Ya en la calle el nº 1040

Eloy Ortiz: “No hay lugar para los tabús en mis novelas”

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Añade aquí tu texto de cabecera

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

JAIME PARRA

Eloy Ortiz, escritor ceheginero que reside en Madrid, regresó el pasado día 4 para presentar “El ángel que no sabía volar”, segunda parte de una exitosa trilogía, ante sus paisanos.

Historiador, arqueólogo, incluso entrenador de baloncesto, este ceheginero ha querido homenajear a su tierra con la procedencia de uno de sus protagonistas, Leo, nacido en Cehegín y quien la visita en la primera parte de la trilogía.

En esta obra nos habla de su última obra y de su carrera literaria en general.

¿Por qué escribe Eloy Ortiz?

Por necesidad, por liberación, por alzar la voz y por escribir lo que en algún momento de mi vida necesité leer. Ponerme a escribir es curarme todas las heridas. Suena un poco egoísta, pero mis novelas son mi terapia, mi forma de reconstruir mi interior.

En Cehegín presenta “El ángel que no sabía volar”, segunda parte de una trilogía. ¿Cuéntenos qué podemos encontrarnos en ella?

Una historia que creo que es única. Y suena muy a tópico, a las palabras que diría cualquier escritor sobre su novela. Pero es la realidad. Es una novela inmersiva, la realidad del día a día, de como se relacionan los seres humanos, del dolor, la pasión, el frío y el calor que puede simbolizar un beso…Y todo ello contado sin pelos en la lengua, con claridad y sin tapujos. No hay lugar para los tabús en mis novelas. Y eso es precisamente lo que se van a encontrar los lectores: una cotidianeidad tan abrumadora que les va a ser imposible separarse de las páginas y vivencias de los personajes, pues de algún modo, también serán un poco las suyas.

¿Aparece Cehegín o recuerdos que guarda de su pueblo en alguno de sus escritos?

Siempre. Es imposible olvidarme del lugar en el que he nacido, crecido y vivido buena parte de mi vida. Siempre hay un poema dedicado a mi pueblo, una referencia, una visita… De hecho, uno de los protagonistas de mi novela, Leo, es de Cehegín donde vive con sus padres e incluso hace algunas visitas al pueblo durante la primera parte. Creo que tengo mucho que agradecer a Cehegín y su gente y esta es mi forma de poner por escrito un homenaje a mi tierra.

¿Cuándo tuvo claro que el argumento le pedía no uno, sino incluso tres libros?

Tengo que reconocer que planteé esta novela en mi cabeza como autoconclusiva. Pero esa idea se desvaneció cuando acabé con el primer libro. El final me convencía y podía cerrar el argumento principal en unas pocas páginas más. Pero había mucho más, un trasfondo que ni yo mismo pude ver hasta que no escribí la última palabra de la primera parte “El ángel al que vi llorar”.  Se tocaban demasiados temas importantes, demasiados sentimientos a flor de piel, tramas que daban mucho juego. Tenía la responsabilidad de dar respuesta a todo eso. Yo como lector lo hubiera exigido…Y entonces comencé un boceto de la segunda parte. Las ideas venían solas. Cuando quise darme cuenta tenía no solo el guion de la segunda, sino también de una tercera. Creo que es hasta hoy el proyecto más ambicioso al que me he enfrentado, pero también el más sincero y honesto. Considero que todos los temas que abarca la trilogía son muy necesarios de abordar con cautela y con responsabilidad. Si mis palabras sirven de ayuda, consuelo o simple entretenimiento, entenderé que mi trabajo está bien hecho.

¿Por qué la etiqueta de LGTBIQ?

La novela fue catalogada en un principio como novela de ficción contemporánea y creo que es lo que más se ajusta y lo que se puede encontrar en muchas catalogaciones oficiales. Sin embargo, hice mucho hincapié en que también fuera etiquetada como LGTBiQ+ por un simple motivo. Me gustaría que en un futuro no tuviéramos que catalogar nuestras novelas con esa etiqueta, que ver personas del colectivo en cualquier tipo de ficción no fuera objeto de reseña. Pero también soy consciente de que todavía se necesitan de muchos referentes, de que todavía hay mucho trabajo que hacer en la visibilización del colectivo LGTBiQ+. A mi me hubiera gustado en su momento tener acceso a este tipo de novelas, de que hubiera secciones en bibliotecas y librerías específicas de ello. Hoy por suerte las tenemos y las generaciones que vienen tendrán un acceso mayor que el que yo tuve. Por eso es necesario la etiqueta, para conseguir una normalización que nos permita en un futuro decir que simplemente escribimos novela de ficción contemporánea sin importarnos que los personajes principales sean dos chicos, dos chicas, una trieja, personas no binarias o personas trans. Estoy muy feliz de que gran parte de mi público pertenezca al colectivo y también de que mucha gente que no pertenece a él se anime a leerlo sin ningún tipo de prejuicio. La literatura debe ser entretenida, pero también didáctica de algún modo.

