Ya en la calle el nº 1037

Federico, el retrato personalísimo de un hombre universal

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JENNIFER FUENTES

Federico García Lorca es uno de los españoles más ilustres y universales de nuestras letras. De una forma u otra, todos conocemos al autor granadino y lo hemos hecho nuestro. Federico, el hombre y el poeta, nos lo pone muy fácil, pues mostró, a lo largo de su corta vida, un sinfín de facetas distintas: el poeta, el dramaturgo, el surrealista, el vanguardista, el autor de Romancero Gitano y Poeta en Nueva York, el pianista y el estudiante de la Residencia de Estudiantes de Madrid entre muchos otros. Federico García Lorca fue, y sigue siendo, un grande de las letras y la cultura españolas y esto es así en parte por su personalidad, su arte, su mente y su vida. Todos los que admiramos a Lorca sentimos el dolor que produce el que una estrella tan brillante fuera asesinada, su obra tergiversada y su cuerpo desaparecido.

Federico, el retrato personalísimo de un hombre universal
Portada de Federico

Ilu Ros recoge en Federico su vida y obra, fragmentos de sus textos y testimonios de su familia y amigos para crear algo más que una biografía, mucho más que un acercamiento a su figura o la interpretación de su obra a partir de su vida. Federico es un retrato complejo, profundo y personalísimo de Federico donde aúna todo lo ya mencionado con unas ilustraciones carismáticas, de un estilo propio que puede que no guste a todo el mundo, pero que muestran la visión propia que tiene la autora del poeta. Ella misma lo explica en la introducción: “Federico solo hay uno”, pese a que cada uno de nosotros vea algo distinto en él y en su obra.

Esta obra que camina en la frontera entre la novela y el cómic, está dividida en tres actos y sus correspondientes cuadros y este es, sin duda, uno de sus puntos fuertes. Lorca fue poeta y dramaturgo y su vida, de alguna forma, ha tenido siempre algo de teatral. El texto y las ilustraciones, que se acompañan mutuamente, consiguen esa sensación teatral, añadiendo, incluso, acotaciones con las subidas y bajadas de telón. Vislumbramos así al niño Federico y nos regodeamos en el joven ávido de cultura y diversión junto a sus compañeros y amigos de la Residencia de Estudiantes. Asistimos a sus amores e idilios con Dalí o Emilio Aladrén, a sus conflictos y deseos y a la creación de sus obras. Contemplamos su viaje a Nueva York. Y en el tercer y último acto, cuyas ilustraciones están también de luto, asistimos a su muerte. A su asesinato. Pero no a su olvido.

Ilu Ros nos muestra a Federico y, al igual que el espíritu creativo y cautivador de Lorca, la autora consigue con sus ilustraciones que cada una de las páginas del libro muestren la creatividad y la poesía con que el poeta granadino lo llenaba todo. Ilustraciones de Federico en todas sus etapas vitales, de su familia y amigos, de los lugares que formaron parte de su vida y de su alma, de momentos de su vida y de sus símbolos. Ilustraciones de caracoles, de estrellas, de fuego y de lunas. Porque todo ello conforma el retrato de Federico García Lorca.

Federico, 2021

Ilu Ros

Lumen

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