Ya en la calle el nº 1040

El Calar de la Santa: El bosque eterno

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

CRISTINA SOBRADO

Hoy os propongo un paseo por una de las joyas botánicas de nuestro Noroeste, el bosque de Sabina Albar del Calar de la Santa, en el municipio de Moratalla. Debemos empezar por llegar hasta dicha localidad, y una vez allí, dejamos los Sabina Albarcoches y comenzamos a andar por el asfalto abandonando el pueblo en dirección al Sabinar. A los pocos metros, encontramos un camino de tierra que sale a nuestra izquierda, frente a un transformador de la luz. Tomamos este camino que nos introducirá en la rambla de la Cañaica del Calar, a lo largo de la cual se desarrolló una cantera que aparentemente nos corta el paso, el camino la salva por la izquierda. Las canteras, ahora abandonadas, fueron un importante medio de vida para el Calar en el pasado. Su presencia nos acompañará en nuestro paseo por la rambla, y aunque sin duda es un paisaje alterado, el caos de bloques da refugio a multitud de fauna. Mamíferos carnívoros como el Turón, la Garduña, el Zorro o el Tejón, utilizan el laberinto de roca para guarecerse y excavar sus madrigueras. Las Sabinas albares nos rodean por doquier, algunas de ellas tan cerca del camino, que tenemos que sortearlas, lo cual nos permite apreciar de cerca sus azulados frutillos, y sus fibrosos y retorcidos troncos. Continuamos siguiendo el camino que poco a poco va descendiendo rambla abajo, por momentos, el suelo cambia de una mullida alfombra de césped natural, a descubrir el viejo pavimento enlosado. Llegamos a un cruce de caminos, nosotros tomaremos el de la izquierda. A partir de este punto, los gigantescos bloques de roca estarán muy cerca del camino. En el siguiente cruce seguiremos por el camino de la derecha. Los rayos del sol se filtran entre las doradas hojas de los rosales silvestres que jalonan nuestro paso, realzando su tonalidad. A nuestra derecha, colgadas de los cenajos, las rejas que protegen las pinturas rupestres, mensajes que alguien dejó allí en el pasado. Un nuevo cruce, en este caso tomaremos por el camino de la izquierda. Un pequeño Serval pone una nota roja en el descenso del camino, antes de cruzar la rambla. Justo en este paso, se observa una planta enredadera que progresa sobre los Rosales silvestres y escala por una Sabina albar, con unas curiosas “greñas” blancas, se trata de una Clemátide. En seguida volvemos a cruzar la rambla tomando el camino de la izquierda, dejando a nuestra derecha el barranco de la Fuente del Sauco. Oímos el rumor del agua que mana de la fuente, al fondo y a nuestra izquierda, aparece el Castellar, y enfrente vemos Arroyo tercero. Las ruinas a las que hemos llegado, son el lugar ideal para descansar unos momentos y tomar algo. Si vamos con niños pequeños, es hora de regresar, volviendo sobre nuestros pasos (hasta aquí habremos recorrido 2.250m). Para continuar con el paseo, tomaremos la senda que sale por detrás del corral. Cuando llegamos al extremo del mismo, seguimos por la ladera sin perder altura, dejando a nuestra derecha un camino que baja a la rambla de la Melera. Nosotros subiremos al Calar por esta rambla, siguiendo la senda de cabras que asciende poco a poco por la ladera en la que nos encontramos. Al principio hay que ir un poco atento unos metros, porque no está perfectamente marcada, pero enseguida se convierte en una senda clara que no tendremos dificultad en seguir. Los excrementos de Cabra montés son constantes, por lo que debemos ir atentos para detectar su presencia. Villafuerte y los picos de los Grajeros, aparecen en nuestro horizonte. La senda acaba su ascenso en un collado, a la vez que el muro de un bancal aparece a nuestra izquierda. Cuando la senda acaba desapareciendo, y ya no podemos seguirla, giraremos a nuestra izquierda para subir como un escalón este pequeño murete de piedra y andamos en línea recta unos 20 metros hacia otro pequeño murete similar al anterior. Este 2º murete es la base de un camino, por el cual, giraremos a la izquierda y volveremos al Calar de la Santa. De nuevo nos encontramos inmersos en el bosque de Sabina albar, ahora mezclado con Sabina negral (éstas últimas de frutillos marrones) y Enebros. En el siguiente cruce, nosotros tomamos el de la derecha, casi recto desde nuestra perspectiva. El camino va ascendiendo poco a poco, hasta llegar a un nuevo cruce, seguiremos por nuestra izquierda. En pocos metros, en un nuevo cruce, tomaremos por el camino de la derecha, siempre seguimos el camino, mejor marcado. En seguida llegamos a otro cruce, este con varios caminos, dos a nuestra izquierda, uno a nuestra derecha y otro enfrente de nosotros. Seguiremos por éste, recto. Ya tenemos a la vista al otro lado del valle, la pista forestal que serpentea en ascenso a Villafuerte. Continuamos por el camino, veremos una construcción, que corresponde al depósito de agua corriente del Calar. Avistamos también las primeras casas, ya que estamos casi al final de nuestra excursión. Pasamos al lado de una caseta derruida, que descubre los restos de un viejo “Barreiros” rojo jubilado para siempre. En unos pocos metros, llegamos a la población, entrando por la ermita erigida en honor a Nuestra Señora de la Asunción, fin de nuestro paseo de hoy.

CÓMO LLEGAR AL CALAR DE LA SANTA
Aprox. 117 kms. y 1h. 30mn. de trayecto.

Desde Murcia, tomaremos la Autovía del Noroeste (RM-15) en dirección a Caravaca de la Cruz, pasada Caravaca se acaba la autovía, continuamos y nos incorporamos a la C-330 dirección Barranda. En Barranda, tomamos a la derecha por la RM-702 en dirección a Archivel. En Archivel, cruzamos el pueblo y seguimos la RM-702 en dirección el Sabinar y Nerpio. Pasado el Sabinar, tomamos por el primer cruce a la izquierda hasta el Calar de la Santa.

DEBEMOS FIJARNOS EN…
El bosque de Sabina Albar, auténticos “fósiles vivientes”, vegetación relicta de lo que fueron nuestros antiguos bosques. Son los ejemplares más surorientales de Europa
Los Mirlos capiblancos, y en general la presencia de varias de las especies de turdínidos europeos que vienen como invernantes atraídos por los frutillos de las Sabinas. Su presencia este año es llamativa, se mueven en grandes grupos avanzando a nuestro paso escondidos entre la vegetación, los detectaremos por la suerte de chirridos que emiten al desplazarse.
Las pinturas rupestres, si queréis visitarlas, deberéis informaros en la Oficina de Turismo de Moratalla, Tfno.: 968 730 208. La visita se hace acompañado, y se debe reservar con antelación.

DÓNDE Y QUÉ COMER
Podéis degustar comidas tradicionales en cualquiera de los dos bares encargándolas previamente y también tapear en la barra. IndispensableMirlo capiblanco probar el pan redondo de la panadería, exquisito.
Bar Pereas. C/ Alonso, 1. Tfno.: 968 738103 y 627 658587
Bar de Luis. C/ Plaza, Nº 12. Tfno.: 968 738038
Panadería González. C/ Molino (detrás del salón social). Cierra los domingos Tfno.: 968 73 80 84

DATOS TÉCNICOS Y MIDE
Grado de dificultad: Media-Baja
Cartografía: Hoja 889-III El Sabinar/888-IV Yetas de Abajo. 1:25.000 I.G.N.

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