CARLOS MARTÍNEZ SOLER
En múltiples ocasiones los usuarios nos topamos con un producto, ya sea éste una película, una novela, un disco de música, etc., por recomendación, interés, repercusión mediática, etc., pero en otras, éste se acerca a nosotros por obra del azar, la causalidad, el engaño o el error. En mi caso, la obra que hoy nos ocupa, Entre Pipas, pertenece a esta última categoría, y tras su visionado, reconozco que estoy encantado con esta circunstancia.
En una época donde Antena 3 y Telecinco no paran de sacar a la palestra series de diversa calidad, las hay malas, muy malas y correctas, las buenas y muy buenas pertenecen a otras industrias, que un producto como Entre Pipas exista es todo un éxito. Entre Pipas pertenece a esa categoría llamada webserie (la podemos ver en www.entrepipas.com), fenómeno de reciente creación, que con el paso de los capítulos ha ido adquiriendo fama y renombre hasta convertirse en lo que hoy es:una serie de reconocido prestigio y con numerosos premios a sus espaldas.
La grandeza de Entre Pipas reside en su extrema sencillez. Ante nosotros nos topamos con dos personajes, Julio y Luis (magníficos Luis Zahera y XúlioAbonjo), sentados en un banco comiendo pipas, reflexionado y compartiendo con nosotros historias y anécdotas cotidianas de la vida, ésas que realmente importan, emocionan, dan miedo, etc. Sin embargo, esto que resulta imposible de plasmar para muchos de nuestros creadores, aquí rezuma tanto realismo, veracidad, y está tan bien escrito, que uno se siente un privilegiado ante las charlas filosóficas planteadas por estos dos amigos, viéndose en muchos casos reflejados en algunas de sus historias. Además, sus micro-episodios, que oscilan entre 3-6 minutos, hacen la experiencia si cabe más placentera, al tiempo que ponen de manifiesto ese dicho tan nuestro que reza: «las grandes esencias se guardan en frascos pequeños».