Ya en la calle el nº 1041

Divertido, ameno, riguroso y gran artista, nos abandona el salsero Lalo Rodríguez

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Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.

Pedro Antonio Hurtado García

Su canción más relevante no faltó nunca en una verbena, en una fiesta o en una celebración de cualquier naturaleza, un tema que se bailaba con la “picardía” propia de su atrevida letra y con miradas cómplices en numerosas ocasiones, pues su ritmo salsero, su magia para hacer mover el esqueleto y sus potentes condiciones musicales para hacernos levantar los pies del suelo, ponían mucho en favor de llenar las correspondientes pistas de baile. Seguro que han adivinado que se trata de “Ven, devórame otra vez”, canción que han grabado multitud de artistas, pero cuya popularidad se debe, indudablemente, a Ubaldo Rodríguez Santos (16-05-1958, Carolina-Costa Noroeste-Puerto Rico/13-12-2022, en el mismo lugar de nacimiento), cantante artísticamente conocido como Lalo Rodríguez, especializado en el género de la salsa y asomado al mundo de su género, especialmente, con la canción mencionada, así como con “Tristeza encantada”.

Rey de la salsa romántica.- Son sus grabaciones más codiciadas en el mercado musical, a tenor de sus ventas, sus discos de larga duración titulados “Simplemente Lalo” (1980), en cuyos surcos encontramos éxitos cercanos como “Tú, no sabes querer”, “Tristeza encantada” o Máximo Chamorro”. Pero, también, el disco titulado “Un nuevo despertar” (1988), plástico que le llevó a consolidarse como auténtico rey de la salsa romántica, a pesar de haber estado sin grabar durante los ocho años precedentes al lanzamiento del disco citado. Ello, le sirvió al artista como establecimiento de un “antes” y un “después” en su carrera profesional, gracias a las canciones que ofrecía ese título, como “Ven, devórame otra vez”, “Después de hacer el amor” “No te voy a defraudar”, “Te estoy pidiendo” o “Sí, te mentí”. ​

Investigación en marcha.- El prestigioso y muy valorado salsero portorriqueño contaba con 64 años y su repentino cuerpo sin vida fue hallado en el parking existente frente a un conocido edificio del residencial “Sabana Abajo”, en el municipio de Carolina, localizado al norte de Puerto Rico, cuya policía informó a los medios de comunicación de que una llamada, en relación con el fatal hallazgo, alertó a las autoridades locales, quienes no dudaron en trasladarse al lugar en el que se encontró el cuerpo del artista, donde uno de sus familiares identificó el cadáver. En el lugar no se encontraron signos de violencia claros, por lo que las investigaciones del suceso tendrían que quedar supeditadas, para obtener impresiones verosímiles, a la práctica de la autopsia al salsero. No obstante, por petición expresa de su familia, las causas de su fallecimiento no serán publicadas.

Casi medio siglo de vida artística.- Lalo Rodríguez atesoraba una carrera de casi medio siglo, más de 45 años, exactamente, que le convirtieron en una de las voces más populares, célebres y consideradas del mundo de la salsa. Su compatriota, amigo y compañero, el prestigioso cantante Elvis Crespo, ha expresado en su cuenta de “Twitter” lo siguiente: “Una de las voces más hermosas que mis oídos han escuchado y escucharán. Su timbre único, afinado y potente, hicieron de su música una inmortal. Mis sinceras condolencias a su familia y fanáticos. Que en paz descanse nuestro Lalo Rodríguez”.

Premio Grammy.- El artista inició su carrera musical a los 12 años, momento en el que se integró, como cantante, en la “Orquesta Tempo Moderno”. Corría el año 1973, cuando, él, solamente contaba con 15 años, circunstancias aparentemente inasumibles, pero que le llevaron a incorporarse como vocalista en el álbum, del portorriqueño pianista Eddie Palmieri, titulado “The sun of latin music”, disco que se convirtió en la primera de las producciones latinas en cosechar un premio Grammy.

Su cercanía con el público.- Y trabajó, además, con Tommy Olivencia y Machito. Equiparado, respetado y considerado como artista capaz de poder “tutear”, en el plano artístico, a los consagrados salseros José Alberto “El Canario”, Frankie Ruiz o Eddie Santiago. Otro de los aspectos que le otorgó relevancia fue su inimitable y carismática presencia escénica, lo que aprovechaba para hacer partícipe al público, con el que interactuaba en cuanto percibía que la ocasión podía hacerlo propicio.

Encarando la realidad.- Sumó a sus distinciones el acreditado “Premio canción tropical del año”, en la edición de 1989, de los denominados “Premios lo nuestro”, de cuya distinción volvió a ser “culpable” su “Ven, devórame otra vez”. Y como nunca miró de reojo al éxito ni a la oportunidad cercana, aprovechó su momento para encarar la realidad y ofrecer conciertos por el doble continente americano, convirtiendo la gira en un auténtico paseo disfrutado en olor de multitudes.

Teñido de luto el ánimo de sus colegas.- Los más grandes de la salsa, que son muchos entre solistas y bandas, han teñido de luto su ánimo al perder a un gran compañero, a un extraordinario artista y, sobre todo, a un referente del género que nos deja muchas cosas por hacer, enormes y prestigiosos galardones conseguidos, una discografía digna de un artista que supo, quiso y logró, defender la salsa como algo suyo y que, hoy por hoy, no tiene mucho parangón entre los numerosos artistas que se han alineado en este divertido y placentero género.

Descanse en paz un portorriqueño mundialmente respetado, un ser humano que nos abandona demasiado joven y un artista que se cubría de gloria cada vez que pisaba las tablas de un escenario. Buenos días.

 

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