ANTONIO F. JIMÉNEZ
Aparte de la nueva equipación de finísimas rayas blancas sobre un gris ceniciento, el Club Baloncesto de Bullas dio a conocer el sábado que se fundase el club hace seis años. En palabras de su entrenador, Guillermo Piñero, «es difícil sacar un equipo así en pueblos tan pequeños», aunque asegura que tratarán de «formar más en todas las categorías intentando captar a chicas año tras año». El grupo de esta temporada está compuesto por ocho chicas de edades comprendidas entre los 15 y 17, de modo que se trata de una mezcla de cadetes y junior sin federar, «al menos este curso».
La presentación de la nueva temporada se celebró en el Pabellón Juan Valera de Bullas el pasado sábado 24 de octubre. Los muchachos y muchachas se agolpaban en los pasillos, en los vestuarios, algunos tiritando afuera, unos más bajos, otros más espigados. Todos aguardaban a que se apagasen las luces y se hiciera la penumbra en la cancha. De repente un foco recayó redondeando a Tomás Puerta, del equipo sénior, que hizo de presentador al estilo de los speakers más americanos, más rocambolescos y apasionados. Los alevines, los cadetes, los infantiles, todos fueron subiendo categoría por categoría al podio para echarse la foto de rigor con los entrenadores. Sonaba de fondo una música deportiva, de este tipo de temas como los de la banda sonora de Space Jam que eriza la pelambre de los brazos de los jugadores en tirantes.
El cartel que se erigía tras las espaldas de los equipos incluía todas las marcas que patrocinan al club: Agrigenia, KIA Motor y Palancares, entre otras. El presidente del CB Bullas, Pablo Fernández, cerró un contrato en directo con el máximo representante de Palancares, Maxi Pedraza, que simbolizó la fidelidad de la empresa para con este club luchador, triunfante y prometedor.