¿Qué otra obra tiene publicada?

Pues como dije, la primera parte de esta trilogía “El ángel al que vi llorar” fue publicada en noviembre del año pasado. También cuento con dos poemarios, “Por si nunca llego a conocerte” que publiqué con la Editorial Círculo Rojo y “Surrealismo, caos y otras cosas que olvidé” que autopubliqué por Amazon durante esta cuarentena.

Por suerte, el lanzamiento de esta trilogía me ha abierto muchas puertas y ya tengo varios proyectos firmados para el futuro, grandes ideas tejiéndose en mi cabeza, algunas de ellas, he de reconocer, que muy ambiciosas.

Es autor también de poesía, ¿en qué genero se encuentra más cómodo?

Sin duda, las posibilidades de creación que te da una novela, superan al resto. La poesía, por ejemplo, la tomo como algo bohemio, de sentarte en un banco y escribir para el disfrute propio. Pero ponerte a escribir una novela es un reto enorme. Y me gustan mucho los retos.

¿Edición o autoedición?

Comencé trabajando con la editorial Círculo Rojo que en su momento proponía un sistema de trabajo entre la edición y la autoedición. La verdad fue una buena forma de comenzar, de tomar contacto con el público, de saber si valía o no para ello. Autopublicar con Amazon también es recomendable para aquellos que tengan una obra y quieran probar suerte y enfrentarse a una valoración externa a la hora de embarcarse en proyectos de más envergadura.

Pero, sinceramente, estoy encantado de haber encontrado a la editorial Libros Indie y su método de edición. Las ventajas que ofrece son muchas, no solo ya a nivel edición, sino también en cuestiones de venta, promoción, etc. Creo que cuando pones mucho empeño en un proyecto merece tener un buen trato detrás y creo que eso lo he conseguido por el método tradicional de edición. Eso sí, no es nada fácil publicar con una editorial.  Hay que trabajar mucho y no obcecarse cuando encuentras las puertas cerradas. Es un trabajo costoso, pero muy muy satisfactorio.

Creativamente, ¿cómo ha vivido la pandemia?

Está feo que lo diga, pero a nivel creativo y personal ha sido un año bastante bueno. No soy inmune a lo que ha pasado a mi alrededor y seguramente tendrá algún tipo de plasmación en mi obra. Pero durante estos meses he escrito tres libros, algo que hasta el momento no me había planteado por miedo o inseguridad. La pandemia me dio esa templanza, esa frialdad para soltarme y dejar pedazos de mi corazón expuestos en cada página. Quizás tarde o temprano hubiera acabado publicando esta novela, pero tengo por seguro que sin la pandemia y todo lo que ha supuesto no sería la misma obra. Ya lo dijo Ortega y Gasset yo soy yo y mis circunstancias.

¿Qué libros o qué escritores le han inspirado?

Puede sonar un poco egocéntrico, pero no he tenido una inspiración clara de ningún autor o autora. Creo que siempre he tenido claro que quería hacer algo diferente al resto y que para eso no debía dejarme influenciar por nada ni por nadie, solo por mí y por lo que pasase por mi cabeza en ese momento.

Sí es cierto que soy un devorador de libros y es imposible que no haya un poquito de todos los autores que copan mis estanterías en mis libros. Seguro que habrá un poquito de Aciman, otro poquito de Christie, migajitas de Miguel Hernández…Casi me atrevería a decir que encuentro más inspiración en el arte, la mitología, el cine o la música que en los trabajos de otros colegas. Pero a modo de recomendación, para mí la obra que no me cansaré de leer (previa lectura antes del visionado de la peli) es Call Me By Your Name.

 

¡Suscríbete!

Recibe cada viernes las noticias más destacadas de la semana

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.