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El PP quiere crear una alarma infundada en La Encarnación

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Esther Poveda, concejal de Educación del Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz

Tras las declaraciones del Sr. López, del PP, en las que se nos acusa de ocultar información sobre las obras que se llevaron a cabo en el colegio rural de La Encarnación, durante el pasado mes de agosto de 2015, queremos dejar claros los siguientes aspectos:

Esther Poveda, concejal de Educación del Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz

El PP quiere crear una alarma infundada en La EncarnaciónTras las declaraciones del Sr. López, del PP, en las que se nos acusa de ocultar información sobre las obras que se llevaron a cabo en el colegio rural de La Encarnación, durante el pasado mes de agosto de 2015, queremos dejar claros los siguientes aspectos:
Recién llegados al equipo de Gobierno, el alcalde-pedáneo solicitó que se realizaran unas obras en el citado colegio, que desde la AMPA y el equipo directivo del centro llevaban años demandando. Dicha actuación consistía, según los informes técnicos, en derribar una pequeña cochera existente en el patio y adecuar ese espacio como zona de juegos para el alumnado de infantil. La placa de fibrocemento, tantas veces mencionada por el PP, es una cubierta de uralita de dicha cochera, material usado en numerosas edificaciones de nuestro municipio, y que según normativa de la UE, deberán ser eliminadas paulatinamente, como fecha límite en 2028.
Siendo para nosotros prioritario dar respuesta a este problema, al que nunca dio importancia el anterior equipo de gobierno del PP, aprovechamos el periodo de vacaciones para realizar las obras en agosto de 2015, de manera que al inicio del curso escolar, los alumnos pudieron disfrutar del nuevo parque infantil que llevaban tanto tiempo demandando.
Nada más llegar al gobierno local resolvimos este problema, el riesgo “real” de una construcción antigua, en pésimas condiciones, que durante muchos años constituía un peligro para los niños/as que jugaban cada día en el patio; y lo hicimos sin ningún afán de protagonismo ni publicidad, convencidos de que era una necesidad que había que atender.
Según los informes técnicos redactados por el personal municipal, cuando se iniciaron dichas obras no había en el colegio ningún tipo de material que requiriera de permisos de la Dirección General de Trabajo, por tanto no precisaba de una empresa especializada y autorizada para su retirada. Las actuaciones se hicieron siguiendo el procedimiento habitual en los contratos menores. El coste fue asumido por el ayuntamiento con cargo a la reserva de crédito, siendo el importe total de 8.396’72 € (IVA incluido).
Sin embargo, hoy nos vemos en la obligación de volver sobre un asunto solucionado de manera positiva, sobre el que el PP lleva meses intentando generar polémica, con una actitud demagógica sobre un colectivo tan sensible como los alumnos/as y sus familias, con el único objetivo de sacar rédito político y electoralista para intentar desgastar al equipo de gobierno.
La obsesión enfermiza de algunos ediles de la derecha por desprestigiar cada paso que damos les ha llevado a cometer la irresponsabilidad de tratar de generar una alarma social totalmente injustificada, en la que se han atrevido, incluso, a recomendar a los alumnos que dejen de asistir al colegio.
Lo realmente preocupante es comprobar que, cada día que pasa, la impotencia que les genera su papel de oposición, les empuja a no respetar ninguno de los límites que la ética, la coherencia y la responsabilidad política recomiendan.

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