Ya en la calle el nº 1037

José Ramón de Moya y su compañía de teatro en la final del Festival de Almagro

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ANTONIO F. JIMÉNEZ

Se llama Nwman Cía y está escrita por el dramaturgo José Ramón de Moya (Cehegín, 1980). La trajinan con mucho ardil los miembros de la compañía murciana Ardil Escena. La obra, basada en El cerco de Numancia de Cervantes y en el Oviedo resistente de 1934, ha llegado a la fase final de ‘Ensayando un Clásico’ de la Fundación Festival de Almagro, que este año está dedicado a la figura del escritor de El Quijote. «Es un orgullo poder representar a nuestra Región en un proyecto internacional como este, sobre todo cuando nos informaron de que ya habían participado proyectos de todo el mundo», comenta de Moya. Es tan solo la segunda edición y los murcianos ya están dando guerra.

 

ANTONIO F. JIMÉNEZ

Se llama Nwman Cía y está escrita por el dramaturgo José Ramón de Moya (Cehegín, 1980). La trajinan con mucho ardil los miembros de la compañía murciana Ardil Escena. La obra, basada en El cerco de Numancia de Cervantes y en el Oviedo resistente de 1934, ha llegado a la fase final de ‘Ensayando José Ramón de Moya y su compañía de teatro en la final del Festival de Almagroun Clásico’ de la Fundación Festival de Almagro, que este año está dedicado a la figura del escritor de El Quijote. «Es un orgullo poder representar a nuestra Región en un proyecto internacional como este, sobre todo cuando nos informaron de que ya habían participado proyectos de todo el mundo», comenta de Moya. Es tan solo la segunda edición y los murcianos ya están dando guerra.

De guerra, o al menos de rebelión, va la cosa. «La obra nació como un proyecto en honor a las trabajadoras que murieron en Triangle Waist Co. de Nueva York, y que desembocó en el nacimiento del 8 de Marzo como día de la mujer trabajadora». Pero en una reunión decidieron buscar algo más cercano. El escenógrafo José Antonio Téllez habló acerca de los mineros y la rebelión de Asturias de 1934 y a José Ramón de Moya se le vino a la mente una historia que le contaba su abuelo materno, que era minero, sobre un pozo que se hizo fuerte frente a las tropas durante la Revolución de Asturias. «El resto fue investigar y enlazar las historias reales de estos mineros y de los militares implicados en el 34», explica el autor, quien se ha asesorado con gentes del Ejército, así como con otras del mundo de la mina.

Hace unas pocas semanas que comenzó el proceso de casting y en Ardil Escena ya se encuentran trabajando, además de Téllez, la figurinista María Alemán, el músico José Hernández, el diseñador de iluminación David Terol y Javier Almela en videoescena y sonorización. Toda una producción murciana enfocada a la actuación decisiva del 8 de febrero en la Zona Kubik de Madrid, donde se representará en preestreno esta adaptación cervantina que respeta del original la estructura clásica, el ideal escénico y el planteamiento del teatro como difusor de una historia real», según explica su director, quien añade: «Lo que veremos será un híbrido de teatro clásico y teatro contemporáneo, de carácter plenamente social, muy duro, y que puede provocar alguna ampolla». Ganar o no ganar, ésa no es la cuestión. «El premio en sí es estar en la final, poder representar tu obra en un espacio escénico emblemático, en la capital del país, frente a un público que recoge a lo mejor del panorama escénico español y bajo la tutela de los profesionales que hemos tenido a nuestro lado».

Inicios en Cehegín

La primera vez que José Ramón de Moya oyó hablar de teatro fue en el IES Aquipir de Cehegín. «Empezamos de la mano de Manolo Liébana, para seguir con Susi Espín, quien es un referente de la interpretación en la Región; y finalmente con Encarna y Paco Torres. Yo creo que sin ellos sería muy difícil ser la persona que soy a día de hoy». Por estas raíces, le hizo muchísima ilusión volver a su pueblo y figurar en la película Ambel.

Cuando se mudó a Murcia, entró al Aula de Teatro de la Universidad y a la ESAD con profesionales de la talla de Laila Ripoll, Julio Salvatierra, Pedro Moreno, Pedro Yagüe, José Luis Raymond, Mariano García, César Oliva y Concha Lavella. «Al TEU le tengo especial cariño. Lograr con ellos el Premio Max el año pasado fue un trabajo muy gratificante y espero seguir colaborando habitualmente».

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