Ya en la calle el nº 1037

El Himno de la Región de Murcia

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

JOSÉ ANTONIO MELGARES/CRONISTA OFICIAL DE LA REGIÓN DE MURCIA

El proceso autonómico que se deriva de la Constitución Española vigente desde 1978, dio pie en su título VIII al desarrollo del Estatuto de Autonomía de la región de Murcia que, como se sabe, constituye la norma institucional básica de la Comunidad Autónoma con rango de Ley Orgánica que, como también se sabe, fue aprobada el 9 de junio de 1982 y modificada en 1994. En ella queda meridianamente claro que la nuestra es una entidad histórica perfectamente definida dentro de España. El Estatuto en sus disposiciones generales se refiere a los signos de identidad y autonomía de la Región, y en su artículo 4 se ordenan las expresiones simbólicas de identidad regional como la bandera, el escudo y el himno.

La de Murcia, como las 16 comunidades autónomas restantes que no lo tenían, se puso manos a la obra para conseguir su propio emblema y bandera que en nuestro caso llevaron a feliz término los profesores historiadores José María Jover Zamora y Juan Torres Fontes, quienes argumentaron perfectamente su contenido y que, como los mayores recordarán costó lo suyo aceptar por determinados sectores de la sociedad regional en los primeros momentos de su uso y ostentación pública. Al día de la fecha es una de las 17 banderas autonómicas, indiscutida y respetada aunque nadie, por fortuna, haya tenido que derramar su sangre por ella.

Sin embargo no sucede igual con el himno, quizás porque su uso no sea tan necesario como el escudo y la bandera entre las demás comunidades. En recientes entrevistas con lideres políticos regionales con representación institucional, que me han dejado habar con ellos, les he manifestado la conveniencia de que en la reforma del Estatuto que ahora se lleva a cabo, se contemple la posibilidad de acometer definitivamente en tema del himno, algo que no es estrictamente necesario pero sí conveniente, en la seguridad de que el grupo social que canta una misma melodía, codo con codo, en momentos trascendentes, permanece unido, y a lo largo de la interpretación del mismo se comparten sentimientos que avivan el espíritu.

Siendo presidente de la Comunidad Autónoma Andrés Hernández Ros se encargó al cantautor murciano José María Galiana Romero, en 1979, la composición de una melodía, a la que después puso letra en base a un poema del poeta santomerano Julián Adugar. Letra y música fueron lo suficientemente asépticos para que nadie se sintiera excluido, y en todas las tierras y por todas las gentes de la región, pudiera algún día cantarse sin prejuicios de ningún tipo.

El texto del himno dice así:
Toda esta tierra/ debe ser mañana/ mesa redonda…/corro de alegría./ Que salga el sol,/ se abra una ventana,/ para todos igual/ que el primer día.

La melodía se grabó en los estudios de la empresa Audifilm de Madrid con la colaboración del compositor Ricardo Miralles, quien la orquestó e hizo los arreglos musicales necesarios en los últimos días de 1979 y primeros de 1980. En el trabajo colaboraron músicos y coros de la Orquesta Sinfónica Nacional, y se invirtió la cantidad de un millón de pesetas que ya no pagó el gobierno de Hernández Ros sino la Consejería de Cultura del gobierno de Carlos Collado (si bien hay que decir que José María Galiana, experto en temas musicales de esta naturaleza, no percibió remuneración económica alguna por expreso deseo suyo).

Aquella melodía, sin embargo, a pesar de estar grabada en un disco y haberse interpretado en alguna rara ocasión en acto celebrado en la Asamblea Regional, es una total desconocida, no habiendo propiciado su difusión ninguno de los gobiernos posteriores.

Convendrá conmigo el lector que un himno no se impone, ni se aprende de la noche a la mañana, y que posiblemente se tarde una generación en su conocimiento y asunción social del mismo. Pero alguna vez tendrá que comenzarse aunque, insisto, tampoco pasa nada si en adelante la Región sigue sin himno como ha venido siendo hasta ahora.

Cuando el pasado nueve de junio tuve oportunidad de asistir al acto institucional del Día de la Región, por primera vez como Cronista Oficial, eché de menos, y conmigo quienes me acompañaban en el magnífico escenario del teatro Capitol de Cieza, un himno que supiésemos y cantásemos todos al concluir el mismo. Éste comenzó con el himno nacional, siguió su desarrollo con toda dignidad y solemnidad, pero concluyó cojo. El silencio final pedía algo más que silencio, pedía un himno con su aplauso, que reafirmara nuestra condición murciana y el sentimiento regional.

Sea en himno de José María Galiana, u otro que se consensúe debidamente, pero nuestra generación no debe dejar a las venideras la sensación de no haber querido, o no haber sabido cantar juntos lo que todos, sin embargo sentimos.

¡Suscríbete!

Recibe cada viernes las noticias más destacadas de la semana

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.