Ya en la calle el nº 1037

El arte, la terapia

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María García

Ilustradora y diseñadora

Cuando era pequeña jugaba inventando historias, como la mayoría de niños supongo, me parece que era mi juego preferido, la verdad, no me daba cuenta de que podía pasar muchas horas sola porque en mis historias siempre había muchos personajes, con sus voces y sus caracteres correspondientes.

El arte, la terapia
Escamas, estudio creativo

Un poco más mayor, en la adolescencia, pasaba horas sola escuchando música, me gustaba mucho escribir, pasaba horas escribiendo, dibujaba algo, me encantaba mirar los objetos que coleccionaba, como gomas de borrar y lápices; también empecé a usar la cámara de fotos que mi padre tenía en casa, y la verdad tampoco era consciente de que pasaba mucho tiempo sola, porque me gustaba mucho estarlo y supongo que era mi manera…

Pero hay un momento en la vida que se nos cuestiona si no somos como los demás, de repente se pone de moda una canción y debes saberla, tienes que encajar, y luego la ropa, esa es otra, y claro, este tipo de cosas para encajar de nuevo….

Y así seguimos, así sigo, intentando encajar, supongo que como muchos otros, y a todo esto… hace un tiempo pasé una mala época, me sentía perdida, más vacía, estuve yendo a terapia, sí, lo digo así de claro, que yo creo que en esta época ya nadie se va a asustar por eso, el caso es que cuando comencé a ir porque no me encontraba bien mi sicóloga me preguntó, ¿Cómo te sientes? Yo se lo expliqué con una imagen, me siento como en el fondo de un mar y veo en mi pie una cadena que lleva hasta un ancla que está clavada en la arena, al fondo, y me impide subir, en mi caso las sensaciones a veces son más fuertes porque tengo estas imágenes en la cabeza, … el caso es que ella me dijo, ¿te parece que trates de hacer la imagen opuesta a la que hay en tu cabeza ahora? Y así lo hice, me dibujé con alas volando, y fue tan fuerte o más esa imagen como la que tenía al principio, y así en las siguientes dos sesiones hacíamos lo mismo, ella me pedía este trabajo, y fue entonces cuando descubrí que estaba descuidando a la niña que jugaba, y que cuando de nuevo volvía  a expresar como me sentía, a dibujarlo, a escribirlo ya no me sentía vacía, por eso creo que la expresión artística, en la faceta que sea creo que es tan importante, nos permite conectar más con nosotros, aceptarnos y sentirnos menos solos, porque en el fondo la vida solo tiene sentido si nos atrevemos a ser quienes somos.

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