Ya en la calle el nº 1040

El estómago de la sociedad

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Añade aquí tu texto de cabecera

Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

ISABEL MARÍA ESPÍN

“Los diferentes miembros del cuerpo de un hombre se enfadaron con el estómago. ¡Mira éste- se decían entre sí-, no hace nada y nosotros tenemos que alimentarle! Los pies están todo el día de aquí para allá buscándole comida, las manos trabajan para llevársela a la boca y la boca para masticar los alimentos, mientras él no hace nada”. Así que dejaron de alimentar al estómago. Él se retorcía de hambre, pero ni a los pies, ni a las manos, ni a la boca les importaba. Pero llegó el día en que pies, manos y boca comenzaron a sentirse más y más débiles… hasta que se dieron cuenta de que ellos también dependían del estómago.

Estas son las palabras que Menenio Agripa utilizó para evitar la sublevación del pueblo contra el Senado y como la Historia nos ha demostrado, surtieron efecto entre los ciudadanos. En cambio, si ésta fábula hubiera sido contada en la actualidad, ¿sería suficiente justificación para el poder? ¿Hasta qué punto podemos tolerar que la alegoría sea cierta? Obviamente, el creador de este cuento pertenecía al poder y su misión principal era conseguir la paz a través de la dialéctica. Al aceptar esta parábola, estamos, por tanto, perdiendo nuestra capacidad para rebelarnos ante los que consideramos que pertenecen a un escalafón superior en la sociedad. Por ello, también decidimos no intervenir ante cualquier abuso que provenga del poder porque eso podría debilitarnos debido a que por diversos motivos, principalmente adquisitivos, no correspondemos a una parte de la sociedad que tiene los privilegios suficientes para salir inmunes de determinadas tesituras. Ante un gobierno titánico lo mejor es quedarse quieto, bueno más bien al contrario, moverse y continuar con las actividades diarias sin actuar de ninguna forma por la represión sometida porque no estamos habilitados para realizar una función diferente a la habitual. Pero ¿desde cuándo el estómago busca dañar a los otros miembros? Explotar a tus pies y a tus manos hasta agotarlos totalmente no creo que sea lo mejor a largo plazo aunque eso sí, el estómago se congratulará de lo obtenido pero quizás todos se han olvidado que sirven a alguien superior a ellos y que ese algo existe gracias al perfecto conjunto de todas las partes y éste es el cuerpo. El cuerpo no es más que la sociedad, ésa en la que todos tienen su papel pero que nadie parece sentirse miembro y el gran resultado de esto es un cuerpo débil donde sus órganos no paran de batallar sin molestarse en lograr encontrar un punto intermedio para que ambos se sientan satisfechos.

Cada uno puede realizar su propia interpretación según desee, sin embargo, con la que yo prefiero quedarme es con que somos un conjunto y nos necesitamos para crear un algo perfecto aunque por ahora todo se queda en simple teoría pues el hombre todavía está experimentando de todas las formas que se le imaginan para crear un cuerpo diferente, un cuerpo más primitivo y animal. ¿Significa esto que es mejor? Quizás, pero lo dudo mucho.

¡Suscríbete!

Recibe cada viernes las noticias más destacadas de la semana

Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest
Pocket
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.