JAIME PARRA
A pesar de los largos días de confinamiento por la crisis sanitaria, el rector de la Universidad de Murcia, José Luján, no ha visto disminuida su actividad.
El miércoles 29, día que se realiza la entrevista, tuvo lugar la reunión del Consejo de Gobierno de la Universidad de Murcia en la que se han aprobado los segundos planes de contingencia de las facultades, en los que se detallan los sistemas de evaluación alternativos como consecuencia del estado de alarma provocado por la COVID-19.
Igualmente, el órgano de gobierno de la institución, reunido mediante videoconferencia, también ha aprobado las modificaciones de los calendarios de exámenes de las convocatorias de junio y julio que se han adaptado a las nuevas circunstancias de la docencia no presencial.
Por otra parte, el Consejo de Gobierno ha aprobado la modificación del calendario académico para el próximo curso. Esta modificación supone que la actividad lectiva comenzará el 28 de septiembre y no el 7 de septiembre, como estaba previsto. Este cambio está motivado por la necesidad de celebrar la prueba extraordinaria de la EBAU en septiembre, por lo que los calendarios de admisión y matrícula también se retrasan. Además, la Universidad de Murcia ha decidido destinar una semana antes del inicio del curso a solucionar posibles incidencias.
- ¿Cómo se ha organizado la Universidad de Murcia durante esta pandemia?
De conformidad con la normativa estatal sobre el estado de alarma, y en el marco de la coordinación de la Consejería de Empresa, Investigación y Universidades e Investigación, la Universidad de Murcia adaptó toda actividad susceptible de teletrabajo a esta modalidad; de manera muy destacado en el ámbito docente, con un enorme esfuerzo e implicación del profesorado y del estudiantado. Pero también en los ámbitos de la investigación y de la gestión y la administración. En este último, nuestro Personal de Administración y Servicios ha garantizado la regularidad administrativa e institucional de la universidad. En definitiva, estudiantes, profesores, investigadores y personal hemos ajustado nuestra realidad a este nuevo escenario. Después del tiempo trascurrido podemos decir que, ante esta situación extraordinaria, única en la historia reciente de la humanidad, la respuesta de nuestro personal también ha sido extraordinaria, y la solidaridad y la cooperación entre departamentos, servicios y unidades para continuar desarrollando las diversas labores profesionales está siendo ejemplar.
- ¿Estaba preparada la universidad para una actividad docente no presencial?
Esta experiencia nos está demostrando que sí. Otra cosa es que las dificultades sean grandes y el trabajo exigido mucho. Y también que la Universidad de Murcia sea y deba seguir siendo una universidad presencial. Ese es uno de sus valores. Pero, sin perjuicio de ello, hace mucho tiempo que la Universidad de Murcia supo ver el potencial de estos nuevos instrumentos y trabajar en desarrollos que nos han situado en el grupo de cabeza de las universidades españolas en el diseño e implementación de las tecnologías de la información y la comunicación al servicio de la docencia, la investigación, la transferencia del conocimiento y de la cultura.
Gracias a ello, tras la declaración del estado de alarma nuestras facultades, centros y servicios aprobaron muy rápidamente unos planes de contingencia que, en lo que a la actividad docente se refiere, sirvieron para adaptar todas las asignaturas al modo no presencial. Así, un porcentaje muy alto de nuestros docentes pasó casi de la noche a la mañana a impartir docencia a través de nuestra Aula Virtual, una plataforma que integra múltiples herramientas que con anterioridad utilizábamos solo para determinadas actividades docentes y ahora hemos extendido su uso con la realización de videoconferencias para las clases, videoapuntes, chats para tutorías, etc.
A su vez, unos “segundos planes de contingencia”, ratificados en el Consejo de Gobierno celebrado el 29 de abril, establecen los “sistemas alternativos de evaluación” para este final de curso.
- ¿Cómo está resultando el trabajo para los profesores y qué respuesta están teniendo de los alumnos?
Los profesores, investigadores y el alumnado han tenido que realizar un considerable esfuerzo para adaptarse a esta situación. Especialmente desde los vicerrectorados de Estudios, Calidad, cultura y comunicación, Estudiantes y servicios a la comunidad universitaria y Estrategia y universidad digital se ha trabajado muy estrechamente con las facultades y con el Consejo de Estudiantes para planificar medidas y acciones necesarias a fin de que esta anómala situación tuviese el menor impacto posible en nuestro alumnado. Asimismo, ha sido muy valiosa la colaboración de la dirección de los diferentes departamentos universitarios, que son la instancia inmediata responsable de la docencia. Y también la comprensión y la cooperación del Consejo Social y de las secciones sindicales de la Universidad de Murcia.
El objetivo principal ha sido mantener nuestra actividad docente e investigadora y procurar que nuestros estudiantes no vean perjudicadas sus expectativas académicas por causa de la pandemia y del estado de alarma.
- ¿Cuándo y cómo van a realizarse las evaluaciones?
Los planes de contingencia 2 incorporan, en cada uno de los títulos de las distintas facultades, los sistemas alternativos de evaluación. Siguiendo recomendaciones del Ministerio de Universidades, de CRUE y de la propia Universidad de Murcia, tales sistemas han tratado de primar la evaluación continua. Y, como complemento a la misma, y también en aquellos casos en los que no puede implementarse, prevén la realización de pruebas que, lógicamente, se desarrollarán de manera no presencial mediante las herramientas TIC habilitadas al tal efecto por la propia universidad.
Asimismo, los planes de contingencia 2 incorporan el calendario de exámenes, que puede ser previsto originalmente o, como novedad y a criterio de la correspondiente facultad, pueden retrasarse hasta 15 días.
- ¿En qué consiste la campaña solidaria #NingúnEstudianteAtrásUMU?
Es una campaña cuyo objetivo es que aquellos alumnos que se encuentren con dificultades económicas graves y sobrevenidas por la COVID-19 puedan continuar sus estudios gracias a ayudas que podrán recibir de un fondo que la universidad ha creado en el que se recogen ayudas económicas de todo aquel que quiera participar en esta iniciativa. Donantes pueden ser las y los empleados de la universidad, sus unidades administrativas (vicerrectorados, facultades, departamento, áreas o servicios) y personas, empresas e instituciones externas a la universidad. Bajo el lema #ningunestudianteatras conseguiremos que ningún estudiante se vea abocado a abandonar sus estudios universitarios por razones estrictamente económicas.
- ¿En qué cambiará el coronavirus la Universidad? ¿Y la educación en general?
Esta pandemia ha cambiado nuestra forma de ver del mundo y está cuestionando nuestro sistema de valores. Una de las enseñanzas que ha puesto de manifiesto esta crisis es la importancia de la ciencia, tenemos que confiar en la investigación y dotarla de los medios y los recursos que requiere para poder avanzar.
Nuestro sistema educativo ha tenido que adaptarse a esta situación inesperada en un tiempo récord y se ha demostrado que somos capaces de hacer frente a las dificultades que se han ido presentando, hemos sido conscientes de aquello que debemos proteger y la educación es primordial. Sin duda, de esta pandemia el sistema educativo saldrá reforzado.
