La alcaldesa de Calasparra, Teresa García, participaba hace unos días en el Encuentro de ‘Caminos de Arte Rupestre Prehistórico’, que se celebró en Ciudad Rodrigo con la colaboración de la Junta de Castilla y León y la Fundación Siega Verde, encuentro en el que se anunció que el municipio de Calasparra, será la sede donde se realizará este encuentro el próximo año 2023.
Este es un itinerario cultural europeo por los yacimientos de arte rupestre europeos, la primera forma de expresión cultural conservada de la Humanidad y que forma el primer Paisaje Cultural de Europa, que forman parte de la Lista del Patrimonio Mundial de UNESCO.
Entre sus objetivos principales están los de difundir y promover el arte rupestre prehistórico de Europa; promover el diálogo y el intercambio de buenas prácticas en materia de gestión y valorización del mismo; impulsar la conservación de sus manifestaciones mediante la valoración social de esta “herencia milenaria” que debe legarse a las generaciones venideras.
Por otro lado, también persigue impulsar la colaboración de las administraciones públicas y organismos privados para el desarrollo de acciones conjuntas, dentro de una ruta cultural paneuropea temática y especializada; desarrollar productos pedagógicos y didácticos destinados a los jóvenes, con el fin de consolidar el conocimiento de sus raíces y la identidad europea; fomentar los usos turísticos que faciliten el acceso de la sociedad a este importante legado del continente europeo, todo ello dentro de una estrategia basada en la sostenibilidad y en la interacción entre turismo y cultura, así como fomentar el desarrollo de las zonas rurales, en donde se conservan la mayor parte de las manifestaciones rupestres prehistóricas de Europa. Por ello, representantes de Portugal, Francia, Italia, Noruega, Finlandia, Georgia y Azerbaiyán se desplazaron hasta Ciudad Rodrigo para participar en este importante encuentro.
El Conjunto Rupestre de Los Abrigos del Pozo, en Calasparra, se encuentra englobado en el Arte rupestre del arco Mediterráneo de la Península Ibérica, incluido en la lista del patrimonio mundial de la Unesco desde 1998, Red Natura 2000 y del itinerario cultural europeo. Se encuentra situado en la ladera noroeste de sierra del Molino, junto al margen derecho del Río Segura y en el entorno del Cañón de Almadenes. Conformado por varios abrigos que albergan distintos paneles con pinturas rupestres, la mayoría esquemáticas y algunas naturalistas. Son predominantes las de color rojo, pero también se ha hallado una en negro.
Por lo que es una de las estaciones de arte rupestre más relevantes de la región, no solo por el número sino por la variedad de pictogramas representados. Además, están datadas desde el Eneolítico hasta la Edad del Bronce, y al pie de las pinturas se han realizado excavaciones arqueológicas que han documentado la presencia humana en el lugar durante al menos diez mil años.
