Ya en la calle el nº 1040

El síndrome del cuidador

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Añade aquí tu texto de cabecera

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Laura Caballero Escámez/Psicóloga

El Síndrome del Cuidador es un trastorno que puede afectar a aquellos que asumen el rol de cuidador principal de personas con dependencia. Se traduce en un agotamiento intenso que afecta a las capacidades físicas, psicológicas y a las relaciones sociales.


El síndrome del cuidadorEl cuidador, con el paso del tiempo, va asumiendo una gran carga física y psíquica, llegando a dedicar la mayor parte de su tiempo al cuidado y responsabilizándose por completo de la vida de su familiar con dependencia (cuidados asistenciales, medicación, alimentación, higiene, etc). Esta dedicación exclusiva hace que el cuidador se olvide de sí mismo, dejando a un lado el ocio, sus aficiones, amistades, y dejando en pausa su proyecto vital.
Ante este hecho, es importante atender a ciertas señales de alerta que pueden indicar que es el momento de empezar a poner límites al cuidado, como pueden ser cambios en los hábitos del sueño o alimentación, sensación continua de cansancio y agotamiento o consumo excesivo de excitantes como el café, tabaco o bebidas alcohólicas.

Otras señales pueden manifestarse físicamente por medio de palpitaciones, temblores, molestias en el aparato digestivo o dolores de cabeza.

A nivel emocional pueden darse continuos cambios del estado de ánimo y enfados frecuentes que pueden deteriorar las relaciones familiares y de pareja.

En el plano social, muchos cuidadores se aíslan y pierden el interés por actividades y personas que antes sí eran objeto de interés, llegando incluso a manifestar síntomas depresivos y/o de ansiedad.

Para evitar estas situaciones, es importante que se comiencen a establecer límites en el cuidado y que el cuidador tome conciencia de qué cosas puede hacer de forma autónoma el familiar al que cuida. Fomentando la autonomía del afectado, se reducirá la carga total del cuidado y además se retardará el avance de la dependencia. Igualmente, el cuidador debe tener presente que él mismo/a tienes límites como ser humano, y que quizá haya llegado el momento de pedir ayuda a otras personas de tu entorno, ya sean familiares o profesionales.

También es importante atender a las ideas y creencias relacionadas con el cuidado, ya que pueden suponer un obstáculo en muchas ocasiones, por ejemplo, a la hora de pedir ayuda a los demás, haciendo creer al cuidador que no merece un descanso, un café con un amigo e incluso sintiéndose culpables por ello.

¡Suscríbete!

Recibe cada viernes las noticias más destacadas de la semana

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.