas ocasiones en que, en cierta forma, he sentido que representaba a mi municipio, como fue cuando el Coro Ciudad de Cehegín fuimos recibidos por la asociación Casa de España de Castres (Francia) a la que entregué una misiva del alcalde de Cehegín y unos detalles; o cuando canté de solista en dos ocasiones en Mataró, o en Calañas (Huelva). Todos los miembros de la Coral Discantus, de Murcia, en la que estoy integrado, saben perfectamente cuál es mi pueblo, y de hecho han asistido a eventos a los que he dado publicidad como manera de fomentar el turismo.
Aunque lo lleve en secreto, suponemos que música no faltará en su pregón.
Supongo que es un secreto a voces, ¿no? (ja ja ja). Es evidente que no puede faltar.
¿Es usted aficionado a los pregones? ¿Alguno que le haya marcado especialmente?
No sé si puedo decir que sea aficionado a ellos, pero siempre me ha resultado interesante y he sentido curiosidad por saber qué nos puede aportar cada pregonero, qué aspectos de nuestro pueblo ensalza y cuáles no, en qué se detiene y, en general, cómo lo expone y lo presenta al auditorio que lo escucha atentamente.
Destacaría varios pregones. Recuerdo que con 17 o 18 años escuché el pregón de Tico Medina, que fue entrañable. El de mi amigo Antonio de la Ossa, en 2005, fue innovador en muchos aspectos y lo recuerdo con gran cariño. El de la campeona mundial de natación Loli de Gea, increíble y admirable. El del expreparador físico de la Selección Española de Fútbol, Javier Miñano Espín, didáctico y ético. El del artista Nicolás de Maya, creativo, genial y sensacional. Y el de José Juan López, profesor de la Universidad Miguel Hernández, el de 2019, distinto, atrevido y también con un carácter didáctico. Pero todos me han atraído, como los de Alfonso Ciudad o el de Pedro Martínez por ser interesantes e instructivos.
¿Qué actos de las fiestas son los que más le gustan?
Sobre todo, los conciertos que puede haber en esos días. Obviamente, depende de la oferta musical de cada año, pero siempre hay algunas actuaciones que son de tu gusto, ya sea de cantantes o grupos que actúen en la plaza de toros, o de grupos actuales que lo hagan en el recinto ferial o alguna representación de zarzuela. Otra cosa que siempre me gusta presenciar son los castillos de fuegos artificiales; ese colorido y esos efectos luminosos me llaman mucho la atención desde niño. En ocasiones asisto a la corrida de toros que se organiza en los días de Fiestas y casi siempre presencio la llegada de la imagen de nuestra patrona o bien a la iglesia de Sta. María Magdalena o bien a su santuario, recibimiento muy emotivo.
¿Cuáles son sus primeros recuerdos de fiestas?
Pues, creo que es la diana, que se hacía el primero de estos días festivos y que pasaba justo por mi puerta. Nos despertaba y nos hacía salir a toda la familia a los balcones; era como la primera inyección de alegría, de acción, de ambiente festivo para comenzar las Fiestas.
De pequeño me impresionaban los gigantes y los cabezudos que, incluso, me imponían cierto respeto. Y también recuerdo con cierta nitidez el pasear por la feria, que se situaba en plena Gran Vía, y disfrutar de las atracciones para niños: las ruedas de cochecitos y caballitos.
Un deseo para estas fiestas:
Que las disfrutemos sin reservas y sin perder ese sentido de comunidad que aporta nuestras señas de identidad.
Una invitación para los lectores de este periódico de otros municipios:
Que sepan que si quieren disfrutar de los eventos programados serán bienvenidos. Nos unen muchas cosas y nuestras Fiestas deben ser igualmente motivo de hermanamiento entre municipios. Y, por supuesto, que no pierdan la buena costumbre de leer este semanario.
