Ya en la calle el nº 1037

Falsos mitos en el deporte

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ADRIÁN LÓPEZ

Según la RAE, “Mito” se define como “historia ficticia o personaje literario o artístico que condensa alguna realidad humana de significación universal”2. En el ámbito deportivo lo definiremos como “creencias populares de hábitos Adrián Lópezo ha oído alguna de las siguientes afirmaciones? “Las AGUJETAS son cristalizaciones de ácido láctico y el dolor desaparece tomando agua con azúcar y un poco de limón”. Las agujetas o mialgia diferida, es el dolor muscular post-esfuerzo que todos hemos tenido alguna vez. Este dolor se puede clasificar en dos tipos: DOMPAR (dolor muscular post-esfuerzo de aparición rápida, 1h – 5h después del ejercicio), causado por la acumulación de sustancias tóxicas como el lactato y que suele desaparecer a las pocas horas (dolor típico de un deportista entrenado después de una sesión de gran intensidad) y DOMPAT (dolor muscular post-esfuerzo de aparición tardía, 24h – 48 después del ejercicio), causado por micro-roturas en la unión músculo-tendinosa. Por lo tanto, la causa de esta lesión no son las cristalizaciones de ácido láctico (imposible su cristalización a 37º, nuestra temperatura corporal) y evidentemente no necesita ningún tipo de bebida que ayude a “descristalizar” el músculo. Su mejor tratamiento es la prevención, con ejercicio progresivo y en caso de llegar a la lesión, reposo y tratamiento fisioterapéutico. “SUDAR ADELGAZA”. Es un clásico en la temática deportiva… y muy peligroso. Entrenar con exceso de ropa, participar en clases dirigidas sin una temperatura adecuada o entrenar con mucho calor, no te hará perder ni un gramo de grasa, lo único que perderás serán líquidos y pondrás en riesgo tu salud. Sudar mucho no significa que estés entrenando bien, ni siquiera perdiendo más calorías. Recuerda que debes hidratarte antes, durante y después del ejercicio para el correcto funcionamiento de tu organismo. “HACER ABDOMINALES PARA PERDER GRASA ABDOMINAL”. Desde hace cientos de años, la curva de la felicidad es un quebradero de cabeza para muchos hombres y mujeres, tanto que para eliminarla han inventado miles de artilugios de potenciación abdominal, rutinas de ejercicios extenuantes para convertirte en Schwarzenegger, bebidas mágicas que hacen desaparecer la grasa de tu abdomen, etc. Engaños comerciales que lo único que van a quemar es tu tiempo y dinero. No existe la quema de grasa localizada, no se debe confundir la hipertrofia y mayor vascularización del músculo con un menor porcentaje de grasa. Para “quemar” grasa en cualquier parte de nuestro cuerpo, debemos entrenar en la zona metabólica de los lípidos, es decir, trabajos aeróbicos (55% – 85% de nuestra frecuencia cardiaca máxima aproximadamente) siempre y cuando superen los 25 – 30 minutos. “NADAR ES EL MEJOR EJERCICIO PARA LOS PROBLEMAS DE ESPALDA”. Esta es una de las creencias más populares. La natación puede resultar de gran ayuda, aunque no constituye un tratamiento y en ningún caso puede sustituir a la fisioterapia y los trabajos de potenciación y compensación. Ten en cuenta que no todos los estilos son beneficiosos para todas las dolencias y que una mala técnica puede agravar las alteraciones de la columna. El trabajo de pesas o autocargas es la forma más eficaz para potenciar la zona que más lo necesite, ya que puedes hacerlo de una manera más concreta. Eso sí, es necesario que las cargas se adapten al problema que se está tratando y la ejecución de la técnica sea la correcta, debes asegúrate estar supervisado por un especialista. “CUANDO DEJAS DE ENTRENAR, EL MÚSCULO SE CONVIERTE EN GRASA”. Grasa y músculo son dos tejidos diferentes que bajo ningún concepto puedan transformarse el uno en el otro. Es lógico que deportistas que dejan de entrenar pierdan masa muscular, además, si mantienen su ingesta de calorías ahora que su gasto energético es menor, aumentará su tejido adiposo. La fibra muscular puede hipertrofiarse o atrofiarse entre otras funciones, pero nunca mutar a otro tejido. Esta es una pequeña recopilación de nuestra particular “mitología deportiva”, hay otras muchas creencias que no están demostradas científicamente y que pueden ser nocivas para la salud. Y es que, nuestro cuerpo es la única máquina perfecta que existe por el momento y debemos cuidarlo como si fuéramos a vivir toda la vida en él.

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