Ya en la calle el nº 1040

España puede presumir de grandes y muy profesionales orquestas

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Pedro Antonio Hurtado García

Hoy, queremos dedicar nuestro espacio a un fenómeno musical que pocas veces es atendido o tenido en cuenta en los medios de comunicación. Un colectivo en el que, lógicamente, también fallecen personas, pero sus nombres individuales son menos conocidos, a veces, incluso, resultan anónimos. Pero se están alineando en torno a agrupaciones por demarcaciones regionales y, de esa forma, van cobrando prestigio, notoriedad y una fuerza que les hace más sólidos ante las dificultades de nuestro tiempo.

Recordando los discos dedicados.- Nos estamos refiriendo a las orquestas, formaciones que las hay de verbena, de rock, blues y, habitualmente, para todo tipo de ambientes, que lo mismo se adaptan a una verbena, una boda, una celebración de cualquier naturaleza o, incluso, una fiesta callejera. Estos colectivos artísticos cobran una gran importancia, en tanto en cuanto nos divierten, nos alegran y hasta nos hacen partícipes de sus actuaciones, porque asumen la conveniencia de atender peticiones, interpretar canciones al gusto de la concurrencia y hasta ofrecer temas recordando aquellos viejos programas radiofónicos de discos dedicados.

Agrupados para ser más fuertes.- Por ejemplo, existe un colectivo regional denominado “Orquestas de Galicia”. Y, a decir verdad, tenemos que señalar que, en él, se encuadran grandes bandas del sector: “París de Noia”, “El combo dominicano”, “Panorama”, “Cinema”, “Los Satélites”, “Gran Parada”, “Capitol”, “Finisterre” y un interminable número de formaciones capaces de brindarnos veladas realmente extraordinarias. De algunas de ellas conservamos discos convertidos en auténticas reliquias, útiles para la diversión verbenera, guateque u otro tipo de celebración. Y es que, como decíamos, estas agrupaciones se están uniendo en colectivos, federaciones u otras alternativas para sentirse más seguras y hasta mejor gestionadas.

La afición valenciana.- En la región valenciana, por su parte, existen grupos de un calado social y artístico ciertamente insuperable. Se dice y casi podemos dar testimonio de ello, que la región valenciana es una tierra donde en todos los domicilios particulares existe, por lo menos, un instrumento musical, cuando no sean dos, tres, cuatro o más, porque la afición de los valencianos es incuestionable. De esas latitudes han salido prestigiosos artistas, tan grandes como Nino Bravo (Ayelo de Malferit), Camilo Sesto y Francisco (Alcoy), Juan Bau (Aldaya), Juan Camacho (Valencia) y otros muchos que harían interminable la relación. Pues bien, las orquestas no se han quedado atrás y tienen dotación para amenizar, probablemente, las numerosas y veraniegas fiestas patronales que se celebran en las más de 8.000 localidades que contiene el territorio español, así como las de sus barrios, pedanías y urbanizaciones. Allí, tenemos a “Titanic”, “Sonido”, “Mandrágora”, “Primera Plana”, “Principado”, “Olympus”, “Malassia”, “Mónaco”, “La Brigada” y muchas más, pero todas protagonizando veladas de auténtica calidad, siendo sus componentes, en algunos casos, hasta una veintena, incluso más, con varias voces y numerosos instrumentistas que hacen soul, blues, disco, rock, verbena, bolero, salsa, bachata y una amplitud de géneros suficientemente extensa, tanto como para ofrecer una diversión de verdadera calidad.

Competitivas formaciones murcianas.- En Murcia, por ejemplo, sin estar en la mejor época de la historia, sí podemos recordar las décadas de los años ’60 y ’70, del pasado siglo XX, cuando existían en cartel grandes formaciones como “Los Celestes” (Abarán), “Los Sixfer’s” y “Los Hipotecaos” (Ceutí), “Los Grillos” (La Raya), “Los Ases” (Alcantarilla), “Los Flash”, “Los Flamingos” y “Los 5 Ibéricos” (Murcia), “Los Jaguar’s Pop” y “Los Roller Group”(Cieza), “Los Titanes” (Lorquí), “Los Sonámbulos” y “Guanábana” (Molina de Segura) y otros grupos artísticos que resultaría imposible reseñar en su totalidad, pero que, eso sí, nos brindaban actuaciones verdaderamente memorables y competían en concursos de notoriedad, como “Los Superpop”.

Verano en la carretera.- En Andalucía, por su parte, cuentan con grandes orquestas sinfónicas que se dedican a lo más clásico del género, pero también gozan de un nutrido grupo de formaciones de baile y diversión que ofrecen altísima notoriedad y que salen de gira nada más comenzar el buen tiempo para pasar el verano en la carretera amenizando fiestas, verbenas y eventos de semejante naturaleza.

La inoportuna y desagradable pandemia.- Y, así, podríamos recorrer toda nuestra “piel de toro”, en unos momentos en los que el coronavirus ha empobrecido el ánimo, el bolsillo, la ilusión y la esperanza de los centeneras y hasta miles de músicos que conforman estos grupos y que, ahora, tratan de recuperarse, después, eso sí, de que muchos de sus componentes hayan cambiado de profesión, se hayan dedicado a otra actividad u optaran por sucumbir ante la imposibilidad de poder dar continuidad a esa actividad musical de la que han dependido durante muchos años, gloria que la pandemia les ha trastornado de importante manera.

Historias en forma de canciones.- Unos, por lo tanto, tratarán de recuperar y fortalecer sus equipos de sonido y todo su instrumental para actualizarlo de acuerdo con los nuevos tiempos. A otros, les resultará imposible remontar el vuelo y desistirán de esa noble y placentera actividad, pero, de una u otra forma, el músico que lo es de corazón, nunca perderá el gusanillo de los compases, las cosquillas estomacales producidas por las vibraciones sonoras y el orgullo de comunicarse con sus audiencias a través de la música, ese arte especializado en contar historias al compás de la música y hacerlo en facciones de tiempo de tres minutos, por término medio, que es lo que suele dar de sí una canción.

Seres anónimos, pero grandes músicos.- Y, como decíamos al principio, también pierden a componentes y ven truncada su vida el vocalista, el baterista u otro de sus músicos, pero, a pesar de pertenecer a grandes orquestas que engrandecen con su concurso, ellos, individualmente, siguen siendo anónimos, desde luego, pero, al mismo tiempo, grandes músicos a los que la fortuna no les ha sonreído con fuerza, pero sí les ha hecho excelentes intérpretes.

Mundo apasionante.- A todos ellos, nuestra voz de ánimo para seguir en la brecha. Y les prometemos que también trataremos, en esta sección musical, de ocuparnos del apasionante mundo de las orquestas de esa naturaleza, cada vez que exista oportunidad para ello. Buenos días.

 

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