JAIME PARRA/DIRECTOR EL NOROESTE
Nuestro periódico ha cumplido mil números. Hecho que no hubiese sido posible sin las personas que nos acompañan en esta gala.
Miro entre el público y no faltan lectores, colaboradores, anunciantes… paisanos, amigos muchos, sin los cuales el camino hasta alcanzar los 1.000 números hubiese resultado más complicado.
Gracias por acompañarnos en esta aventura.
Mil números en papel y un periódico digital en constante evolución para acercarnos a nuevos lectores, para traspasar las fronteras de nuestras comarcas.
Pero no me toca hablar del periódico. Ya lo ha hecho antes el Alcalde de Caravaca, al que agradezco sus palabras en mi nombre y en el de mis compañeros.
A mí me toca hablar de los premiados.
Y cómo abarcar tanto mérito en unas breves palabras.
Los miro y les encuentro en común el que son personas que en lugar de plantearse “¿qué va a pasar?” se preguntan “¿qué vamos a hacer?”.
Porque su talento los ha convertido en privilegiados. A cada uno en su campo.
Pero lo que les hace destacar por encima de todo es su generosidad.
Una generosidad que los ha llevado a compartir esos dones con una sociedad a la que sirven como modelo y ejemplo de comportamiento.
¿Qué vamos a hacer?
Y la respuesta cambia, pero la finalidad, no: hacer de este país, de esta comarca, de cada uno de nuestros pueblos… lugares más habitables.
Una Universidad pública como la de Murcia, con las puertas abiertas, que ha formado y ha permitido progresar en la vida a muchos murcianos.
Una Universidad más cercana con la apertura de sus Sedes Permanentes en nuestros municipios.
Tenemos a José Antonio Martínez Puerta y a Fulgen Sánchez, que han sido o son maestros.
A ellos les confiamos lo más preciado, nuestros hijos, en sus primeros años de aprendizaje.
Y ambos, por si no fuese suficiente su profesión, decidieron dedicar su tiempo libre a difundir y conservar para las futuras generaciones la fe de nuestros mayores, una a la Virgen de la Esperanza, el otro a la del Rosario.
José Antonio, ya retirado, es juez de paz en Bullas. Y ha sido presidente, entrenador… hasta utillero en el equipo de fútbol de su pueblo. El suyo es un premio a toda una vida.
No sé si en esa época coincidió con otro de nuestros galardonados, el ceheginero Rosendo Berengüí, que empezó creando las bases del fútbol en Cehegín y ha acabado siendo todo en el atletismo regional.
Presidente durante un tiempo de la Hermandad de la Virgen de las Maravillas, cargo por cierto que lo vincula con Fulgen y José Antonio.
No se trata de citar todos los méritos de Rosendo. Pero en su caso podemos decir aquello tan manido de que ha sido profeta en su tierra. Con un pabellón con su nombre, pregonero de las recientes fiestas patronales de Cehegín…
Enhorabuena Rosendo por tu pregón, y enhorabuena a tus alumnos de atletismo y paisanos por saber valorarte en lo que mereces.
Como también han valorado los caravaqueños a la doctora Rocío Álvarez, hija adoptiva de la ciudad donde hizo su vida y cursó sus estudios.
Pionera de la investigación en la región; científica cuando la ciencia se encontraba en pañales… “Madre de la inmunología” en Murcia, la hemos llamado los periodistas. Y, aunque a veces, más de la cuenta, tiremos de tópicos, en el caso de Rocío nadie le discute este honor.
Como científica también es María Martínez.
Ella acaba de empezar una carrera que ya ha dado sus frutos y que presumimos que será brillante.
Investigadoras, aunque de dos generaciones diferentes, con mucho en común, entre ellas un objetivo: divulgar la importancia de la ciencia entre los jóvenes. Ser un referente, un ejemplo de que el talento y la constancia obtienen recompensa.
Como un referente es el coronel Pascual Soria. Un orgullo para los caravaqueños: el primer murciano en la historia en dirigir la Academia del Aire y del Espacio en San Javier.
Y no sé si cuando era un joven piloto condecorado lo imaginaba. Pero también ha acabado siendo un maestro. Y no uno cualquiera. En la actualidad transmite su sabiduría y experiencia entre los futuros oficiales del Ejército del Aire Español.
No tengo la menor duda de que nuestra seguridad con sus alumnos estará en buenas manos y de que cuando participen en misiones internacionales dejarán el pabellón de España en lo más alto.
Un hombre entregado, preparado, sacrificado y comprometido con la paz, la libertad y los valores constitucionales de nuestra patria.
No son profesores nuestros galardonados de Albudeite. Pero hemos aprendido de la Asociación la Noche de las Luciérnagas que una iniciativa brillante: su ruta nocturna, no necesita de grandes medios, sino de buenas ideas y de un trabajo en equipo.
Que desde la ciudadanía, con el apoyo de su ayuntamiento, puede surgir una oportunidad inmejorable para fomentar el turismo, la cultura y el deporte. Y además por una buena causa. Porque nuestras luciérnagas galardonadas donan los beneficios de su ruta a asociaciones benéficas como AFACMUR, PupaClown o los refugiados ucranianos.
Su Noche de las Luciérnagas por un día triplica la población de Albudeite.
Confiamos en que la próxima noticia importante que publique nuestro semanario sobre las Luciérnagas sea que el Gobierno le ha concedido la declaración de Interés Turístico Regional.
Y lo hago con cifras: 800 socios, más de 2.600 hectáreas cultivadas, una exportación anual en torno a los 40 millones de kilos de frutas. 500 puestos de trabajo fijos y cerca de 1.000 en temporada alta…
Hablamos de Frucimu, la Cooperativa de frutas y Cítricos de Mula, “el motor económico y social del municipio de Mula”, como la ha definido su alcalde, Juan Jesús Moreno.
Y terminamos con FRUCIMU este discurso porque amamos nuestras comarcas y nos entristece cuando los nuestros las abandonan y nuestros hogares se despueblan.
Si conseguimos frenar este fenómeno se lo deberemos a cooperativas como FRUCIMU y a otras empresas de la zona, entre ellas, las que patrocinan esta gala y se anuncian en el periódico.
Para mantener el patrimonio, para invertir en ciencia, para llevar a nuestros hijos a la universidad o poder apuntarlos a una escuela deportiva se necesita crear riqueza, dar empleo… y eso es lo que hace FRUCIMU.
Unos premios adquieren relevancia gracias a las personas y asociaciones a las que se les otorga. En esta edición, al igual que en las anteriores, el valor de los reconocidos es indudable.
Muchas gracias a los galardonados por darnos tanto.