Ya en la calle el nº 1037

In memoriam: Concha Márquez Piquer

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COPLA IS NOT DEAD

Mari Francis Sáez Escámez/Pianista

El pasado 18 de octubre murió a causa de una infección pulmonar Concha Márquez Piquer, la heredera universal de Concha Piquer, la gran dama de la copla, fruto de su relación con el torero Antonio Márquez, el Belmonte Rubio.

In memoriam: Concha Márquez Piquer
Concha M. Piquer

Conchín, que hasta su fecha de nacimiento está impregnada por un halo de misterio —una constante a lo largo de su vida— según afirma Manuel Román en su libro Los grandes de la copla parece imposible que naciera un 31 de diciembre de 1945.

Según testimonios de la época, parece ser que nació dos años antes de esa fecha oficial, ya que parece improbable que Concha Piquer pudiera salir al escenario con su espectáculo en Santiago de Chile en ese estado veinte días antes. Lo que es indudable es que fue criada entre bambalinas, entre arte y acompañando a su madre alrededor del globo terráqueo. Además, sus padres le financiaron una formación integral que abarca estudios de interpretación, canto, ballet, inglés, francés e italiano.

Márquez Piquer era una mujer muy dotada, por un lado, de una extraordinaria formación, y por el otro, con la gracia de poseer un buen instrumento vocal además de otras aptitudes que le venían de serie.

¿Por qué no obtuvo el reconocimiento que se merecía por derecho si la ecuación era perfecta? Si bien es verdad que gracias a ser hija de quien era pudo acceder a esa exclusiva educación, el ser “hija de” también le supuso un enorme hándicap; el público no podía dejar de compararla con su progenitora y querer ver en ella a la heredera del género.

Dentro de todo esto, también debemos mencionar que cuando se casa, teniendo ella 17 años, con el matador de toros Curro Romero (29), éste le dice que en su familia no quiere a ninguna artista. Así que para casarse tuvo que ceder al ultimátum de matrimonio o arte. Aunque como ella contó después, consiguió convencerlo y volvió a actuar en público.

Una de las actuaciones más especiales fue en el programa de Cantares (1978) donde es entrevistada y canta de manera magistral los grandes hits de su madre con los trajes originales de ésta: Lola Puñales, Tatuaje, Canta morena, Cinco farolas y En tierra extraña.

En palabras de su propia madre: “mi hija es una gran artista, ella puede cantar todo lo que quiera. Esta noche ha cantado mi repertorio pero mañana te puede hacer una comedia musical, que ya lo ha hecho. Una artista que está capacitada para ello puede cantar lo que quiera”.

El problema que ocurre en innumerables ocasiones es que la no especialización en un repertorio hace que el público se desoriente.

Además, a estas vicisitudes se le suma una de las grandes construcciones del patriarcado: la rivalidad y la enemistad entre mujeres. Solamente hay hueco para una. Y sí, me refiero a la aireada enemistad de las Piquer con Rocío Jurado.

No puedo dejar de destacar también sus contestaciones cargadas de vehemencia, inteligencia e ironía durante sus entrevistas más personales. Lauren Postigo en el programa antes mencionado se extraña y le pregunta que cómo una católica como ella creía en la reencarnación. A esto, Concha le respondió que no tenía que ver una cosa con la otra. Ella es católica, apostólica y romana, pero si tuviera que reencarnase lo haría en “un cóndor que se suicida cuando no ve”. Este misticismo, este interés por lo espiritual le llevó a intuir que su hija Coral no debiera de cruzar el charco para seguir con su carrera musical: “yo se lo dije, yo me convertí en un piano de cola, pero con siete colas para tener muchísimas octavas para decirle en todos los tonos habidos y por haber que no se fuera. Y se fue.” Cuando Coral tuvo un mortal accidente de tráfico en EEUU y llamaron a la casa de Concha, ésta ya había vaticinado que su hija había muerto.

En 2001 en el programa Tiempo al tiempo, presentado por Concha Velasco le preguntan por qué no concede la nulidad para que Curro pueda casarse por la iglesia con Carmen Tello a lo que Conchín responde: “mi matrimonio es válido, si yo me casé con todas las de la ley, ¿ahora qué voy a hacer?, ¿un paripé para la gente, para la sociedad?, ¿y Dios? Porque yo con quien quiero llevarme divinamente es con Dios. Y yo creo que un Dios como en el que yo creo no me puede mandar al infierno por haberme casado por lo civil con Ramiro [Oliveros]”. Otra vez que se le ha tildado de mala de la película cuando ella no es quien da la nulidad sino el tribunal eclesiástico de la Rota.

Desde 2017, cuando publicó sus memorias, no hizo ninguna otra aparición en público. Ha permanecido en su casa de Pozuelo y ha sido enterrada en la más estricta intimidad. Esperemos que el tiempo le otorgue el reconocimiento que merece.

Desde aquí nuestro pequeño homenaje. DEP.

 

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