Ya en la calle el nº 1041

El Tragaluz

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Añade aquí tu texto de cabecera

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

JOSÉ ANTONIO MELGARES GUERRERO/CRONISTA OFICIAL DE LA REGIÓN DE MURCIA

El programa de “Telecaravaca” que dirige y presenta Juan Fernández Robles con el título “El Tragaluz” acaba de cumplir un cuarto de siglo al servicio de la información local, lo que lo acredita como un clásico en la noche de los jueves, que los caravaqueños aguardamos cada semana y con el que disfrutamos por su agilidad, interés y variedad de contenidos.

Fue en octubre de 1989, cuando el maestro de la información local Cecilio Juárez Guillén propuso el nombre de Juan Fernández al gerente del entonces “Video Comunitario” Diego García Blaya, para hacerse cargo del programa informativo que llevaba tiempo pensando, grabado previamente en lo que en terminología técnica se denomina “falso directo”. El Video Comunitario tenía entonces sus instalaciones en la Gran Via y piso sobre “la Bolera”, donde anteriormente habían estado las instalaciones de “Extensión Agraria”, frente al restaurante “Vera Cruz” que regentaba Diego Moya.

JOSÉ ANTONIO MELGARES GUERRERO/CRONISTA OFICIAL DE LA REGIÓN DE MURCIA

El programa de “Telecaravaca” que dirige y presenta Juan Fernández Robles con el título “El Tragaluz” acaba de cumplir un cuarto de siglo al servicio de la información local, lo que lo acredita como un clásico en la noche de los jueves, que los caravaqueños aguardamos cada semana y con el que disfrutamos por su agilidad, interés y variedad de contenidos.

Fue en octubre de 1989, cuando el maestro de la información local Cecilio Juárez Guillén propuso el nombre de Juan Fernández al gerente del entonces “Video Comunitario” Diego García Blaya, para hacerse cargo del programa informativo que llevaba tiempo pensando, grabado previamente en lo que en terminología técnica se denomina “falso directo”. El Video Comunitario tenía entonces sus instalaciones en la Gran Via y piso sobre “la Bolera”, donde anteriormente habían estado las instalaciones de “Extensión Agraria”, frente al restaurante “Vera Cruz” que regentaba Diego Moya.

“El Tragaluz” se concibió con formato de tertulia y su nombre responde a un criterio didáctico alusivo a su propio significado semántico: ventana por donde entra la luz a una estancia doméstica (en este caso la propia ciudad de Caravaca), generalmente desde lo alto. El director tuvo claro desde el primer momento que para que el espectador recibiera la información vertida en el transcurso del mismo tenía que escuchar más que hablar, en tono distendido y familiar, que identificase el estudio con el lugar doméstico desde donde el espectador asistía, como un miembro más de la tertulia.

El presentador era hombre curtido en el mundo de la información. Había comenzado a colaborar, como corresponsal local, en el periódico regional “Diario 16”, siguiendo, tras la desaparición de aquel, en el también periódico regional “La Verdad” (donde prosigue en la actualidad), y en varias agencias de noticias; lo que otorgaba al “Tragaluz” rigor periodístico y profesionalidad, donde nada se improvisaba (aunque a veces pareciera lo contrario) y donde todo se improvisaba cuando fue preciso hacerlo para salir adelante.

El programa fue trasladando su domicilio por los distintos lugares urbanos por donde se ubicó el “Video Comunitario”, y siempre contó con los técnicos de la empresa: Manolo “el Canario”, Sebas, Virginia López, María José Hoyos, María Jiménez y Ángel Medina. Paralela a la historia de la empresa televisiva tiene su propia historia de 25 largos años y ha vivido los cambios tecnológicos que cualquier medio ha sufrido en el último cuarto de siglo. Juan Fernández recuerda los primeros programas grabados con una sola cámara y micrófonos que fallaban continuamente. En un estudio que sólo contaba con un sofá, y luego con una mesa fabricada por el propio Diego García. Con una cabecera inicial, a la que han seguido otras dos, hasta la actual diseñada por el ingeniero de telecomunicaciones David García. Así mismo recuerda las diversas sintonías musicales, muy estudiadas y nunca elegidas por casualidad, en cuyos orígenes colaboró Cecilio Juárez. Y los programas que surgieron como filiales de “El Tragaluz” como “En busca del tiempo perdido”, de temática infantil, en el que colaboraron los centros de enseñanza primaria locales; o “Ensalada de verano”, con Paquita Salcedo, Gloria y Salvador Gómez (programa de entrevistas desenfadadas relacionadas con el acontecer estival local. Así mismo las primeras “Tertulias Festeras”, en el salón de actos de la fundación Cajamurcia, en la Cuesta del Cinema), con Paquita Salcedo y Gil López, que con el tiempo derivaron a las actuales “Tertulias” que presentan y dirigen en el mismo medio televisivo Gil López y Mari Carmen Martínez.

Recuerda Juan Fernández programas del “Tragaluz” que le impactaron por su dificultad o por su contenido emocional, entre ellos el llevado a cabo en la clausura del convento de las Monjas Claras para presentar el libro de poemas de la M. Josefina. El que tuvo como protagonistas a dichas hermanas para presentar el libro “El Monasterio de Sta. Clara” (en que las monjas se presentaron en el estudio con rollitos elaborados por ellas mismas para endulzar el trabajo del personal de Telecaravaca. Los programas especiales relacionados con las elecciones locales, o los extraordinarios y puntuales como el del “Huracán Minch”, el de familias necesitadas de Caravaca y sobre el “Asilo” de ancianos.

“El Tragaluz”, como ya se ha dicho, se emite habitualmente los jueves en programación de noche, pero ha habido probaturas en martes, y cuando la actividad local lo requiere se emiten dos programas diferentes en lunes (o martes) y jueves.

También recuerda Juan Fernández programas difíciles como aquel en que el entonces presidente de la Comunidad Autónoma Ramón Luís Valcárcel anunció la supresión de la empresa pública “Caravaca Jubilar”; y en su archivo virtual de recuerdos, anécdotas sin cuento como la de haber tenido que grabar de nuevo un programa entero tras haber comprobado que nada del mismo se había grabado por cuestiones técnicas.

“El Tragaluz”, reconoce su director haberle sido muy enriquecedor personal y profesionalmente, al haber tomado el pulso diario del acontecer local de la mano de sus protagonistas, y haber conocido de cerca tantos acontecimientos y problemas generales y particulares, lo que reconoce ha motivado más su atención y su cariño por Caravaca y los caravaqueños.

Siempre hubo buena relación con el resto de los compañeros que se encargan de la información en otros medios y nunca utilizó otro atuendo personal que el habitual con el que se desenvuelve entre su grupo social (con sus naturales excepciones), y ello para conectar mejor con los entrevistados y que éstos se sintieran cómodos y distendidos.

El programa “El Tragaluz”, que reconoce no es sólo obra suya sino también de los técnicos que materialmente hacen posible la grabación y la puesta del mismo en el domicilio de los abonados cada semana, se conserva íntegro en el archivo de Telecaravaca, constituyendo un documento gráfico de primer orden, que recoge el testimonio oral y visual de los últimos veinticinco años de la historia local en los que tantas cosas hemos vivido los protagonistas de la actual generación.

 

¡Suscríbete!

Recibe cada viernes las noticias más destacadas de la semana

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.