Ya en la calle el nº 1040

El filósofo anarquista

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

FÉLIX MARTÍNEZ MARTÍNEZ/FILÓSOFO

No, no es ninguna exageración, tampoco es lo que puede parecer a simple lectura. Hoy os traigo (redoble de tambor) el anarquismo epistemológico. ¡Tachán! Para ello nos centraremos en una obra de Paul Feyerabend titulada Tratado contra el método. Hay que advertir al lector que nos encontramos en una de las ramas de la filosofía más valoradas y recurridas de la actualidad: la filosofía de la ciencia. Pero, ¿qué hace Feyerabend para que le otorguen a su teoría este nombre? Nada. Al menos no tanto ni tan radical como para que se llevaran las manos a la cabeza. Básicamente, y esto es muy simplista y reduccionista, lo que hace es desplazar la racionalidad de la ciencia para otorgarle más valor más valor al contexto histórico y sociocultural en el cual se da la ciencia. 

El filósofo anarquista
Paul Feyerabend

Lo primero que se cuestiona el filósofo austríaco circunda sobre si la ciencia tiene una metodología propia y única. A la conclusión que llega es que no, que la ciencia no tiene una estructura única ni unívoca, sino que se encuentra en constante desarrollo. Por lo tanto, no aparecen los mismos elementos en todas las investigaciones científicas. Esto se conoce como “pluralismo metodológico”. Aquí, como se ve, surge un problema en torno al método científico, pues no podríamos predecir de una manera fehacientemente empírica cómo será un método general para toda investigación científica en particular. 

Este no es el único elemento relevante que aparece a lo largo del extenso artículo, pero da buena cuenta de lo que el filósofo tenía en mente. Os dejo, tan solo mencionados al menos otras tres concusiones que se pueden extraer del Tratado contra el método. Otro de los pilares sería el de la oposición de la racionalidad para intentar mantener el progreso de la ciencia, para ello entraría a colación el problema de las teorías ad hoc. Teoría criticada, entre otros, por K. Popper o Lakatos, por considerar la misma como irracional. Feyerabend, por su parte, no se posiciona como un dogmático en contra de las teorías ad hoc. 

Otro problema que nos encontramos es el de la inconmensurabilidad de las teorías científicas. ¿Qué es este extraño palabro? En filosofía de la ciencia se refiere a que no es posible relacionar ni comparar diversas teorías científicas con el fin de intentar obtener cuál de ellas es más válida, verosímil o sustituible. Por último, tenemos una crítica al concepto de demarcación por parte de Feyerabend. Este filósofo consideraba que la ciencia era tan solo una de las formas en las que se daba el saber. Al tiempo, consideraba que la ciencia, sus postulados e hipótesis se encontraban más cerca de los mitos de lo que los científicos estaban dispuestos a aceptar. 

Todo esto no es más que una pequeña muestra del alcance del anarquismo epistemológico formulado por Feyerabend. A fin de cuentas lo que él buscaba era otorgarle una completa libertad a los métodos y procesos científicos los cuales consideraba que debían de salirse del dogmatismo científico. La verdad científica para él no puede ser nunca ni completa ni generalizable, sino que más bien habría que enmarcarla y entenderla dentro de un desarrollo que sea tanto histórico como dialéctico. Nada, bien en el contexto científico o en cualquier otro puede ser enteramente concluyente ni, tampoco, inmutable en el tiempo. 

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