Ya en la calle el nº 1040

Ellos sí que son los verdaderos Reyes

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Añade aquí tu texto de cabecera

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

RUBÉN ALONSO BERMÚDEZ/FERNANDO III EL SANTO

Vislumbrando ya el final del reinado, puedo llegar casi a sentir las últimas horas del verdadero Fernando III, que, sintiéndose morir, dijo; “Señor, me diste reino que no tenía, y honra y poder que no merecí; dísteme vida, esta no durable, cuanto fue tu voluntad. Señor, gracias te doy y te devuelvo el reino que me disté con aquel provecho que no pude alcanzar y ofrezcote mi alma”.

Así, al igual que Fernando III murió dando a las gracias a nuestro señor, yo siento la necesidad de hacer lo propio, con mi Cruz y mi pueblo.

Porque no hay rey sin pueblo, me colma de orgullo decir allá donde voy soy rey en Caravaca, mi pueblo, pues sin vosotros, caravaqueños no seríamos más semejantes al polvo de un camino, vosotros sois los que nos habéis dado vida, ilusión y tesón para intentar estar a la altura de los grandes reyes, mil gracias os debemos por dejarnos, por un breve momento de nuestra vida, defender al bando cristiano y a nuestra bendita cruz.

Y aunque parezca mentira, se puede hacer complicado ser reyes. Pero lo grande de las fiestas de Caravaca es que siempre hay una persona para echar una mano, y nos sentimos eternamente agradecidos a aquellos que han estado a nuestro lado codo con codo antes, durante y después de las fiestas. Como nuestro “paje real” que, fuera de ser un título de bajo prestigio para nosotros, ha sido un gran apoyo, porque nuestro conocido “pelargón” disfruta haciendo disfrutar, pues no le hace falta más que una mirada para saber qué necesitas, sea de jinete o caballo. No solo te enseña a montar sus fabulosos corceles sino que te enseña a ser buenos reyes, a que sobre el caballo seamos uno solo para con nuestro pueblo. O Ángeles, hija de Pablo Guerrero, que no se limita a hacer un simple traje de rey, sino que lo vive y se adelanta en el tiempo y se pone en los ojos de los caravaqueños sabiendo que sus trajes representaran de maravilla y como se merecen a los reyes cristianos. Y qué decir de Jesús Martínez que solo dios sabe las veces que digo al año “cita de dí” por el simple hecho de intentar que por un momento el pueblo de Caravaca se detenga por unos simples 8 minutos y se transporte a vivir la gran batalla en la que siempre saldrá ganadora nuestra Cruz. Cómo no recordar en estos momentos también a nuestras tropas, todos los grupos cristianos que nos han seguido a la batalla.

Pero las gracias más grandes que se pueden dar es a nuestras familias, que siempre están ahí, a pesar de que cargan con casi el todo el trabajo sucio de ser rey, porque aunque puedan parecer estar a nuestro servicio ellos sí que son los verdaderos reyes.

¡Suscríbete!

Recibe cada viernes las noticias más destacadas de la semana

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.