Ya en la calle el nº 1040

«Intento transmitir los mismos valores que me han enseñado. No puedo tocar el tambor sin mi túnica ni llevar mi túnica sin tambor», Francisca Piñero

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

MICAELA FERNÁNDEZ

La muleña Francisca Piñero López recibía el pasado jueves día 7 el reconocimiento a la Mujer Trabajadora de Mula. Un emotivo acto en el que Paqui estuvo arropada por familiares y amigos y donde no faltó representación de colectivos locales de mujeres y miembros de la corporación municipal.

Con su padre
Con su padre

Artesana del tambor lleva toda su vida ligada a este arte que ha heredado de su padre, el maestro Piñero y que sigue viviendo con pasión en cada nueva entrega terminada.

¿Cómo se siente después del reconocimiento por el día de la Mujer?

Al principio, cuando me lo dijeron no me lo podía creer y pensaba… ¿yo?, pero después me venía a la cabeza que sí habían pensado en mí para este reconocimiento debía sentirme muy orgullosa por representar a la mujer y por el trabajo que realizo.

Es un reconocimiento por mi trabajo, por la continuidad de una labor que aprendí de mi padre junto con mi hermano y un mundo que me apasiona.

¿Es frecuente encontrar artesanas del tambor?

La verdad que no es raro aunque realmente no haya muchas. Yo siempre he estado rodeada de tambores y tanto para mí como para las personas que visitan el taller es algo muy normal. Desde pequeña siempre he estado rodeada de tambores y podría decir incluso que me gusta el olor de las pieles.

Es algo tan normal para mi que no veo ningún tipo de rareza.

¿Has trasladado a tu familia la misma pasión que te inculcaron tus padres por los tambores?

Para mí no fue algo forzado, algo que tuvieron que explicarme porque yo siempre he estado rodeada de tambores, los he vivido en todo momento y nadie ha tenido que contarme nada porque han formado parte de mi.

El pellizco de la piel, el olor, que a mi me encantaba pero no puedes forzar a alguien a apreciar como yo lo que he vivido. Esa pasión que se tiene en la elaboración, el disfrute de ver como la obra toma forma…

No es sólo un tambor es un mundo mágico, la verdad que aunque yo se lo diga a mi hija, que la fiesta no es sólo botelleo o tocar el tambor, yo sí intento transmitirle los valores que desde siempre me han enseñado que van unidos a los tambores.

Yo no concibo una túnica sin un tambor y no puedo tocar el tambor si no me pongo mi túnica. Es un respeto para lo que hacemos. Yo sería incapaz de salir a la calle sólo con una túnica. Es muy difícil de explicar. Es algo que se lleva dentro y que forma parte de mi.

¿Hay alguna parte del trabajo que no puedas desarrollar por ser mujer?

En absoluto. Es más hay partes del tambor más complicadas de realizar para el hombre. Aunque nosotros siempre trabajamos en equipo cada uno se responsabiliza de unas partes concretas aunque siempre estamos juntos para apoyarnos en cualquier trabajo que haya que realizar.

¿Ha encontrado alguna vez algún tipo de discriminación por hacer lo que hace?

No, nunca. Pero también es importante el hecho de que yo siempre he estado en el taller, siempre he estado al lado de mi familia y me ven como una parte más del mismo.

¿Hay algún trabajo concreto que haya realizado del que se sienta más orgullosa?

Todo lo que hacemos me gusta. Desde las pieles, la elección de la piel es lo más importante, hasta lo más insignificante. Sí es verdad que cuando se acaba un trabajo, un encargo… me siento muy orgullosa de ver el resultado final.

El momento de hacer la entrega, de ver cómo le gusta al que se lo lleva…

¿Cómo vivió el acto de homenaje?

Pensaba que me iba a poner muy nerviosa y, aunque me emocioné mucho al verme arropada por mi familia, las palabras de mi hermana, la verdad es que lo disfruté muchísimo.

Me dijeron que sería un acto íntimo y al final resultó un gran acto, pero eso no impidió que me sintiera muy feliz. Sí es cierto que soy una persona a la que le gusta pasar desapercibida y estar en el centro de todas las miradas me impactó pero estuve muy cómoda.

¿Qué opina del hecho de que sea una persona tan joven la que reciba el reconocimiento cuando es más habitual verlo en personas de más edad?

Creo que es muy acertado el hecho de poder rendir homenaje a una persona joven, cuando esa persona está activa y puede disfrutar el reconocimiento. Cuando se hacen a personas muy mayores o a título póstumo, sólo puede disfrutarlo la familia y no el reconocido.

¿Dónde se ve en el futuro?

No se puede predecir el futuro pero espero que sea el mismo sitio y haciendo las mismas cosas que hago en este momento. Vivo el presente y esto es lo que hago, no sé que pasará mañana pero espero seguir unida al mundo del tambor.

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