Europa: un sueño socialista

MARAVILLAS FERNÁNDEZ/CONCEJAL SOCIALISTA EN CEHEGÍN
Nos encontramos en la recta final de otra campaña electoral. Sin embargo, esta no es una campaña cualquiera: tras casi seis años inmersos en lo que llaman “una crisis”, algo que parece fortuito, que nunca desaparecerá; algo que sirve de excusa para decirnos que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, que debemos bajar el déficit y no sé cuántos tecnicismos económicos más a los que nos hemos acostumbrado a escuchar cada día y a cada momento en los medios de comunicación y que se ha convertido en el tema de conversación en cualquier corrillo entre vecinos.
Pero en realidad, ¿qué es lo que estamos viviendo? Para mí tiene una explicación clara: la derecha nos ha llevado a un nivel social y económico del que, para ellos, jamás debíamos haber salido.
Por ejemplo: los jóvenes que provenimos de familias corrientes, nos hemos beneficiado de becas (que no ayudas) para poder ir a la Universidad y nuestros padres se han dejado la piel trabajando, pensando que cualquier esfuerzo es bueno si sirve para que sus hijos tengamos una vida mejor que la suya. Sin embargo, la realidad que vivimos nada tiene que ver con ello: no tenemos trabajo, o tenemos unos puestos de trabajo con baja remuneración, trabajos temporales y que nada tienen que ver con nuestra formación. No podemos pensar en independizarnos, ni en formar una familia. Nuestros padres tienen que seguir manteniéndonos y estirar pensiones hasta límites insospechados.
Así nos encontramos los jóvenes en España y en muchos de los países de la UE que están siendo sacudidos por esta “tal crisis”. Pero esta “tal crisis” no es más que un engaño para volvernos a la miseria. ¿Cómo vamos a tener las mismas oportunidades un hijo de una familia corriente, que un hijo de un gran empresario? Nos están estafando.
Los socialistas teníamos una idea de Europa. Una Europa que se forjó, tras la Segunda Guerra Mundial, bajo el ideario de la igualdad, la bandera que ondeamos los militantes del Partido Socialista. Era nuestro sueño. Y así se construyó en sus inicios.
En España, durante la dictadura, pensar en pertenecer a Europa era sinónimo de libertad, de igualdad, de oportunidades. Tras nuestra entrada en 1986 en la UE y los inicios de los años 90, todo parecía ir cumpliéndose sobre la marcha. Hasta que llegó la derecha. Diez años gobernando la UE nos han llevado a la situación trágica en la que nos encontramos. Y yo me pregunto: ¿esta es la Europa que habíamos soñado los progresistas? Esta es la derecha que distingue entre países ricos y pobres, que distingue entre hombres y mujeres, que favorece a grandes empresarios por encima de los trabajadores. Esta no es la Europa que yo quiero.
Hoy más que nunca debemos volver a soñar, a recuperar las ilusiones que llevaron a nuestros padres y abuelos a luchar por un futuro mejor para nosotros. Hoy más que nunca, debemos votar para convertir el Parlamento Europeo en una institución de izquierdas que consiga alcanzar el sueño de la igualdad que defendemos los Socialistas Europeos.