Ya en la calle el nº 1041

El amor en Nochevieja

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

AÑOS FUGITIVOS

Pascual García ([email protected])

Yo creo que en Nochevieja es obligatorio enamorarse, al menos tengo la impresión  de que suele pasar muy a menudo cada navidad, será porque se acaba el año y andamos muy entusiasmados con el entrante, será porque hemos cenado más que bien, rodeados de la familia y con el pensamiento en la fiesta de la noche, que será interminable pues no acabará hasta la mañana siguiente, o porque hemos bebido vino en la cena y hemos brindado con cava y nos  beberemos    algunos cubatas de más y la profusión de luces, el escándalo de la música y el bullicio de la gente  nos irá creando una sensación creciente de embriaguez e irrealidad, mientras bailamos a nuestra manera en el centro de la pista de nuestra discoteca de pueblo donde hemos ido con unos amigos pero a los que muy pronto abandonaremos pues acabamos de ver a la muchacha que ha ocupado nuestros sueños todo el año y a la que apenas hemos podido encontrarnos antes porque no frecuenta nuestro ambiente, pero sabíamos que tal vez la íbamos a hallar esta noche, y así ha sido en efecto, ahí está, rubia y con los ojos claros, un poco más alta que yo, con el empaque de una mujer hecha y el gesto de la inteligencia femenina y de la iniciativa, como me gustan a mí la mujeres, los hombros torneados, los brazos y las piernas bien hechos, los pechos altos y la figura llena y bella de una mujer mediterránea de pueblo, pero todo esto no es nada si no fuera porque me ha gustado siempre, como supongo que suele pasar entre los chicos y las chicas cuando empiezan a ser jóvenes y se emparejan con sus respectivos sueños, porque enamorarse o es un sueño o no es nada, y esta es la noche adecuada para ello, la última noche del año, es verdad que para mí es más fácil porque yo vengo estando enamorado de ella  desde hace muchos años y una noche como esta, con la música adecuada y la certidumbre de que el ciclo de la vida no para, de que la amistad y el amor y todos los sentimientos humanos nobles nos acompañan cada día, cargados con nuestra nostalgia y  nuestras emociones como tantas otras noches pero en especial  en esta noche de gala, que han venido a estar con nosotros, en  esta noche de recordatorio y recapitulación en la que nos vienen  a la cabeza tantos sucesos del tiempo que se va, tantos momentos malos, dramáticos, algún amigo al que ya no veremos, algún familiar que ya no está aquí, pero somos todavía muy jóvenes para las reflexiones sentenciosas, para el carpe díem y para todos los tópicos latinos.

La música nos trae y nos lleva por el río tumultuoso de la vida, nos recuerda el roce de una piel, el olor del cabello de una chica, que muy bien  podría ser ésta a la que no paramos de mirar esta noche en la disco mientras vamos acercándonos con lentitud pero con seguridad, sabedores de que cuando lleguemos a su altura, si nos atrevemos, porque durante algunos años no nos hemos atrevido en noches semejantes a ésta, la miraremos muy fijamente y tal vez nos encaremos con ella, Feliz nochevieja le diremos en un alarde de   valentía y ella se sorprenderá porque no hubiera imaginado nunca mi osadía al abordarla, pero yo sé que está sola, viuda y sola, acompañada de la familia esta  noche y de algunas amigas, por eso me decido a llegar hasta ella y sonreírle, como si me hubiera despojado definitivamente de mi   vieja y persistente timidez, como si hubiera abierto un túnel liberador desde mi memoria de adolescente enamorado a ella, la diosa de mis noches y de mis días.

Es Nochevieja y estoy enamorado de la misma muchacha de siempre, de aquella con la que salí un verano de hace medio siglo y que nunca he podido olvidar, aunque la vida, sin que nosotros pudiéramos hacer mucho, nos ha dispersado por lugares diferentes para volver a unirnos, y esta vez para siempre en esta noche de fiesta universal en la que celebramos la alegría de vivir y la alegría de amar también.

Es fácil enamorarse en Nochevieja, sobre todo si uno viene cultivando ese estado de gracia toda su vida con la misma persona  y solo necesitaba una ocasión, una excusa para decírselo a ella delante de todo el mundo.

¡Feliz Nochevieja, amor mío!

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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