JAIME PARRA
En el vestíbulo e incomparable marco de una de estas mansiones, la de don Lucas Egea y doña Concha Bañón, tuvo lugar el 15 de octubre a las 20 horas la presentación de la nueva obra de Jesús Navarro que compendia estructura, contenido e historia acaecida en los muros de las nobles moradas.
La entrada de los asistentes al recinto se produjo por la llamada puerta de carruajes de añejas resonancias, y el referido zaguán resultaba realzado por numerosos cuadros que por sí solos y en silencio relatan estampas de vida, gustos de los dueños o sus retratos.
A la suave luz de las coloreadas lámparas, tras acomodarse invitados y expositores se desgranó el acto de presentación cuya coordinación corrió a cargo de José Rogelio Fernández Lozano, escritor, autor de obras de teatro y persona dedicada al servicio cultural de la localidad al igual que su mujer Noli Egea Bañón, conocedora en profundidad de la casuística por haber vivido parte de lo contado y ha prologado el libro, ambos detentan propiedad de tan magnífico edificio; intervinieron igualmente José Jesús Sánchez Martínez Cronista Oficial de la Villa de extensa trayectoria literaria y comunicativa en diversos medios cerrando el evento el Alcalde del Ayuntamiento de Moratalla Jesús Amo que pinceló obra y figura del escritor.
Del resto de personas destacó la diversidad de procedencia desde distintos puntos de España, provincia o término municipal, que aparte de la relación amistosa o familiar con los actores debieron sentirse atraídas por temática no tratada excesivamente, un tanto legendaria e incluso misteriosa al menos por estas latitudes. Muchos debieron personificar vivencias pasadas en semejantes espacios de suntuosidad que la burguesía rural quiso erigir en su lugar de referencia.
Tocante a la intervención de Jesús Navarro y núcleo específico de la temática, trató de contextualizar el trabajo divulgando lugares, personajes y alusiones constructivas incluso más allá del Mar de la Tinieblas (océano Atlántico) en tierras del Nuevo Mundo o Nueva España, también de sitios más cercanos como los pueblos andaluces o manchegos de las cordilleras Béticas o Subbéticas que tuvieron, aún mantienen, un patrimonio cultural y arquitectónico muy similar al de la villa del noroeste murciano entre más localidades de la zona.
El colofón vino dado por preguntas acerca del contenido de las casonas o bien por exposiciones complementarias relativas al ayer o devenir de aquéllas que resultan todo un legado apenas conocido para el gran público.
El autor, ante tan crecido caudal de informaciones preciosas y demanda inesperada de las mismas ya prosigue la recopilación de nuevos datos para exponer si cabe de manera más completa este ilustre patrimonio de todos.